"¡No voy a permitir que traigas a esa zorra a la casa!" Escuché los gritos de mi madre desde la cocina.Seis de la mañana y ya empiezan las lindas sintonías emitidas por mi regular familia.
"¡Ya te dije que sólo es mi secretaria!"
Yo me apresuré en tomar mi bolso y salir de la casa de la locura, ¿En serio mi padre creía que mi madre era tan estúpida? Por dios, llega varios días a la semana en la madrugada y de paso el olor a perfume barata es demasiado intenso cómo para ignorarse. Al parecer quiere que lo defienda por la manera en la que se voltea y pide mi apoyo, yo sólo alzo los brazos y hago una mueca desinteresada.
¿Por qué tendría que meterme yo en sus problemas?
Que se destruyan ellos solos.
Hunter y yo nos encontramos de camino al colegio y caminamos juntos hasta llegar a la institución, gracias a Dios no le molesta que fume cigarrillos mientras vamos juntos, me volvería loco. Hoy estoy más ansioso que de costumbre, mis manos tiemblan por lapsos de tiempo y mis labios están malditamente rotos y sangrantes porque he estado arrancandome los cueritos sueltos.
"Haré una fiesta por mi cumpleaños." Habló ella sonriente "Eres el invitado principal amor."
"Me alagas cariño." Murmuré vanidoso.
"Sus romantiqueces para después." Habló la profesora de matemática interrumpiendonos "Sigamos con la clase por favor..."
Recuerdo haber ido a muchas fiestas antes, estoy seguro de que quemé mis etapas demasiado rápido y es por eso que ahora mi ansiedad está consumiendome.
Solía llegar a la casa de mi abuela por las madrugadas, drogado y con un aspecto horrible. Dejé de hacerlo cuando mandé a mi abuela a un hóspital por los nervios, la pobre se asustó cuando me vio tirado en el suelo con vómito en todo mi alrededor; Yo acaba de enterarme que Azra me había sido infiel y la manera en la que lo descubrí tampoco fue la mejor, a menos de que puedas encontrarle algún lado bueno ver a tu novio follando con su "prima" en el baño de la fiesta. Lo siguiente que hice fue drogarme y beber cómo si mi vida hubiese dependido de aquellos vicios, no recuerdo bien cómo fue que llegué a casa de mi abuela pero estaba en un terrible estado.
Esa fue la última vez.
No me considero adicto, nunca consumí drogas por aquella necesidad que los adictos dicen tener. Si estuve a punto de convertirme en uno después de que terminé con Azra, pero mi abuela fue mi salvadora en aquellos días, a pesar de mi terrible comportamiento ella seguía estando para mí, entendiendome de alguna manera.
La extraño mucho, la única persona a la que realmente considero familia.
Ella era conciente de que yo no era un nieto normal, por llamarlo de alguna manera. Sabía que los perfumes varoniles que impregnaban mi uniforme no eran precisamente míos, y también sabía que mis temblores y crisis no eran precisamente para llamar la atención. Ella fue la que me llevó de psicológos hasta neurólogos, ella era la única que se preocupaba por mí.
Lamentandose por el hijo inútil que tuvo, siempre me decía que daría lo que fuera para revertir el tiempo y darle unas buenas nalgadas.
Sé lo que quieras ser y si el mundo te jode por eso, mándalos al carajo.
Hoy se cumplía mi tercera semana en el Petals College, había logrado acoplarme a sus estúpidas reglas y condiciones, excepto a la de cortar mi cabello, esa jamás.
Tampoco había tenido otro encuentro desastrozo con Mr.Tomlinson, las últimas clases estaba de tan pésimo humor que si quiera llegó a mirarnos por un cuarto de segundo, las notables ojeras no pasaron desapercibidas ante mis ojos. Se notaba que estaba pasando por un mal momento, y aunque yo sea un hijo de puta sin corazón, sé lo que es pasar por estrés así que no busqué maneras para fastidiarlo.
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𝑃𝑎𝑟𝑎𝑚𝑜𝑢𝑟
FanfictionHarry comienza un nuevo año escolar en la secundaria Petals, después de que su familia lo obligara a mudarse a Estados Unidos. Harry conoce al profesor de física Louis Tomlinson, y los dos se odian mutuamente. Harry quiere conocer los secretos que...