Capítulo 11:Noche de recuerdos.

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16 de agosto 22:00
No nos dejaban entrar a ver a Liam y a mi hermano y a los chicos les quedaba mucho tiempo en el hospital con las pruebas de compatibilidad y con buscar a alguien o algo que nos dejara verle. Yo quería quedarme con ellos pero mi hermano le dijo a Harry que me llevara a casa. 
No hablamos mucho por el camino, habíamos tenido todos un día de mierda y a nadie le salían palabras y otro tema que sacar. Me dejó en casa después de darme un beso y darme las buenas noches y entré en casa.


Según abrí la puerta de casa no pude evitar llorar, no aguantaba más, no podía creer lo que estaba pasando, no me entraba en la cabeza que la persona que amaba en este mundo podría no estar más y que podría ocurrir en pocos días, pero me niego a que eso ocurra; me niego a que me abandone, a que no pueda ver su puta sonrisa todos los días y como se le achinan los ojos al reírse, sus abrazos, sus tonterías que hacía para animarme, las noches en que dormía conmigo para protegerme, las veces en que notaba que no estaba bien y me llevaba a un lado de donde estuviésemos para tranquilizarme o saber que me pasaba... Joder que no puedo seguir sin él, es mi puta vida, es esa persona que cuando te hundes te da la mano para que salgas, esa persona que te da un empujoncito para que sigas adelante en la vida, es todo lo que podría desear cualquier chica.


Seguí pensando todo esto mientras me dirigía a mi cuarto y ahí observaba fotos que tenía en mi estantería, fotos con los chicos, con mi hermano, con él... Sonreí al ver las fotos y varios recuerdos que tenía en la estantería. Luego me dirijo al armario para coger una chaqueta suya que me había regalado hace tiempo, todavía, aunque pareciera imposible, olía un poco a él, a esa esencia tan única e imposible de imitar. Me la puse y sentí como si una parte de él estuviese conmigo. Me acosté en la cama en posición fetal y empecé a tocar poco a poco la chaqueta, como si la acariciara.

Mientras estaba en mi cama, empecé a recordar muchas cosas, recordé cuando éramos pequeños, cuando todavía vivía con mi tía y mi hermano y los chicos iban a nuestra casa, cuando nos independizamos y compramos esta casa, cuando ellos estaban en el instituto y yo en colegio…recordé muchas cosas, sobretodo pequeñas cosas con Liam, desde siempre había tenido algo especial con él, algo que no puedo describir.

Lo más lejano que recuerdo es el día que mi hermano me presentó a los chicos, me acuerdo que los había conocido en el colegio y mi hermano me los presentó en el parque al día siguiente. Teníamos 5 y 7 años:

“-Hola me llamo Liam, ¿y tú?

-Yo Ashley. Me gusta tu nombre

-Y a mí me gustan tus ojos y tu nombre. ¿Vamos a los columpios?”

Sonreí al recordar eso porque era muy lindo desde pequeño. También me acuerdo de que después de decirme eso me tendió la mano y fuimos a los columpios y me columpió mientras hablamos de cosas de niños.

El siguiente recuerdo que me vino a la mente  fue cuando tenía unos 8 años y por lo tanto él 10, recuerdo que estábamos en la playa, estábamos jugando en la arena y nos pusimos a hacer un castillo de arena. Luego vino un chico mayor que nosotros y nos lo destrozó. Entonces yo me puse a llorar porque nos había costado hacerlo y pues él me dijo que no pasaba nada, que él volvería a hacerlo, que quedaría como antes.

Desde pequeño era tan caballeroso, tan buena persona, tan amable…tan él. Enamoraba. Mucho. Demasiado. A decir verdad parece que llevaba toda la vida enamorada de él, pero fue hace como un año o unos meses que me di cuenta, que me di cuenta de los sentimientos que tenía hacia él era más que amistad, más que fraternidad, eran de amor, de loca enamorada.

Otro recuerdo que me vino y no sé porque, fue cuando yo tenía 13 y el 15,recuerdo que me había contado que le gustaba una amiga mía que estaba en su clase y que estaba locamente enamorado de ella, y yo, como buena amiga fui a hablar con mi amiga a ver si esta también estaba enamorada. Me acuerdo que me dijo que sí y yo pues fui corriendo a decírselo a Liam y este me respondió con un “gracias pequeña” que fue acompañado de un beso en la frente y un abrazo y luego salió corriendo a buscarla cual drogadicto buscando su dosis.

The hard lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora