✨Cállate Gambino✨

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-¿Listo para esta noche, perro?.-exclamo Carlo desde el marco de la puerta.

-¡Por supuesto cara pinga! Esta noche me como una buena verga.-dijo Toni de forma ironica, recibiendo una risa de Carlo como respuesta. No era para menos, era su primer descanso en semanas. Pasarían un rato en el Vanilla o eso esperaban. El teléfono comenzó a vibrar. Toni lo cogió para ver quién llamaba.

-Ostia, pero si es el xino.-dijo contestando al instante.

-Je, je, je. Que pasa poni, ¿dónde e'tan? Llevamos rato espelandolos.

-Pero bueno xino. Estoy esperando a que Carlo termine de arreglarse. Estamos en 10 minutos.

-Muy bien Poni. Tengo que hablar unas cosas contigo. Nos vemos pronto.

La llamada finalizó, dejando a un curioso Toni. Carlo estaba listo, así que salieron. Tomaron su querido Mercedes: marcaron ubicación y arrancaron. Fue cuestión de minutos para llegar a aquel sitió. Estacionaron y cerraron el auto; entraron al Vanilla. En una mesa se podía observar a sus amigos ya sentados.

-Joseeee Perraaaaa.-exclamo Carlo. De inmediato tomo la atención de los ya llegados.

-Y ya volvemos con eso, ¿pero que les eh hecho? Dios mío...-exclamo un confundido Jose.

-Es de buena suerte.-exclamo el mayor de los Gambino.

-Perro si son los Gambino.-el peculiar asentó Ruso se hizo notar.

-Ya lo veo igor.-dijo el asiático.

-Ya que estamos todos aquí, ¿Podemos pedir algo? De verdad quiero ir a hablar con esas señoritas de allá.-dijo señalando con el dedo índice a las bailarinas que estaban en el escenario.

-Abogado warro.

-Abogado lechoso.-los insultos no se hicieron esperar, acción que era muy normal entre los amigos.

-Yo solo decía, llevamos aquí un rato y yo quiero ir y comerme un buen culo.-exclamo en tono de escusa.

-Calmate que te meto un tilo eh Salinas.-el asiático fijó su mirada en el abogado, el cual solo tragó saliva.

-Ven poni, quielo hablal unas cosas contigo.-se levantó y camino a la puerta para entrar a su despachó-¿Que espelas bobo?.-dijo asiendo le una seña a Toni. El pelirubio de inmediato camino siguiendo los pasos del chino. Entro por la puerta y camino asta el despacho. Al entrar el chino le indico que se sentara en el sofá, paso seguido cerró la puerta con seguro. Se recargo en su escritorio viendo directo a Toni.

-Poni, poni, ¿me podlias decil dónde estuviste ayel pol la noche?.-su voz era intimidante, una buena señal de que estaba enojado.

-Emmmmm...-los nervios de Toni se hicieron presentes-¿Paso algo ayer en la noche?.-dijo mientras trataba de alargar el tema.

-Te lo voy a preguntal una ves ma' Poni, ¿dónde mierda e'tuviste ayel por la noche?.-sus ahora cruzados brazos solo dejaban ver lo enojado que estaba.

-Estuve en casa de Salinas...-dijo clavando la mirada en el suelo.

-Bien Poni, ¿que paso en casa de Salinas?.

-Bebimos.

-¿Bebielon? Eso ya lo se bobo, quielo que me digas que más paso. Y no quielo mentilas.

Eres mío Poni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora