Capitulo XIII

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Un recuerdo, una bebé de pelo azul en brazos de una mujer rubia. Cantaba nanas para calmar el llanto de su hija... Aún la extrañaba con todo su corazón.

—Mamá... Perdona a tu hija que se convirtió en un monstruo—salió de la boca de la peli azul.

Solo esperaba su final ahí en esa habitación, no podía moverse mucho así que prefería mantenerse justamente ahí en cuanto a los demás la batalla está reñida y acalorada sobre todo en las afueras donde el grupo termino por entrar al laberinto siendo seguidos por sirvientes y mayordomos. No les hacían daños solo los noqueaban después de todo aún tenían ese corazón de ‘oro’ que tenían afortunadamente había llegado a sus amigas estando atadas e inconcientes.

En cuanto a quienes entraron solo buscaban a Marinette, ¿Qué eran lo que querían con ella? Solo encarcelarla pero alguien tenía una idea diferente buscaban en todo lugar pero no la encontraban hasta que fue la misma quien hizo un ruido botando algo lo que hizo que fueran directo a ella.

—El tiempo ha llegado—se levantó con ayuda de un bastón.

Llegaron a ella y justamente solo estaban distanciados, Sebastian no estaba con ella así que podían aprovechar eso. Adrien fue el primero en hablar.

—Marinette... Creo que sabes a qué venimos—dijo Adrien.

—Lo se... Esto apunto de aceptar el destino—dijo la peli azul.

—Entonces... ¡Acepta esto!—dijo Lila la cual saco una arma apuntando a ella y luego apretar el gatillo.

El disparo se escuchó en todo el lugar lo que hizo que Sebastian se alarmara y empezará a dirigirse rápidamente a la habitación donde finalmente el cuervo menor cayó al suelo. Sus pelos negros y ese vestidito, la de pelo azul no creía lo que veía pero era la verdad... Su hija... Se sacrificó por ella, recibió la bala.

~Continuara~

Condesa Phantomhive 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora