Amor de niños

785 46 13
                                    

Hoy era mi primer día en el nuevo colegio me encontraba muy nervioso ya que no sabía qué pasaría a lo largo de este año.

Mis padres me dicen que no esté nervioso, que todo saldrá bien, que lo más probable es que pronto tenga muchos amigos con quienes jugar y platicar, pero aunque me digan eso me siento más nervioso. Es que... ¿quién jugaría con alguien como yo?, que soy un poco distraído y de lo más torpe que existe.

Hay ocasiones en que me tropiezo con ella, con mis zapatos, la verdad son más de las que me gustarían, además tengo los marrones azules, el pelo negro y un nombre raro. En mi otra escuela me hicieron burla por tener ese nombre tan extraño y eso que estaba en la guardería, todavía no entiendo por qué mis padres me pusieron Daniel.

Mi nombre completo es Daniel LaRusso, tengo 6 años y voy a entrar a primer año de primaria. Mis padres se llaman Lucille y Anthony. Son muy buenos padres conmigo, me quieren y se preocupan mucho por mí. Mi madre es maestra de jardín de niños y mi padre es un comediante.

Me gusta mucho leer y estar con mis padres aunque suene raro. También me gusta jugar, pero a veces no me da tiempo y lo que más me gusta comer es chocolate.
Pero en fin ahora me estoy alistando para ir a clases. Mi madre me acompañará hasta la puerta de entrada de la escuela, pero aun así me estoy muriendo del miedo, temo que mis compañeros no quieran ser mis amigos y me quieran molestar por ser raro.

En medio de mi pequeño ataque de pánico escucho el grito de mi madre que me dice que debo bajar ya, que íbamos a llegar tarde al colegio. Cuando bajo las escaleras, veo a mi madre que viene hacia mí con mi mochila azul en una mano, y mi lonchera a juego en la otra.

"¿Estás listo para tu primer día de clase, hijo?"pregunto mi madre sonriéndome.

"Pues la verdad es que no mamá, ¿qué pasa si nadie quiere acercarse a mí por ser raro?" le conteste con la verdad. Levante mi mirada hasta toparme con una gran tristeza en su rostro.

Se agacha a mi altura y me abraza fuertemente.

"No digas eso Daniel, tú no eres raro, eres especial y sé que tendrás amigos, te lo aseguro. Vas a estar muy contento, antes de que te des cuenta me pedirás permiso para invitar a tus amigos a jugar o a dormir a casa, quizá también lo harás para que vayas a casa de ellos, por eso Daniel no tengas miedo de que te rechacen, debes confiar en ti mismo, porque eso no te sucederá" me dijo mi mamá tranquilizándome.

Lo que hice fue abrazarla con todas mis fuerzas. Ella tiene razón; no debo de sufrir por algo que todavía no ha pasado. Al separarme de ella, la miro con los ojos que según todo el mundo, he heredado de mi padre.

"Tienes razón mamá, no debo sentirme así y espero tener por lo menos un amigo. Me conformo con eso, gracias madre" le dije ya más tranquilo, aunque en mi interior sentía un miedo profundo.

Veo a mi madre levantarse mientras me mira sonriendo, me dice que llegamos tarde a la escuela entonces le agarro de la mano y salimos de la casa para dirigirnos al colegio caminando ya que queda a cinco minutos de la casa.

Para cuando quise darme cuenta ya habíamos llegado a la entrada de la escuela, todos los demás niños entraban al colegio ya sin su madre, una vez más mi madre se inclina para estar mi estatura.

"Suerte Daniel, ya verás que lo pasaras bien. Cuídate mucho, ¿sí?" me dijo y me besó la frente. Cuando comenzó a levantarse le miro, ella sonríe y yo le correspondo el gesto con una igual.

"Si mamá, te lo prometo" alcance a decir dirigiéndome al interior de la escuela para localizar donde será mi salón durante todo el año.

Lo primero que noto es que hay muchos niños más grandes que yo y tengo que admitir que verlos tan gigantescos me dan miedo, después de verlos no me doy cuenta que me tropiezo con mis propios zapatos y caigo al piso.

Amor de Niños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora