Capítulo 10. El deseo es más fuerte

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Serkan estaba en la habitación de ella mirando todo. Caminaba de un lado a otro, analizando la habitación, la cama, los colores todo, ella seguía siendo aquella mujer sencilla y original que conoció, su habitación seguía igual, hasta el cuadro con su cara y los dardos seguían ahí, la habitación tenía impregnado el olor a ella, tenía todo de ella y Serkan se sentía cómodo. Mientras caminaba vió en la mesita el libro del principito, la edición que él le había regalado y lo agarró en sus manos y abrió el libro, una foto cayó al suelo era, la foto de ellos dos abrazados en el balcón cuando estaban con lo del compromiso falso y Melo y las chicas pensaban que Serkan regresaría con Selin.

Eda llevaba la bandeja con el café y algo de pan, cuando vió que Serkan estaba parado viendo el libro y mirando la foto con una sonrisa, ella se le encogió el corazón él estaba sonriendo por una foto antigua, además que estaba mirando y tocando todo, ella vió que él agarraba un blusa de ella y la olía y disfrutaba hacerlo, ella con ese simple gesto le entró calores, él se veía tan hermoso haciendo eso, y su brazo y sus venas se marcaban perfectamente, ella no sabía si aguantaría o sí él lo haría también.

E: Serkan listo todo... - dijo disimulando y mirándolo sorprendida.

S: Eda yo... - soltó todo muy nerviosamente y la ayudó con la bandeja.

E: ¿Que estabas haciendo Serkan? - dijo indiganda aunque por dentro se estaba riendo.

S: Yo solo estaba viendo tus cosas, pardon, no era mi intención ofenderte - desvió la mirada con nerviosismo y se tocó la nuca.

E: ¿Te gustó lo que viste? - respondió algo coqueta pero seria.

S: Mmm no vi mucho en verdad, solo observé que eres la misma que conocí, muy original tu - la miró fijamente y un poco más tranquilo.

Se sentaron y comenzaron a hablar de todo, lo que le había dicho Kiraz, aunque no le contó todo con exactitud solo lo que hablaron, el motivo por el que se escapó, más no que Eda sentía aún algo por él, eso por el momento se lo guardaría para él. Eda lo miraba atenta a todo lo que él decía y sentía que en verdad quería besarlo, quería lanzarse pero no sabía como y además estaban en su casa, pero había ventaja la tía se había ido y Melo no estaba, podía aprovechar nadie se daría cuenta, pensó ella.

Serkan también tenia su mirada fija en los labios de Eda, era tan tentativa su boca que no podía concentrarse del todo así que intentó tomar algo de café pero ya se había acabdo. Ella se fijó y se acercó a él y le puso un poco más de café, el levantó la cabeza y quedó a unos pocos centimetros de su boca, trago fuerte y se quedó embobado viendo su boca. Ella sonrió al ver que los ojos a Serkan se le oscurecían y no se movió esperando a que él diera el primer paso, pero para ayudarlo se mordió el labio inferior y le pregunto bajito si quería más pan.

Pero Serkan no respondió se levantó de golpe y quedó mucho más cerca, la miró y su deseo pudo con él, la besó apasionadamente. Eda le correspondió el beso y lo intensificó más al agarrarle por el cuello y pegarlo más a ella. Sus lenguas empezaron a jugar entre ellas, él le mordía el labió inferior y ella gemía en su boca, se separaron para poder respirar bien. Serkan miró hacía la puerta porque estaba entre abierta, Melo había llegado y vió el beso pero decidió irse a su habitación, hacerse la loca y no interrumpir. Eda también miró la puerta y caminó hacia ella, se paró y miró a Serkan. Cerró la puerta y le puso llave para que nadie pudiese entrar, Eda tenía el deseo muy elevado y no estaba dispuesta a quedarse con las ganas y menos después de un beso así.

Serkan caminó hacía ella con una mirada oscura en deseo, se acercó y puso su brazo en la cintura y la pegó a él, con la otra mano le acarició la cara y la besó de nuevo, ella gimió en su boca y su lengua empezó a jugar de nuevo. Profundizó más el beso y él la cargó en sus brazos y la llevó contra la pared. Ella enredó sus piernas en la cintura de él y sintió como Serkan se ponia cada vez más duro. Él le arrancó la blusa y ella hizo lo mismo, él empezó a besarla y a mordela por el cuello.

No Tocaré Tu Puerta (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora