7.2

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Turquesa.

Me levanto a la misma hora de siempre, maldito reloj biológico, se me incomoda un poco el moverme ya que Sebastian esta por sobre la cobija, me levanto lentamente para no levantarlo, por la posición que tiene se le nota que tiene frio hasta incluso tiene sus zapatos, trato de quitárselos pero al parecer tiene el sueño muy ligero ya que a penas lo toque se levantó.

—¿Qué pasa? — me dice con la voz ronca.

—¿Por qué te dormiste así?

—¿Así como?

—Así de incómodo ¿Por qué no dormiste en tu cuarto?

—Me gusta dormir contigo.

—Serás idiota, acuéstate bien. —se pone bajo la cobija con sus pies sobresaliendo de la cama aun con sus zapatos—oye, sácate los zapatos.

—Estoy cansado.

Voy a su cuarto y cojo una de sus bermudas.

—Oye.

—Déjame dormir es sábado — le saco sus zapatos.

—Gracias.

—Ponte esto, no creo que sea muy cómodo dormir con jean.

No quiero ver como se cambia, salgo de mi cuarto y bajo a hacer el desayuno, dejo todo listo solo para que mama lo caliente y vuelvo a subir a mi habitación y me pongo a adelantar algunos deberes para la semana, es la primera vez que veo a Sebastian dormir hasta más de las ocho, sigo en lo mío, mi mama me asusta al aparecer de la nada frente a mí.

—Mami, me asustaste.

—¿Qué paso con lo de cada uno en su habitación? —me dice en un susurro

Salimos de la habitación y bajamos a la cocina —tranquila, no pasó nada Briana.

—¿Entonces?

—Ese hombre está loco mami, cuando me levante estaba por sobre la cobija se le notaba que tenía frio, he incluso tenía puestos sus zapatos, me sentí muy mal, por eso deje que se quedara.

—Su papa hizo algo similar.

—¿Cómo así?

—Ya sabes los planos que está haciendo es para un proyecto grande, toda la semana se ha levantado temprano y se acuesta muy tarde, anoche se quedó dormido igual sin cambiarse.

—De tal palo tal astilla.

—...Se ven lindos juntos... mira esto —me indica una foto en su celular en la cual estamos Erick, Sebastian y yo dormidos, arrimados uno sobre otro.

—Mami borra esa foto.

—Se ven tiernos.

—Bórrala.

—Max también la tiene.

—¿Qué?

—Los abuelos de Sebastian y los papas de Erick también la tienen.

—¿Por qué?

—Max se las envió.

—¿Por qué?

—Ya te dije se ven muy tiernos.

—¿Por qué se la envió a los papas de Erick?

—Yo le dije que se la mandara junto con las calificaciones de Erick para que vean lo mucho que se está esforzando, conozco a ese muchacho hace tanto tiempo, odio ver lo triste que es su mirada.

SEBASTIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora