Chapter IX

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-¿¡Josh?! ¿Qué haces tú aquí?- estaba parado enfrente mío y me observaba con su sonrisa angelical. Llevaba su mochila colgada del hombro y unos pantalones muy ajustados.

-¿Cómo estás Marilyn?

-Bien- me limité a contestar. No me había llamado en todo este tiempo. De hecho dudaba en que lo hiciese alguna vez.  Ni creía que se acordaba de mí.

-Perdón por no llamarte. Me apetecía sorprenderte. ¿Te hace un Mc Donald’s?

-Claro –respondí todavía estupefacta. Josh era increíblemente atractivo. Su pelo oscuro lo tenía peinado hacia un lado dándole un toque muy sofisticado como de niño rico. Pero me gustaba. Sus ojos verdes hacían juego con su bléiser azul marino y su corbata color aceituna. Viste muy bien, me gusta su uniforme, pensé.

-Hacía tiempo que no nos veíamos…-dijo Josh para romper el hielo. Llevábamos un rato en silencio. No era del todo incómodo para mí. Me permitía observarlo con tranquilidad y sin distracciones.

-Es cierto. Pensé que no lo haríamos más, de hecho. –Josh me sonrío. Empujó la puerta del local de hamburguesas y me dejó pasar primero. Todo un caballero, como a mí me gusta, pensé.

-No quería perder el contacto contigo. Me caes bien.-sonreí ante su confesión.

-Tú también me caes bien.

-Es bueno saber que es recíproco. -¿Qué mierda de vocabulario culto era ese? En el fondo tan refinado me gustaba. Juntos llamábamos un poco la atención. Él tan guapo con su uniforme de niño rico y su vocabulario refinado y yo con mis bambas desgastadas y unos pantalones rotos por las rodillas, las puntas del cabello quemadas y totalmente despeinada. Buen trabajo Marilyn, debe ser todo un reto despertarse por la mañana y vestirse tan mal, me recriminé a mí misma.

Recogimos nuestras bandejas y fuimos a sentarnos, cerca de los baños. Eran las únicas mesas libres.

-¿Cómo te van los estudios?- me preguntó Josh metiéndose una patata frita en la boca.

-Normal. No soy una chica que sobresale, realmente, pero tampoco cateo. Estoy en la media normal. ¿Y a ti como te va? ¿Qué quieres estudiar después del instituto?-bebí un poco de mi refresco, era un día caluroso y estaba sedienta.

-Creo que bien. Tampoco sobresalgo, salvo en alguna asignatura que me gusta más. Solo espero que el día de mañana pueda llegar a ser un buen médico.

-Mi padrastro es médico. Trabaja en el hospital Royal Wolverhampton pero ahora está en Londres por una investigación. No me preguntes de qué. Siempre desconecto cuando me habla con esos tecnicismos raros propios de los médicos.- Josh se echó a reír y pude ver unos hoyuelos emerger de sus mejillas. Me recordaban a los de Harry. ¿Por qué Harry tiene que estar siempre en medio de todo? ¿No me puede dejar comer en paz al menos?

-Me gustaría algún día poder trabajar en un hospital con la categoría como en el que trabaja tu padrastro. ¿Tú qué quieres estudiar?- me gustaba el interés que Josh mostraba por mí. Era… tierno.

-Aún no lo he decidido. Algo relacionado con la radio o la televisión. Me gustan todo lo relacionado con el mundo de la comunicación.

-no está mal. –asentí.                                                                             

-Sabes… me gusta tu uniforme. Estás muy guapo con él.- ¡¿Pero qué mierdas dices Marilyn?! ¡Cállate la boca! –Quiero decir, que te sietna muy bien.- me sonrojé y Josh puso su mano sobre la mía. El pulso empezó a acelerar. ¿Por qué ha empezado a hacer tanto calor? Marilyn contrólate, solo te ha cogido de la mano, intentaba decirme. Sus ojos miraban los míos. Empezó a pesarme las patatas en el estómago.  Iba a vomitar de los nervios. Era guapísimo.

-A mí me gusta cómo te sienta este estilo tan desenfadado. Eres muy guapa. Deben decírtelo muchas veces.

