Capítulo 7

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Con el abrazador y sofocante calor del mediodía, los tres seguíamos parados en medio de la carretera.

Dave con el semblante serio, la mujer seguía sorprendida y yo, yo no sabia que hacer.

-- Julie ¿qué ocurre? -- una joven bella, de rasgos asiáticos salió del auto británico, muy mal aparcado por cierto.
-- Espérame ahí Marie -- espeto la mujer o ensangrentada.

Y Dave seguía sin decir palabra alguna, lanzando miradas mortales, y yo muriendo de calor.

-- Disculpen, pero aquí no es que haga frío -- expliqué lo más calmada posible.
-- Dave.. yo -- susurró la mujer, sí, ellos se conocían.

-- Alexandra tiene razón, hace calor y hay caminantes acercándose -- respondió con hostilidad Dave.

Sorprendida por mi distracción, pude visualizar un grupo de zombies a lo lejos, que se dirigían a nosotros a pasos lentos pero seguros.

Bueno.. ¿qué es lo que necesitan? -- sonó mas brusco de lo que esperaba.

-- Gasolina -- susurró la mujer sin despegar los ojos de Dave, algo en mi quemaba y ya no eran los rayos solares.
-- No tenemos -- respondió Dave, y estaba mintiendo. Hombres..

-- Por favor... -- susurró la mujer, y no suplicaba por la gasolina.

-- Ok, basta... no sé que ocurrió entre ustedes dos, pero por si no se han dado cuenta estamos en un A-PO-CA-LIP-SIS y no es momento de comportarse como niños -- observé a Dave y luego a la mujer -- ahora bien, la gasolina solo tenemos para llegar a la ciudad y...

-- ¿Piensan en ir a la ciudad? -- preguntó esperanzada.

-- Es lo que dije -- respondí fastidiada.

-- Bueno, yo.. nosotras ¿podemos ir con ustedes?

-- Yo no quiero volver ahí -- dijo la joven asiática mientras se acercaba lentamente.

-- Marie, ahí están Clark y los demás -- explicó la mujer.

-- ¿Hay más de ustedes? -- pregunté casi con entusiasmo, casi.. sí, encontrar más  humanos vivos por sensación vez me ponía de buenas.

-- Si, eramos ocho personas más, pero hubo un inconveniente, nos separamos y algunos murieron -- la joven derramó unas lágrimas al decir las últimas palabras. Y me conmovió, poquito, solo poquito.

-- Observé a Dave que parecía reacio a dejar que esa mujer nos acompañe, y yo no podía abandonarlas a su suerte, aunque sea una perras sin sentimientos, desde el día en que abracé a la enana mi corazón frío se ablando, la ironía es una perra.

-- Por favor, solo iremos hasta la ciudad y luego nos dejan por ahí -- suplicó la mujer. Observé a Dave y note que él también me observaba, tenía algo extraño en la mirada. Angustia, dolor... y no me atreví a sostener su mirada al pronunciar mis próximas palabras.

-- Está bien -- dije al fin.

Por el rabillo del ojo pude ver a Dave encaminarse del lado contrario a nosotras. ¿Está loco?

-- Esperen aquí -- ordene a las dos mujeres y empecé a seguir a Dave, ya había recorrido una considerable distancia.

-- Dave -- lo llamé, no respondió.

-- Dave -- nada.

-- Mierda Dave,  no te comportes como un crío -- grité exasperada,llegando hasta él y sosteniéndolo del brazo para encararlo.

-- Tú -- susurró cerca de mi rostro -- no sabes nada.

Lo dijo con tanto sentimiento negativo que muy mi pesar sus palabras  me dolieron allá en el fondo de mi ser. Lo solté inmediatamente y él noto mi cambio, debí de verme patética.

Paso A La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora