ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ [1/2]

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sᴅɴᴘ ǫᴄᴅᴘ 2.1

El mundo se había vuelto rosa y rojo, blanco y plateado y dorado. Incluso el tipo de la esquina y la 34 que canta para vender agua embotellada a los conductores que se suben a la autopista fue eclipsado por una estructura temporal que se sumergía a mitad de camino en el carril de giro a la derecha y que estaba colgado con osos blancos de gran tamaño que llevaban corazones rojos y rosas alrededor de sus cuellos, envueltos en plástico contra el tubo de escape del coche, como los premios de un puesto de la feria estatal. Y todos los días desde la afluencia de rosas y rojos, en el fondo de mi mente he sabido que tenía que tomar una decisión. El tipo de decisión que, incluso después de más de un año de estar con Tae, hace que me duela el estómago y me suden las manos:

¿Se suponía que hiciera todo esto del Día de San Valentín?

Nunca antes había notado la fiesta, más allá de registrar vagamente pequeñas botellas rosadas y rojas de ese horrible licor con sabor a canela en una pirámide en la caja de la tienda de licores. Ya no es que fuera a las licorerías.

El año pasado, no lo pensé y Tae no lo mencionó. Pero, ¿fue porque las cosas eran tan nuevas entre nosotros, o porque no le gustaba? No tenía ni idea. Le gustaban las fiestas en general. Navidad y Acción de Gracias y cumpleaños y toda esa mierda. Supongo que con una familia que las celebra a todas y hace comida deliciosa para ti, ¿por qué no te gustarían?

Pero este año, me había dado cuenta. Y una vez que se me metió en la cabeza, no podía dejar de pensar en ello. Pensando en cómo sería ser una persona que le diera una tarjeta de San Valentín a su novio. Y, sí, la palabra con 'n' todavía me hacía sentirme mal y sonreír al mismo tiempo. Como... como una... ¿llorisa*? Lo que sea.

>>Llorar y sonreír<<

Me levanté temprano esta mañana para correr antes que Tae se despertara, y fui directo al taller. En el proceso de mis renovaciones del año pasado, puse una ducha en la oficina principal. Técnicamente, era una ducha para materiales peligrosos, diseñada para eliminar productos químicos y materiales tóxicos en caso que el depósito del refrigerante de alguien explote o algo así, pero era agradable poder tirar una muda de ropa en mi mochila y hacer una larga carrera, terminar allí y ducharme antes de comenzar con los autos. Y era muy agradable poder llegar a casa sin apestar a aceite y cubierto de grasa porque a veces a Tae le gustaba abalanzarse sobre mí tan pronto como entraba por la puerta. Quiero decir, no era la única razón por la que me duchaba. Pero seguro que no hacía daño.

Me tomé otra taza de café y le envié un mensaje a mi mejor amigo, Siwon. Estaba casado, así que debería saber de esta mierda, ¿no?

Amigo, escribí, viene el ASUNTO de San Val. Que mierda hago.

Sorbí el café demasiado fuerte por un minuto, jugando impacientemente con mi teléfono para ver si me respondía el mensaje.

Cuando pasó un minuto sin nada, envié otro. Este para mi hermano, Seokjin. Nuestra relación era... complicada, pero desde que él y su compañero Nam se mudaron a Taebaek el año pasado, hemos estado tratando de hacer que la mierda funcione. Todavía me sentía culpable por lo malo que había sido con él cuando era más joven, y cómo mi temor de que terminara lastimado me había llevado a ser una mierda de hermano cuando me di cuenta que era gay. Bueno, bien, miedo que se lastime y desesperación porque nunca se enterase que yo también lo era.

A Seokjin, le escribí: ¿Tú y Nam hacen lo del día de San Valentín? ¿Eso es algo que hacen los gays? ¿Debería conseguir algo de Tae? Como... ¿qué debo conseguir?

Acababa de renunciar a que S o Seokjin me sirvieran de algo y estaba a punto de enterrarme en una reconstrucción de transmisión, cuando sonó mi teléfono. Como las únicas personas que me llamaban eran Tae y Seokjin, lo cogí enseguida. Era Seokjin, probablemente decidiendo que no quería molestarse en tratar de entrenarme sobre esta mierda a través de un texto.

ᴀᴍᴅǫᴘ • sᴅɴᴘ_ᴠᴍɪɴ ||ʟɪʙʀᴏ 2||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora