me miras como si supieras lo que hay en mi corazón

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Nunca cambió el sujetador de las cortinas de la sala de estar, supuso que no era realmente necesario y mucho menos sustancial, ya que no le daba un buen uso. Sin embargo, aquí se encuentra, renegando sobre el que tiene ahora, un poco maltrecho por la mudanza (asume que es eso, pues no imagina otra razón para que el artículo se haya deshilachado por partes). Lo lanza hacia un lado y suspira sonoramente, no suele tener estos arrebatos, pero su paciencia se ha ido a la mierda hace como... dos días. Sabe que no es ideal que se hunda en este estado naciente de la tensión acumulada en los hombros, pero no está del humor preciso para pensárselo demasiado. Al estar a cargo de la empresa familiar, no cuenta con mucho tiempo de sobra y es únicamente en su departamento que se le permite ser un desastre abatido y cabizbajo (y frustrado como el carajo). Al menos puede decir que solo lanzó la pequeña cosa y no la pateó, no estaría muy orgulloso de tener más arrebatos.

Hoseok vuelve a suspirar, sentándose sobre el mueble. No quiere ser esta persona, pero ciertamente tampoco puede hacer algo para mejorar su estado de ánimo. Ha tratado de tomarlo con calma, la reciente separación bien podría haberle hecho hacer más tonterías, pero la edad ha sido de gran ayuda para mantenerse a raya (en un gran porcentaje, por lo menos). Frota el puente de su nariz, pensando en los últimos dos días, automáticos a más no dar. De casa al trabajo, del trabajo a casa, saturándose más de lo normal para mantener la mente ocupada y no detenerse a sobrepensar. Busca ser comprensivo y paciente, no quiere ser invasivo y es por eso que se mantiene en lo suyo, siguiendo la rutina y pretendiendo que no quiere ir y besar a Taehyung delante de todo el jodido personal del piso en el que se encuentran, a la mierda las opiniones diversas. No lo hace, por supuesto, incluso si sus deseos por decir sin dudas que ese muchacho pertenece en sus brazos y a su corazón están a un nivel elevado, no lo haría porque entiende que eso podría dañarle. O algo parecido.

Es consciente de lo aterrado que está Taehyung y, aunque no se da ha dado el tiempo suficiente para indagar la razón, cree saber cuál es, lo que solo le fastidia más. Se ha tomado un tiempo para intentar sanar la herida recién hecha, sin embargo, no piensa quedarse de brazos cruzados. Moverá sus fichas, es lo cierto, no está dispuesto a permitir que existan piedras en el camino antes de recuperar a su chico (si es que este se lo permitía, claro). Pero entonces vuelve a lo mismo, no es él quien debe zambullirse en el asunto, al menos no de más. Es necesario darle un tiempo a Taehyung para que asimile el peso de la relación y, más allá de eso, sus miedos sobre la misma. Ama al muchacho, lo hace, no tiene por qué ser un secreto: está orgulloso de sus sentimientos pese a lo complejo que fue aceptarlos desde que arrancaron. Aun así, en este punto crucial, ha llegado a la conclusión de que ahora es momento para que Taehyung se atreva a dar el salto de fe, dejando atrás sus posibles dudas y temores, aquello que no le permite intentar comprobar que la vida no siempre tiene un precio ni una jaula.

El timbre de su piso suena y de pronto oye una voz a través del intercomunicador. Parpadea confundido, pero presiona el botón que permite que el portón principal del edificio se abra por breves minutos. Tras un momento, oye golpeteos en la puerta de su departamento, así que no tiene más opción que darle la cordial bienvenida al inoportuno.

—Te ves terrible, qué carajos ha pasado contigo. —Es lo primero que oye en cuanto la puerta está abierta—. He tratado de contactarme contigo desde ayer.

—Sí, bonita tarde para ti también —responde, con muy poca gracia pese a su intento por sonar animado. Yoongi le dirige una mirada poco sorprendida y se encoge de hombros—. No he estado revisando el celular, tengo otras cosas más que hacer, sabes.

—¿Sí?, ¿y esas cosas tienen que ver con algún concurso de disfraces o algo así? —suelta, entre la risa y el desconcierto—. Luces como un puto zombie, hombre —continúa. Aunque ha querido bromear en el camino, ciertamente le preocupa el estado de su amigo en una medida considerable.

❛I hope you'll still be there❜ ๑ hopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora