Capítulo IV-Mal trato de la hija del demonio

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París, Francia...
En un hospital se encontraba alguien cuya vida estaba atada entre máquinas y medicamentos lamentablemente en un estado de coma...no saben si sobreviviría o moriría...Adrien Agreste, se conoció lo que hizo Marinette y quién era ella en realidad pero no podían hacer nada contra ella.

Adrien estando en coma en el hospital fue lo que a muchos les dolió sobretodo a Gabriel Agreste, sus ex compañeros siguieron visitando a Adrien en el hospital y todos se culpaban...sobretodo Alya y Chloe...Lila en otro caso quería venganza contra Marinette.

Alix se fue afuera del hospital y empezó a caminar a casa molesta por lo que pasaba se culpaba a si misma y a los otros pero en mucha parte a ella misma hasta de empezó a escuchar ruidos por miedo empezó a correr hasta que una oscuridad la alcanzó....despertó pero en una habitación.

–Buenos días Alix...–dijo Marinette.
–Mari...nette?–dijo Alix confundida.
–Si...soy yo...–dijo Marinette sería.
–¿Q-Qué quieres?–dijo Alix aterrada.
–Es fácil...quiero venganza...–dijo Marinette.
–Pe-Pero...–decía Alix asustada.
–Nada de peros–dijo Marinette azotando su látigo. –Hagamos un trato–dijo Marinette.
–Tr-Trato?–preguntaba Alix confundida.
–Escucha...quiero que seas la sirvienta personal de mi hija Mirella–dijo Marinette.

Alix quedó impactada al oir eso, ahora Marinette tenía una hija con ese demonio y quería que ella fuera su sirvienta.

–Si te niegas...tu familia pagará el precio pero...si aceptas...se salvarán–dijo Marinette tomando de su te.

Alix lo pensó con cuidado pero cuando se trataba de su familia debía hacer algo así que acepto el trato, Sebastian aparecío y le dió a Alix un traje de sirvienta. Ambos se fueron de ahí dejando a Alix para cambiarse, cuando terminó Sebastian llevo a Alix a una habitación...la habitación de Mirella. Cuando entro la vió en su cama peinando una muñeca en eso Sebastian la dejo y Mirella la vió.

–Quiero chocolate caliente–dijo Mirella.
–En seguida–dijo Alix.

Alix hizo el chocolate caliente paso por paso y cuando estaba listo volvió a la habitación de Mirella y se lo entrego, está solo bebió un poco.

–Pon tus manos juntas por favor–dijo Mirella.
–Si–dijo Alix.

Alix juntó sus manos y las puso cómo si sostuviera algo pero...en eso Mirella vertió el chocolate caliente en sus manos, aún estaba caliente así que Alix dió unos quejidos de dolor ante eso.

–Eres muy tonta–dijo Mirella.
–Eh?–exclamo Alix asustada.
–Papá me contó lo que le hiciste a mi mami así que...quiero que pagues por eso...papi te trajo para que seas mi juguete–dijo Mirella mostrando una cara sería.

Alix aún seguía con las manos quemadas por el chocolate pero estaba aterrada por la niña de Marinette.

–Así que...tú serás mi juguete hasta que mueras...–dijo Mirelle. –Me divertire contigo–decía Mirella mostrando una sonrisa sádica.

Acto seguido Mirella arrojó la taza al suelo y con uno de los pedazos le hizo una herida a Alix y acto seguido se lo hizo ella, en eso empezó a llorar, Alix intento detenerla pero Sebastian llegó a la escena.

–¿Qué sucede?...–pregunto Sebastian viendo la escena.
–Papi!–grito Mirella aún con lágrimas en sus ojos levantándose de la cama y llendo dónde el.
–¿Qué sucede princesa?–pregunto Sebastian a su hija.
–E...Esa chica mala me hizo dañó y...y quería matarme–dijo Mirella.

Sebastian agarro a Alix de la mano con fuerza y se la llevaba con el.

–Ve con mamá para que te cure, de acuerdo princesa?–preguntaba Sebastian.
–Si papá–dijo Mirella.

Mirella se fue mientras que Sebastian se llevaba a Alix, está al ver a la niña irse por dónde iba Mirella al verla solo le dedicó una sonrisa malvada y se fue de ahí.

Continuará...

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