El Tesoro Entre Tus Piernas

Capítulo 4

Los miembros de altos mandos en Daegu miraban expectantes a los nuevos esposos, todos en la habitación se levantaron de sus asientos dándoles la bienvenida al cuarto rojo, donde se probaría la castidad de la Reina.

Ambos hombres caminaron con tranquilidad hasta la pequeña mesa a un costado de la cama, donde tomaron sus copas de vino y brindaron por la futura consumación conyugal. Todos los presentes en aquella habitación levantaron sus copas y bebieron de ellas, fueron solo unos cortos segundos para dejarlas a un lado sentándose de nuevo en las sillas de cojines aterciopelados los cuales rodeaban la cama.

En medio de la habitación se hallaba la gran cama dorada, con sábanas blancas y cortinas translúcidas de color rojo con almohadas de plumas con bordados simbólicos para los Reyes.

—Majestad ya tenéis todo listo para proceder a desvirgar a su Majestad la Reina— Habla uno de los sacerdotes  presentes, Taehyung asiente y toma la mano de un sonrojado Hoseok besándola con dulzura.

Ambos Reyes caminaron en direcciones opuestas mirándose frente a frente con la cama dorada en medio.

Hoseok miro de reojo a todos aquellos "Entrometidos" que estarían allí cuando su Rey Taehyung le hiciera el amor, como lo oirían gritar de placer o de dolor el solo pensamiento lo ponía nervioso.

La habitación era lo suficientemente grande para las diecinueve personas que habían allí sin contar a los Reyes regentes, contando así con la presencia de su Majestad la madre Kim, Los Reyes de Gwangju, dos obispos, Los dos príncipe herederos de Busan (Unos viejos amigos de su Majestad Taehyung), El duque y la duquesa Choi, Los condes invitados de España y las Marquesas del oriente de Gwangju.

Para el menor en aquella habitación estar desnudo con la compañía de todas esas personas le hacian temblar, jamás en su corta vida se había tocado o estado desnudo frente a alguien que no fuera su criado de compañía.

Taehyung carraspeo llamando la atención del chiquillo y con una mirada le ordenó quitarse la bata. Hoseok con sus manos temblando obedeció.

La bata calló al suelo dejando a la vista su lindo cuerpo desnudo, toda la habitación se quedó en silencio, la Reina sentía todas las miradas en el, su cara empezó a enrojecer de manera tímida y adorable, su Majestad el Rey Taehyung lo imitó dejando su cuerpo marcado a la vista con su perfecta piel bronceada.

Ambos subieron a la cama donde Hoseok se acostó boca arriba mirando a Taehyung posarse sobre el, observándose el uno al otro. La madre Kim y la madre Jung se levantaron en silencio haciendo que sus tacones resuenen en habitación, ambas mujeres cerraron las cortinas donde aún se podía ver los cuerpos de los Reyes.

Taehyung a pesar de saber sobre los presentes no aguantaba más, las anteriores veces fue modesto y sus movimientos eran suaves y controlados, pero con Hoseok era diferentes, todo con el lo era.

La joven Reina sentía como despertaba aquel deseó que nunca logro sentir hasta ese momento, Taehyung al ver a Hoseok desnudo y vulnerable dispuesto a entregarse a él lo volvía loco, hacía que su polla se levantará ansiosa por estar entre sus cálidas piernas.

—Mi Rey— Llamo Hoseok tímidamente viendo a Taehyung quien solo lo miraba sin ocultar el deseó de poseerlo —¿Cómo podré complacerlo, si no se nada de esto?— Pregunta en un pequeño susurro.

El carraspeo de alguno de los nobles logro sacar a Taehyung de su ensoñación, Hoseok lo miro con una pequeña sonrisita intentando relajar su cuerpo.