❛I hope you'll still be there❜ ๑ hopev

y si te como a besos, tal vez, la noche sea más corta...

El camino hacia la tienda de conveniencia no es nada corto, a decir verdad. Taehyung sostiene con fuerza la bolsa que lleva algunos cuantos tragos que se llevaron unos dólares de su billetera, realmente necesitaba conseguir un nuevo trabajo si quería seguir dándose este tipo de gustos. Si es sincero, el sabor del alcohol le hace hacer mohines y siempre le deja en una situación nada favorecedora. Para ser exactos, él siempre terminaba llorando en su habitación de alquiler por sentirse insuficiente para cumplir las expectativas de sus padres, además tenía que apagar el celular antes de tomar por las noches, de lo contrario, haría un desastre. Nada agradable. Le habían dicho que 'salir del clóset' no sería tan malo, pero tal vez fue muy ingenuo. ¿Qué esperaba de sus padres estrictamente conservadores?, ¿acaso esperaba como reacción que ellos trajeran globos y serpentina para celebrar la buena nueva? Dios, en qué estaba pensando. 

Una lágrima cae, tal vez es el cielo que empezó a llorar. Últimamente no sabe si llora de rabia o tristeza, puede ser un poco de ambos. 

—Sube. —La voz ajena le hace dar un leve salto por la sorpresa—. Vas a mojarte, ha empezado a llover. Llevo viéndote más de cinco minutos caminar, patéticamente, por la acera. ¿Qué estás haciendo? 

Asombroso. De todas las personas que podía encontrarse el día de hoy, en este preciso momento, tenía que ser Jung Hoseok... ¿Había hecho algo malo para merecer esto? Tener que encontrarse con este idiota que lo tiene todo cuando él ya no tiene nada. Intenta contener su molestia luego de rebobinar y darse cuenta de que Jung le ha llamado, de forma ímplicita, patético. No se esperaba menos de este idiota, sin dar tanta vuelta.

—¿Me escuchaste? Vas a enfermar. 

"Cállate, no importa", quiere decir Taehyung. ¿Pero realmente no lo hacía? Estaba empezando a tiritar y, el vino que había bebido hace unos minutos, le hace sentir un poco somnoliento. Demasiado cansado como para caminar más o siquiera molestarse en dar una buena respuesta. 

—¿Qué haces por aquí? —Es lo que decide preguntar, mirando con cierta sospecha al hombre enfrente de él. Gran inicio. 

—Te lo diré cuando subas, aunque seguro lo sabes. —Hoseok sonríe levemente, se pregunta si es que luce cansado. Probablemente sí: el trabajo le mantuvo en la oficina hasta altas horas de la noche. 

—Bien... —murmura, aún con cierta incomodidad. No había planeado que este día termine de esta manera. Bueno, un aventón a su departamento no le vendría mal. 

Cuando Taehyung sube al auto puede detectar el aroma a... limpieza, un auto muy bien cuidado. Hace un gesto cuando, de pronto, Hoseok decide arrancar. El parabrisas hace su trabajo y las luces del semáforo se ven como manchas de acuarela a lo lejos, Taehyung no puede asegurar si es a causa de la lluvia o a sus recientes lágrimas traicioneras. 

—Así que... ¿quieres contarme qué te tiene en este estado? —Hoseok pregunta, mirando de reojo a la persona a su lado. El muchacho luce un poco perdido, su cabello ligeramente despeinado y sus labios lo suficientemente agrietados (probablemente por los fuertes vientos que hay afuera). 

—¿Por qué siquiera te importaría? —A menudo Taehyung no es así de maleducado. En realidad, puede decir que no lo es. Pero hoy no está de humor, además, el alcohol le quita el filtro. 

—Bueno, eres el hijo de uno de los socios más importantes de la empresa de mi padre. Es un poco de empatía también, hombre. —Una risa ligera escapa, eso reduce un poco la tensión—. Sé que no somos los mejores amigos que podrían haber, pero solo busco ayudar. 

—¿Qué te hace pensar que necesito ayuda? —Es su respuesta, e incluso él sabe que suena a la defensiva. Debería detenerse con este ridículo papel de la persona incomprendida.