XLIV

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Allen.

Sonidos desencadenantes.

Suceden muchísimo, pero mayormente cuando escucho ciertas canciones. Especialmente las canciones que MinHee y yo amábamos. Si escucho una canción durante un periodo particularmente deprimente, entonces escucharla más adelante trae de regreso todos los viejos sentimientos asociados con esa canción. Hay canciones que solía amar, y que ahora absolutamente me rehúso a escuchar. Desencadenan recuerdos y sentimientos que no quiero volver a experimentar.

Mi tono de mensajes de texto se ha convertido en uno de esos sonidos desencadenantes.

Específicamente, el tono de mensajes de Serim. Es muy distinto, es un fragmento del demo de nuestra canción "Panorama". Se lo asigne después de que escuché la canción por primera vez. Me gustaría decir que es un sonido desencadenante negativo, pero no estoy tan seguro si lo es. El beso que experimente con él durante la canción definitivamente condujo hacia sentimientos negativos de culpa, pero el beso en sí mismo todavía convierte a mi corazón en un completo desastre de sólo pensar en él. Y pienso mucho en él. Más de lo que debería.

De hecho, estoy pensando en él en este instante mientras el fragmento de nuestra canción emana de los altavoces de mi teléfono, indicando que estoy recibiendo un mensaje de texto.

De Serim.

Honestamente nunca esperé escuchar este sonido de nuevo.

Ruedo por mi cama y estiro mi brazo hacia la mesita de noche, mis ahora temblores dedos se aferran al teléfono. Saber que he recibido un mensaje de él una vez más, causa estragos en mis órganos, y ellos se han olvidado de cómo funcionar correctamente. Coloco el teléfono en mi pecho y cierro los ojos, demasiado nervioso para leer sus palabras.

Latido, latido, pausa.

Contraerse, expandirse.

Inhala, exhala.

Lentamente abro los ojos y levantó el teléfono, luego desbloqueo la pantalla.

Serim: "¿Estás en casa?"

¿Si estoy en casa?

¿Por qué le importaría si estuviera en casa? Él ni siquiera sabe dónde vivo. Además, dejó bastante claro dónde residía la lealtad de su corazón cuando me dijo que me mudara hace seis semanas.

Pero estoy en casa, y en contra de mi mejor juicio, quiero que sepa que estoy aquí. Me siento tentado de responderle mi dirección y decirle que venga a averiguarlo por sí mismo.

En cambio, voy por algo más seguro. Algo menos revelador.

Yo: "Sí."

Quitó las sábanas y me siento en el borde de la cama, observando mi teléfono, demasiado asustado incluso de parpadear.

Serim: "No abre la puerta. ¿Estoy en el apartamento equivocado?"

Oh, Dios.

Espero que esté en el apartamento equivocado. O tal vez espero que esté en el apartamento correcto. Realmente no puedo decir, porque estoy feliz de que esté aquí, pero también estoy enojado por ello.

Estos sentimientos contradictorios son agotadores.

Me levanto y salgo corriendo de mi habitación, directo hacia la puerta principal. Echo un vistazo por la miradilla y como era de esperarse, él está en mi puerta.

Yo: "Estás afuera de mi puerta, así que sí. Apartamento correcto."

Observo otra vez por la miradilla, después de presionar enviar, y él está parado con la palma de su mano contra la puerta, mirando hacia su teléfono. Ver la expresión de dolor en su rostro y saber que deriva de la batalla que su corazón está atravesando me hace querer abrir la puerta y tirar mis brazos a su alrededor. Cierro los ojos y presiono la frente en la puerta con el fin de darme el tiempo para pensar antes de tomar cualquier decisión precipitada. Mi corazón está siendo atraído hacia él, y no puedo pensar en nada más que quiera en estos momentos que abrir esta puerta.

Fine ||Sellen||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora