El arte es esencial en la vida de Yamaguchi Tadashi, después de terminar la universidad con 23 años de edad, se dedicaría al arte y las esculturas.
Tsukishima Kei, estudiado en escritor, tratando de escribir una historia feliz y hermosa. Un final qu...
Siempre escucho una hermosa melodía mientras hago mis obras, es simple, me recuerda a ti ya tus mejores momentos que pude obtener de ti ...
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[❄️✈️💎]
La noche de graduación había terminado, Tadashi estaba completamente seguro de lo que haría esa noche. Camino un poco para acercarse al chico rubio con lentes que se colocaba su hermosa chaqueta color chocolate, con una bufanda del mismo color. El día invernal que hacía en esa noche, era un escenario perfecto para lo que el chico de pecas planeaba hacer.
— ¿Nos vamos juntos? —Preguntaron un par de pecas, y un ligero rubor en sus mejillas.
—Por supuesto. —El chico de lentes accedió.
Caminaron y caminaron, hablaron y hablaron, con risas y uno que otro sonrojo, llegaron a donde Yamaguchi quería llegar. Un lugar lindo en Miyagi, la luna brillaba en su más grande esplendor, una hermosa luna que realmente daban ganas de pintarla justo cómo está ahora. La luz de la luna bañaba los cuerpos de los chicos. El más alto y de lentes hablo primero.
— ¿Por qué llegamos aquí? —Preguntó mientras el pecoso admiraba la luna.
— Porque sé que ya no te veré más. — sin dejar de admirar la luna que con su luz dejaba ver las pecas, y los hermosos ojos del chico que estaba al lado de él.
— Pero existen los celulares. —Dijo con un ligero rubor en sus mejillas.
— No es lo mismo que verte todos los días y admirará tus ojos día con día. —Hablo dejando de ver la luna para ver al chico con lentes, que en realidad se miraba hermoso bajo la luz de la luna.
— Solo decía. —Dijo y volvió a ver la luna.
— La luna esta hermosa hoy ... ¿No lo crees? — Dijo Yamaguchi, con las mariposas al flote de sus emociones.
Las palabras simples que escucho de la boca del pecoso fueron como mil mariposas en su estómago. — Siempre lo ha sido.
La vista de Tadashi se desvió de la luna. Sus sentimientos han sido rechazados por la persona que quería, realmente se sintió mal. Se alegraba saber que mínimo así conservaría su amistad con el rubio.
—No crea que te estoy rechazando ... —Los ojos del pecoso se iluminaron y brillaron mirándolo. —Solo que siento que, si te decía que estoy en paz, rápidamente me abrazarías y me besarías ... —Era cierto, esas eran las intenciones de Yamaguchi, esas intenciones que había planeado desde que se anunció la graduación. —Pero si me besas ahora, no podré ir al extranjero. Me quedaría a tu lado y no dejaría que fueras a Tokio. —Dijo mirándolo directamente a los ojos, como si dijera lo siento en cada una de sus miradas.
—Lo sé, y no me molestaría, ni en lo más mínimo. —Se acercó a él para abrazarlo por encima de los hombros. Kei tomo la cintura del chico que lo abrazaba.