De repente empezó a sonar el teléfono de Harry que se encontraba en mi bolsillo trasero. Lo saqué y miré la pantalla: Malik, se leía en él. La sangre empezó a hervirme.

-Cógelo- me dijo Josh. Negué y lo dejé en la mesa junto a la caja de la hamburguesa.

-No es importante.

-No pasa nada. Puedo esperar. Cógelo. –volví a negar pero el teléfono sonó de nuevo. Qué plasta es Styles, pensé enfada en mi cabeza. –Malik parece ansioso por hablar contigo –me dijo ¿Confundido?

-Un minuto, es solo un amigo.- mientras asentía coloque el teléfono en mi oreja. -¿qué quieres?

-¿Queenie?-oí desde el otro lado. Definitivamente esa voz áspera era de Harry.

-Ah Harry eres tú, ¿qué quieres? Estoy ocupada ¿sabes? Y si llamas para decirme cualquiera de tus mierdas más vale que cuelgues ahora. –estaba muy enfadad. Harry había estropeado mi cita (¿era eso un cita?) con Josh. Vale que solo me había cogido de la mano, pero ¿por ahí se empieza no?

-Tranquilízate nena. Que la que ha robado mi teléfono aquí eres tú.

-Si realmente te interesase tu teléfono ya lo habrías dado de baja y comprado otro. Tienes dinero de sobra. 

-Las cosas no van así preciosa. ¿No te enseñaron tus padres que robar es malo? Irás al infierno. –no dejaba de usar ese tono tan sarcástico que me ponía de los nervios. Nunca antes en mi vida había robado nada. Me pesaba en la conciencia haberle robado. Mis padres no me habían educado así pero en ese momento pensé que sería divertido que por una vez en su vida no todo fuese tan fácil para él. Fama, chicas, dinero… menuda mierda. Lo tiene todo al alcance de su mano con tan solo chasquear los dedos y pedir el deseo al genio de la lámpara, o para él, management.  Además fue gracioso oírle en los baños cuando habló conmigo por primera vez después de que se diera cuenta de que le había robado.

-¿No te enseñaron tus padres a hablar con modales ante las señoritas? No te dirijas a mí con ese tono de superioridad.

-No me dirijo a ti con ningún tono de superioridad.

-Sí.

-No.

-Sí.

-No.

-Sí- se echó a reír. –Deja de reírte de mí imbécil, esto es serio. –Josh me observaba con las cejas levantadas. Pude leer en sus labios como me preguntaba si todo iba bien, y asentí.

-No me río de ti, sino de esta situación.

-¿A qué te refieres?

-Pues a esto. Tú irritada por mi culpa y yo estropeándote la cita con ese maricón. Espero que sea su uniforme de preescolar porque tú no vas acorde con su rollo. Creo que no os habéis puesto de acuerdo con esto de la cita. Esos vaqueros ajustados te sientan de coña. ¿Puedo acercarme a observártelos mejor?

Me levanté de la mesa haciendo mucho ruido al arrastrar la silla por el suelo. Me giré y empecé a mirar a todas partes. ¿Cómo sabía Harry que estaba con Josh? ¿Cómo sabía que él iba en uniforme y yo con vaqueros? ¿Cómo sabía que estábamos en una cita? (si es que esto se podía considerar una cita).

-Marilyn ¿estás bien?-preguntó Josh levantándose de la mesa y mirando hacia todas partes igual que yo. – ¿A quién buscas?

Se acercó un camarero de Mc Donald’s vestido con su uniforme de trabajo y una gorra en la cabeza con el logo de la empresa. Llevaba una nota y me la tendió. De repente Harry colgó desde el otro lado de la línea.

-Es de parte de aquel muchacho de allí.- Señaló un cuerpo que iba vestido de negro, con sombrero y gafas de sol que me sonría desde el otro lado del cristal. Antes de que me diese tiempo de ir a buscarle, un coche con ventanas tintadas paró en frente suyo y subió marchándose y dejándome allí con una simple nota que decía: Espero que contestes a mi cita telefónica esta noche a las diez, preciosa xx H.

The Call- Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora