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20. No me rendiré

Lucas

Segundo día del plan.

Ayer Wen rompió las rosas que le lleve por la mañana y después de clases prácticamente se esfumó seguro para no saber nada de mí. Aunque eso no le funcionó del todo ya que pasé por el taller y aunque volvió a romper sobre mi cabeza las nuevas rosas que le llevé, aceptó la comida que le compré, porque al parecer tenía hambre, una victoria es una victoria y por lo menos tuve esperanza. 

No esperé por un segundo que esto fuera fácil y creo que ahora sé lo que siente Becky cuando le salgo huyendo.

La realización me golpeó.

Oh... ¡No! ¡Me convertí en lo que juré odiar!

Dejé caer mi frente sobre la mesa de la biblioteca donde estoy con Chris.

Tenemos un difícil examen en unos minutos y por ello hemos estado aquí por un largo rato aprovechando que en las primeras horas de clase estábamos libres.

—¿Sabes de qué me he dado cuenta? —pregunté volteando a ver a mi amigo.

—¿De qué cuando se supone que debo estudiar siempre me distraes?

Chris bajó el libro viéndome con cansancio.

—Sí, eso y que si tú eres Pánico yo sería Pena.

—¿Uh?

—De Hércules... —dije y él arqueó una ceja sin entender—. ¡Los secuaces de Hades, el dios del inframundo!

—Eres un menso.

—¡Bien dicho, bicho!

Chris bajó la vista a su libro decidiendo ignorarme a mí y mis referencias de la película.

—Eres insoportable —murmuró.

—¿Sigues molesto porque estoy en un plan de conquista de la que fue en algún momento tu mejor amiga?

—No, estoy molesto porque es una terrible idea y es momento de aceptar nuestro destino.

—¡Pero la espera está torturándome! ¿Por qué todavía no nos han citado al famoso Fórum de Brujas? ¿Acaso nos llevarán directamente a la Corte? 

—No lo sé, pero por mí pueden tomarse todo el tiempo que quieran porque aún mis padres no saben de esto y quiero mantener las cosas calmas en casa mientras pueda. 

—¿Crees que Wen y Wael ya le dijeron a su madre y a su abuela?

—No me importa.

—Chris...

—Lucas, ya basta del tema.

—No. Ya dije que haré todo lo posible para que ninguno salga herido o lastimado. Esa es mi misión.

—Tu misión es enamorar a Wen... No, quieres enamorar a una bruja, ¿no escuchas lo estúpido que suena eso? —dijo volteando a verme—. ¿Y si lo logras que pasa después? ¿Tú estarás igual de enamorado?

—Quizás... —subí mis hombros.

—Amigo, los "quizás" no entran en la ecuación, pero ¿para qué me molesto? Harás lo que te dé la gana.

—¡Bien dicho, bicho! —sonreí ampliamente.

Chris rodó los ojos.

—Tendré que ver esa película —susurró antes de bajar la vista a su libro para continuar estudiando.

❁❁❁

Wen

—¡Bolígrafos abajo! —gritó la profesora en cuanto el tiempo se terminó.