Capítulo 3

20 1 0
                                    

—Quesita —escucho entre sueños a mama — levántate que se te hace tarde.

A regañadientes abro los ojos para ver a mi mama con extraños tubos en su cabeza.

—¿Qué hora es? — le digo.

—Son las nueve de la mañana, te queda una hora y media para que te alistes.

—No hay problema, soy rápida.

—Así me ayudas.

—Bien, me voy a duchar.

—Espera ¿podemos venir a acabar de alistarnos aquí?

—¿Podemos?

—Si Lesly y Clover —les explico Lesli es mi única tía es agradable se parece bastante a mi mama, pero su hija Clover es otro caso esa es un asco de persona.

—Si.

Voy al baño llevando conmigo la ropa para ya salir cambiada. Entro a la ducha y me permito recordar la extraña noche que tuve y lo difícil que se me hace entender a Sebastian. Después de acabar me visto rápidamente y para que mi mama no se queje decido arreglar un poco mi cabello aplicándome productos que hacen ver mis risos definidos (hasta parece que me peine), me pongo rímel y labial para que Briana crea que trate de hacer algo, me quedo viendo mi reflejo en el espejo estoy puesta un vestido negro bastante apretado de cuello alto, me queda un poco más arriba de mis rodillas, mi cabello suelto y arreglado, mis pestañas más oscuras y largas, con mis labios con algo de color me hacen dar ganas de volver a entrar a la ducha para quitarme todo eso que me hace parecer otra persona, antes de que eso pase mejor salgo de aquí. Al salir veo a mis queridos familiares (nótese el sarcasmo).

—Hola Lesly, Clover.

—Qué forma tan fría de saludar, ven danos un abrazo hace mucho que no nos vemos —dice mi tía.

Voy hacia donde Lesly y la abrazo fugazmente manteniendo mi cuerpo lo más alejado posible del de ella, me aleje con la excusa de ayudar a mi mama.

—Te olvidaste de mi — dice Clover.

—No me olvide, solo no quiero hacerlo.

—Turquesa, por favor —dice mama.

—En que te ayudo mami —digo para cambiar el tema de conversación.

—En nada mi nena ya estoy lista.

—Estas hermosa.

—Tu igual amor.

—Te vas a poner tacones ¿no? No creo que seas tan ridícula como para ir así —dice Clover viendo mis sandalias con desagrado, no le respondí nada. —Hoy duermo contigo.

—No.

—No era una pregunta.

—Me vale que no lo haya sido, por mi puedes dormir debajo de un puente y me da igual.

—¿Qué...

—Ya no peleen chicas —interrumpe Lesly —Turquesa, sí que has cambiado, antes eras incapaz de actuar de ese modo, solías ser una niña bastante tierna y dulce ¿Qué paso contigo? — para que entiendan, antes yo desbordaba cariño para todo y todos, era bastante alegre solía ser como Briana en ese aspecto, también consideraba a Clover como una hermana, pero por circunstancias de la vida ahora es una de las personas que más detesto.

— Ya no soy una niña... ¿y los gemelos? (son los otros hijos de Lesly) — digo para intentar aligerar la tensión del ambiente.

—Están abajo, te estaban buscando.

SEBASTIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora