Un nuevo año escolar,nuevos compañeros, nuevos profesores, nuevas oportunidades y sobre todo la decisión de obtener las mejores notas, eran ideas que inundaban a un chico pecoso y peliverde de 17 años llamado Izuku Midoriya.
Iba de camino al colegio, era su primer día de clases y estaba realmente nervioso ya que no podía parar de imaginar los escenarios y las situaciones que presentaría ese año, la gente solo podía observarlo con algo de miedo y confusión al ver cómo a aquel chico se le podía oír murmurar sin parar, pero que más podría hacer?
Quería estar preparado para todo, se había decidido que este año se dedicaría solo a conseguir un promedio alto, lo suficiente para ir al último año y graduarse con una buena nota, pero para lograrlo decidió que lo mejor sería no relacionarse con sus compañeros, hacer amigos no era una opción, para Izuku era agradable tener alguien que te escuché y con quién pasar el rato pero al tratar de encajar en algún grupo le producía tanto estrés ya que era algo tímido y se le hacía difícil relacionarse de una manera normal, por ello no sé permitiría tener la mente ocupada en otra cosa que le pudiera perjudicar, ya que empezaría a descuidar sus estudios, y por lo tanto afectaba directamente a sus notas, eso fue lo que le ocurrió el anterior año, pero este sería diferente.
Estaba completamente decidido a rectificar sus errores
Apenas llegó a su salón pudo notar que habían pocos estudiantes, pero no le pareció extraño ya que el primer día de clases casi nadie asistía, simplemente daban pequeñas indicaciones y presentaban a los profesores de sus respectivas materias, aún así al peliverde no le molesto asistir ese día ya que para el era muy importante conocer el tipo de profesores que tendría y sus métodos de enseñanza, esto podría ayudarle a crear estrategias para no complicarse el año escolar.
Al acabar su primer día fue presuroso a su hogar, no quería tener que relacionarse con sus nuevos compañeros y ellos al parecer eran los típicos chicos que ven a alguien solo y se lanzan ha hacer amigos, no le quedaba más que huir.
Al siguiente día pudo notar que a comparación con su primer día el salón estaba mucho más lleno, en un pequeño instante pudo identificar los grupos que ya estaban establecidos, desde un pequeño grupo de dos que tenían aura de ser muy aplicados a un grupo más grande de chicos algo revoltosos y alegres, sabía que lo mejor sería ignorar a ambos, no quería llegar a ser algún intruso o ser considerado una amenaza que debía ser aplastada.
Al dirigirse a su asiento que había elegido el día anterior, se dió cuenta que alguien más ya lo ocupaba, un chico rubio con un mechón negro, estuvo a punto de decirle que ese era su lugar pero eso indicaba que tendría que dirigirle la palabra, se podía observar a simple vista que era un tipo muy alegre y amistoso.
Tenía dos hipótesis de como reaccionaria aquel chico, podría ser que si le llegara a caer bien aquel pelirubio intentaría relacionarse mucho más a tal grado de entablar algún tipo de amistad, lo cual no quería, o el chico simplemente pasaría de el y ya, pero el peliverde decidió no arriesgarse.
Tomó un asiento al azar, ya no le importaba mucho, solo quería mantenerse al margen de todos.
Justo cuando la campana de entrada sonó, un pelinegro con apariencia muy cansada paso por la puerta dando a entender que el sería su tutor a aquellos que no vinieron el primer día y no pareció molestarles.
—Tomen asiento que las clases van empezar— decía el tutor de la clase mientras se dirigía a su escritorio a sentarse.—Para los que no me conocen soy Aizawa shota, seré de nuevo el tutor de este curso y su profesor de sociales—
Todos en la clase lo conocían, ya que el anterior año le habían asignado el cargo de tutor a esta clase.
Izuku no lo conocía sino desde ayer, ya que el pasó su primer año en la clase 1B, era un buen curso pero no en lo que cabe la palabra, razón por la cuál el peliverde decidió hacer todo lo posible para cambiarse de curso.
Todos allí ya se conocían a excepción del peliverde, era el único nuevo y eso le hacía sentirse muy incómodo.
—Puedo ver qué el grupo revoltoso de siempre está reunido, así que vamos a reorganizar el orden en el que están sentados, recojan sus cosas y pasen adelante, conforme vaya nombrando van pasando a sentarse en el puesto que les asigne—.replicó Aizawa con voz de mando mientras sacaba la lista de alumnos y recibiendo obediencia de sus estudiantes aunque algo preocupados por el lugar en el que tendrían que pasar sentados el resto del año.
Iba nombrando uno por uno y señalando el lugar que debían ocupar, así fue por unos minutos, dejando al final a aquel pequeño peliverde.
—Bueno chicos como pudieron darse cuenta tenemos un nuevo estudiante, ayer no lo presente ya que sabía que la mayoría no iba a venir y hoy casi lo olvido, así que espero sean amables con él—.Aizawa dijo sin más mientras hacía una seña a Izuku dándole a entender que tenía que presentarse.
—he...me llamo Izuku Midoriya y es un placer pasar este año con ustedes—. Fué lo único que se le ocurrió decir en ese momento, estaba completamente nervioso, cuando entró a clase claro que sintió una que otra mirada y las ignoró lo más que pudo, pero ahora eran muchas y demasiado intensas, así que sin más fue presuroso a sentarse en el único asiento que estaba disponible y que obviamente estaba asignado para él, pero no pudo evitar fijarse en aquel chico que estaba sentado atrás.
El chico tenía sus ojos algo inusuales, ambos eran de diferente color, al igual que su cabello, era algo extraño pero le quedaba bien.
Aquel chico era atractivo
De pronto, sintió una corriente cálida desfilar por todo su cuerpo...por una milésima de segundo sintió la enorme necesidad de buscar algo, tenía una pequeña idea de lo que era y no tardó mucho en encontrar la.
Una mirada
Una mirada tan intensa y penetrante, aquella mirada de un chico cenizo sentado frente a su pupitre le había hecho perderse en un mundo de fantasía.
Aquellos ojos rojos cuál carmín con pequeñas y abrasadoras llamas que bailaban en sus iris le observaban tan detenidamente tanto que producían en izuku un extraño sentimiento, no sabía cómo describirlo solo sabía que desde ahora el rojo anaranjado era su color favorito.
Holaaaa guap@s!!(≧▽≦)
Este es el primer capítulo, y pues como verán este no es tan largo que digamos
Este sería casi como la introducción jaja
Cómo dije hoy voy a subir 2 capítulos y pues el prólogo no cuenta jajsjs xd,
Bueno es la 1 AM y tengo mucho sueño así que sin más me despido byee!! (✿^‿^)
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Un amor que perdura [katsudeku/bakudeku]
RomanceDicen que el verdadero amor lo puede todo y hace que el ser humano cambie y mejore de una forma maravillosa. Un amor que perdura para toda la vida Está historia trata sobre el amor casi imposible de Izuku midoriya un chico dulce y alegre; y su amig...