el cielo está cansado ya de ver la lluvia caer

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La conversación entre ambos había sido bastante necesaria. Decidieron ir con calma, respecto a sus familias y el resto de gente en sí. Hoseok le había dicho a Taehyung que se encargaría de su parte, que él no tenía que preocuparse, así que de alguna manera Taehyung se sintió más aliviado, confiando plenamente en el otro. Mantener distancia dentro del trabajo pudo haber sido más difícil si es que no hubieran tenido miles de cosas por hacer que les dejen sin el tiempo suficiente para tontear, la semana pareció ser más corta de lo normal. Aunque Taehyung agradeció por la carga de deberes que no le permitan sobrepensar detalles de la situación actual, aún se encontró debatiéndose más de una cosa cuando llegaba a casa o incluso mientras Hoseok le besó con ese cariño suyo que le posee.

Es difícil no hacerlo, el casi descabezarse gracias a... todo. Sin embargo, había decidido tomarlo con la mejor de las actitudes, no iba a permitir que las circunstancias arruinaran su estado de ánimo. El trabajo iba bien, había superado más de la mitad de los 'problemas' en su vida personal y de su relación con Hoseok no podía quejarse en absoluto, pues no había día en que Hoseok no le hiciera sentirse amado. Le asustaba, a veces, que hubieran minutos en donde no podía quitarse de la mente todos los momentos que pasaban juntos. Si años atrás le hubieran preguntado qué era enamorarse, probablemente se hubiera quedado en silencio porque él todavía no lo sabría, pero ahora... ahora el que se quede callado tendría otra razón: el no saber cómo resumirlo en unas cuantas oraciones.

¿Que si el amor era raro? Al carajo, sí, lo es, tanto que le hace reírse a las dos de la madrugada mientras Hoseok besuquea su cuello, o le hace mirar constantemente el reloj durante la última hora de trabajo. Describiría el amor como locura, de la buena y aceptable, de la que te hace pensar que está bien tener sexo de noche cuando tienes que madrugar para cumplir tus responsabilidades, o hacerlo en la ducha cuando solo quedan 20 minutos para tu hora de entrada al infierno (tu empleo te está llamando).

—Te llevaré hasta el edificio hoy, no voy a aceptar un no por respuesta. —Hoseok le avisa, el ritmo de su respiración empieza a regularse y Taehyung solo entrecierra los ojos, pensándolo.

—¿Te sientes mal por haberme desarmado en plena mañana? —bromea, tentativo. El agua cae sobre su espalda sensible y no puede sentirse más divertido que nunca. A veces le resulta hilarante lo mucho que Hoseok puede preocuparse por él—. Puedes dejarme donde siempre, llegaré a tiempo.

—No quiero que camines en vano. Puedo llevarte, una sola vez no debería ser motivo de sospecha o alguna mierda parecida —dice, haciendo una mueca de desagrado. Taehyung ríe bajito, Hoseok siempre resultaba fastidiado con el detalle de la discreción a mantener. Siempre le encontraría calmado, pero cuando hablaba de eso, no—. Muchos saben que nos conocemos de alguna manera, nuestras familias han estado relacionadas en algún momento. Que te lleve una vez no debería importarles.

—Claro. —Taehyung se rinde y le da la razón, Hoseok tiene un punto. Sí, estaría bien por hoy—. ¿Te han dicho alguna vez lo terco que puedes ser?

—Pocas —responde, riendo cuando su novio le da una mirada desaprobadora—. ¿Vas a regañarme? —bromea, enrollando una toalla en su cintura—. Te dejaré hacerlo, pero después de subir al auto. Se nos hace tarde.

Taehyung sonríe mientras ve cómo Hoseok se marcha hacia la habitación, probablemente para vestirse con una velocidad bestial (que es sorprendente porque siempre termina impecable y casi sin arrugas en la camisa, y debe admitir que envidia eso). Sale de la ducha, intentando quitar un poco el agua de su cabello con una toalla, lo ha dejado crecer un poco, así que ahora las ondas resaltan más. Mientras está en esa labor, se ve al espejo sobre el lavabo y no puede evitar fijarse en las marcas debajo de sus clavículas y pecho. Alcanza su celular sobre uno de los estantes —en donde se supone solo deben ir toallas— para ver la hora, y se sorprende cuando ve que tiene un correo. No es spam, así que, aún extrañado, presiona la notificación. Siente un vacío en el estómago, como cuando terminas subiendo a uno de esos juegos extremos que te elevan por los aires y te revuelven las entrañas. Vuelve a leer el mensaje, como si eso hiciera que el contenido cambie mágicamente.

❛I hope you'll still be there❜ ๑ hopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora