The Call- Harry Styles

Chapter X

-¿Qué ha pasado Marilyn? ¿Por qué te has levantado tan de repente? ¿Quién era ese chico? -todavía observaba hacia la ventana pero la nota ya la había arrugado y estaba en la basura junto al resto de cartones de hamburguesa. ¿Por qué nos miraba todo el mundo? Tal vez porque ¡estás dando el espectáculo con tanto levantarse y sentarse de la silla! me gritó mi subconsciente.

-Es solo una persona que... es difícil de explicar... -me giré hacía Josh.

-Creo que ya lo entiendo.- ¿Cómo? Me tensé. ¿Habría reconocido a Harry bajo su estúpido disfraz de camuflaje que consistía en unas gafas de sol y una chaqueta de cuero negra?- ¿Es tu ex novio verdad? Te acosa, ¿no es cierto? Le pasó lo mismo a mi hermana con su último novio. Tuvo que ponerle una orden de alejamiento.

¿Pero qué mierdas dices?, quise contestarle pero me encontraba consternada ante su revelación. Mi mandíbula por poco se dislocó ante mi mueca de sorpresa.

-¡No!- mis ojos se abrieron como platos.

-Entonces ¿porque te pusiste tan nerviosa?- Porque es Harry Styles, cantante de la boyband más famosa del momento, que me tiene loca a pesar que me ponga de los nervios y no lo quiera reconocer y... ah sí, porque además se me ocurrió la brillante idea de robarle el teléfono y me está torturando no solo llamándome a todas horas sino estropeándome las citas (si a esto se le puede considerar una cita). Ese argumento solo tenía sentido en mi cabeza.

-Vale, sí es mi exnovio. Lleva mucho tiempo pidiéndome que volvamos juntos. -¿Marilyn qué coño dices?, me arrepentí al minuto de decirlo. Debo pensar antes de hablar, me recordé. Bajé la mirada al suelo intentando disimular. Nunca se me había dado bien mentir. Empezaban a sudarme las manos. Agarré la goma que tenía en mi muñeca amarrada y empecé a darle vueltas.

-Podemos hablar con tus padres, o con la policía. Si le ponéis una orden de alejamiento parará, te lo aseguro.

¿Qué?

-No, tranquilo. No pasada nada de verdad. -intenté restarle importancia.

-Sí que pasa Mai. Ha estropeado nuestra cita- Josh dejó de mirarme y dirigió su vista hacia el suelo. Se sonrojó, pero era casi imperceptible. Mi corazón empezó a palpitar y noté como mis manos sudaban de nuevo.

-Entonces... ¿Esto era una cita?

-Supongo.

-Pues no te preocupes, Nadie estropeará nuestra próxima cita. - Josh me miró y me mostró su brillante sonrisa.

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-Gracias por traerme a casa. -intenté que no me temblaran las piernas mientras bajaba del coche y andaba junto a Josh hacia la puerta de mi casa. Había reído mucho con Josh durante el trayecto de Mc Donald's a casa. Tenía un sentido del humor muy refinado y agudo. Podía considerarse humor inteligente. Era todo lo contrario a mí. Mi sentido del humor era de lo más lamentable.

-Me lo he pasado bien. Algún día podríamos repetir.

-Sí- acepté su propuesta sin pensármelo dos veces. Josh metió sus manos en los bolsillos. Quedamos en silencio apreciando la brisa que movía los árboles. Josh dio un paso hacia mí. me puse nerviosa. ¿Era aquí cuando debía besarme? ¿O debía esperar un poco más?

-Mai, ¿me has escuchado?

-¿Qué?- estaba tan nerviosa que apenas oía mi pensamiento. Agarré la goma de pelo de mi muñeca y empecé a darle vueltas. Era un hábito que desde muy niña hacía cuando estaba inquieta.

-Digo que hasta pronto.-se inclinó y cuando pensé que iba a besarme, sólo rozó mi mejilla, se alejó sonriéndome y subió al coche. Quedé decepcionada, pero en parte me gustó que no me besara todavía. Yo quería besarle desde el día del concierto, pero aun no éramos nada. ¿Qué hubiese pasado si me hubiera besado? ¿Le hubiera seguido? Josh no es era clase de chicos que besan en la primera cita. Él era educado y respetuoso.