The Call- Harry Styles

Chapter IV

-Oh dios mío y Zayn… ¿le viste? y luego Liam… y Niall y ¿qué me dices de Louis? y Harry ha estado…-no conseguía entender a Kai. Todo el cuerpo le temblaba. El concierto había terminado y volvíamos a casa. Kai hablaba tan rápido que empezaba a asustarme por si por falta de aire iba a desmayarse. Mientras mi amiga seguía hablándome de cosas que yo misma había podido observar en el concierto, el teléfono de mi bolsillo vibró. Volvía a salir el número de Niall en pantalla. Me tensé. ¿Debo decirle a Kai que tenía el móvil de Harry? ¿Debo contestar?

-Kai ¿por qué no te adelantas un poco? debo atender me están llamando. –Mi amiga me miró extrañada, levantó su ceja izquierda y se acerco acechando hacia mí.

-¿Quién es? ¿Un admirador secreto tal vez? O ¿ese chico con el que hablabas en el concierto?-levantó seguidas las dos cejas haciendo un movimiento tan gracioso que se me escapó la risa.

-Exacto. Se llama Josh, y preferiría un poco de intimidad.

-Te espero allí-dijo señalando la parada de autobuses.

Cuando la vi alejarse saqué del bolsillo de mi chaqueta el teléfono y contesté.

-¿Ahora qué quieres?

-Y ¿tú quién eres?-respondió alguien que no era Harry. Tragué saliva.-¿está Harry contigo?

-Ahora mismo no está disponible-dije mientras me sudaban las manos. ¿Porqué estaba tan nerviosa? –Niall ¿no?

-El mismo… ¡eh Harry!-oh mierda, Harry está con él, pensé cuando al otro lado de la línea el irlandés llamó a Styles. –si tú estás aquí ¿con quién estoy hablando?

-¡Marilyn!-grito… ¿Harry?

 -Adiós Niall-y colgué el teléfono. Lo guardé de nuevo y caminé hacia Kai, quién me miraba de una forma muy extraña. 

-¿Por qué has tardado tan poco? La última vez que hablé por teléfono con un chico fue cuando Max lo dejó conmigo y la llamada no fue ni la mitad de corta quela tuya. Sabes, la mayoría de las adolescentes…  

-Josh no estaba disponible.- dije cortando a Kai.

-Tranquila hay más peces en el agua amiga.- pasó su brazo derecho por encima de mis hombros. ¿¡Qué?!

-Kai, acabo de conocerlo.

-Pero reconoce que te gusta.

-Es guapo, eso no lo puedo negar.- y junto a mi mejor amiga llegamos a casa hablando como siempre de cualquier cosa. Kai era una persona extraordinaria. Su cabello rubio y su belleza natural deslumbraba a cualquiera a su paso. Tenía cientos de graciosas pecas esparcidas por sus mejillas y nariz. Cuando se enfadaba conmigo y me echaba la bronca me paraba y las contaba. Era eso, o escucharla despotricar por horas lo mala amiga que era y lo culpable que debía sentirme.  Pero al fin y al cabo nos queríamos como hermanas. Kai vivía con sus abuelos. Sus padres murieron en un accidente de coche hará unos diez años, mientras iban de vuelta a casa. Kai apenas les recuerda. Solo tenía cinco años y medio cuando murieron, pero sí su hermano Thomas, seis años mayor que nosotras. Thomas vive con su esposa Lidia en Manchester y cada dos sábados viajan a casa de los abuelos de Kai para visitarla. Los abuelos de mi amiga son de lo más cariñoso. El señor y la señora Deagan son un matrimonio anciano con el que he crecido desde niña. Nunca me libré de una buena taza de té o de chocolate caliente con galletas de naranja caseras cuando pasaba a recoger a Kai o simplemente la iba a pasar un rato con ella.

Yo en cambio vivo con mi madre y mi padrastro Ben. Ben es médico y trabajaba en el hospital Royal Wolverhampton, solo que ahora le han trasladado a Londres por un tiempo parcial para que participe en una investigación buscando la cura idónea para la sífilis. Mi madre, Veronique, se enamoró de él solo verle. Se conocieron casualmente en un Satrbucks después de un tropiezo de película por parte del camarero que tiró el café de mi madre sobre la camisa de Ben. Ella insistió en pagarle la tintorería a lo que Ben se negó. Y una cosa llegó a la otra, y ahora hará tres años que se casaron. Ben no es un mal padre, aunque nuestra relación nos sea la más parecido a una de padre e hija. Es solo que nunca podrá parecerse a mi padre, Nicholas Parker. Mi madre al casarse se cambió el apellido por el de Ben, pero yo, después de luchar durante mucho tiempo, mantuve el de mi verdadero padre, mi héroe, la persona en la que mas confié.