El sol empezaba a ponerse. El cielo era de un color azul marino con leves tonos amarillo y naranja. Eran como las 5 de la tarde. No debería estar aquí haciendo esto pero lo necesito.
Toque el pomo de la puerta, lentamente lo voltee y.. bingo esta abierta, entre lentamente mirando a todas partes. Sin encontrar nada a los alrededores, me sentí aliviada. Camine por un pasillo estrecho casi a oscuras, siempre alerta. El pasillo empezó a iluminarse y dar paso a un gran almacén lleno de víveres, ropas, bebidas, utensilios, todo lo que debería haber en un supermercado; me sorprendió no ver tanto desastre comparado con todo lo que ha ocurrido.
Todos los productos están separados en estantes altos, solo unos cuantos estaban esparcidos por el suelo. Observe con deleite todo lo que había frente a mis ojos, mi estomago empezó a rugir desesperadamente.
Examine detenidamente todo, por si las moscas, al no divisar ningún movimiento me calme y empecé a caminar directo a unas comidas y frutas enlatadas. Dios, jamas se vieron mas apetitosas y eso que aun no las abría.
Comencé a cargar todo en una gran mochila que colgaba en mi hombro, cargue lo mas que pude y al quedar satisfecha, con una gran sonrisa cerré la mochila y lo colgué nuevamente a mis hombros, sentí el peso de tantas latas. Pero no importo, no quisiera volver a robar un supermercado. Solté una carcajada sin una pisca de humor por lo estúpido de mis pensamientos.
—Mierda — balbucee, olvide una de mis reglas. "Siempre estar alerta y en silencio", nuevamente observe el lugar, retrocedí con sigilo y sostuve con fuerza el arco que estaba acompañando a la mochila en mi hombro, me puse levemente inclinada y deslice una flecha sobre mis dedos que yacían en la parte media del arco.
Empecé a dar pasos lentos hacia el lugar por el que había ingresado hace un par de minutos. Genial he roto dos de mis reglas en un día "nunca permanecer en un lugar por mucho tiempo, siempre debo avanzar". Ok, con mas calma y sin nada alrededor volví al estrecho pasillo y me deslice por la puerta.
Hay Dios, otra regla rota "No salir de noche" si suena como una regla que me pondría mi madre, pero no soy tan creativa, no desde que tengo cosas peores por las cuales preocuparme.
Ya casi no se podía ver nada, el panorama estaba oscuro y el cielo apenas albergaba a la luna y algunas estrellas.
Seguí avanzando con sigilo, todo estaba muy tranquilo, demasiado diría yo; el lugar estaba de la misma forma cuando entre. Esto me preocupo mas, salí del callejón. Estaba a un costado del supermercado y seguía sin divisar un alma por el área.
—Bien — me dije a mi misma — esto es algo bueno, después de todo Dios si me ama — la ironía de mis palabras hizo que ponga una mueca.
Mi escrutinio se detuvo sobre un hermoso objeto que yacía al otro lado de la calle. Mi rostro y alma se iluminaron. Una Hummer negra de aspecto aun admirable reposaba mal estacionada sobre la acera, con una puerta entreabierta.
Es arriesgado, pero que va. Todo en el mundo es arriesgado. Debo estar segura de que funcione y posea gasolina, además esta a una buena distancia y a la vista de muchos, pero siempre quise una hummer negra. Y ahora quien me detendrá?
"Un poco de carne podrida, tal vez?" rodé los ojos con exasperación, esa vocesilla entrometida no arruinara mis planes.
Observe una vez mas los alrededores y al no ver nada empecé a correr en dirección a la hummer, mientras menos tiempo tome mejor.
Mi teoría de que Dios aun me ama se puso mas firme ya que la llave estaba donde debería, y pude ver que aun poseía suficiente gasolina. Hasta parece que lo hubieran utilizado recientemente, pensando que el desastre había ya comenzado hace mucho tiempo atrás.
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Paso A La Muerte
Science FictionEllos están al acecho y todos harán lo que sea por sobrevivir. Ahora Los instintos más bajos y humanos aparecen en situaciones de riesgo. Aquí hay sangre, odio, venganza y sobre todo deseos de supervivencia en un mundo invadido por la catástrofe...