Capítulo 3

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El gran día por fin había llegado, todo el palacio fue decorado con hermosos y exóticos ramos florales, grandes telares de colores rojos, verdes y blancos fueron colgados por todo el reino celebrando la boda de su Majestad

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El gran día por fin había llegado, todo el palacio fue decorado con hermosos y exóticos ramos florales, grandes telares de colores rojos, verdes y blancos fueron colgados por todo el reino celebrando la boda de su Majestad.

Todos los plebeyos se regocijaban cantando y bailando mientras hermosas jóvenes tiraban pétalos de rosas con dulces aromas, los músicos del pueblo los admiraban felices mientras tocaban sus instrumentos con pasión.

Todos llevaban ropas elegantes apesar de no ser nobles ni Reyes, tenían que verse perfectos para que sus Majestades no sintieran repudio al mirarles cuando dieran su paseó después de la boda.

Los jóvenes siervos del palacio corrían de un lado a otro terminando o rectificando que todo estuviera en su lugar, los músicos Reales limpiaban sus instrumentos siempre tan perfeccionistas.

El monarca Kim Taehyung se miraba en el gran espejo frente a él, algunos sirvientes arreglaban su traje y cabello para estar presentable en su gran día llevaba un traje de color blanco con sus medallas ganadas en guerra colgadas en el mismo saco junto con una banda del color blanco y dorado cruzando por su pecho, observo a través del del espejo la bata de seda roja que descansaba sobre la cama, totalmente desdoblada y sin ninguna arruga, hecha especialmente para ese día.

Estaba ansioso de ver al príncipe Hoseok con su gran vestido blanco, deseaba que toda la fiesta se llevará acabo rápido para tener por fin la virtud del chiquillo.

Por otro lado el Jovencito Jung se había preparado en una cabaña un poco lejos del castillo, un carruaje lo esperaba afuera con su padre mirándole de arriba hacía bajo admirando lo hermoso que se veía su querido hijo con ese lindo vestido blanco d...

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Por otro lado el Jovencito Jung se había preparado en una cabaña un poco lejos del castillo, un carruaje lo esperaba afuera con su padre mirándole de arriba hacía bajo admirando lo hermoso que se veía su querido hijo con ese lindo vestido blanco de bordados y capa de tul, traía un peinado alto recogido por broches de oro y esmeralda rindiendo tributo a su nación.

Por otro lado el Jovencito Jung se había preparado en una cabaña un poco lejos del castillo, un carruaje lo esperaba afuera con su padre mirándole de arriba hacía bajo admirando lo hermoso que se veía su querido hijo con ese lindo vestido blanco d...

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El Tesoro Entre Tus PiernasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora