(Temporada II) Cap 4. Grave herida

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- Buenos días, chicos- mi hermano asomó por la trampilla de arriba nuestra, y sonrió- ¿Tenéis hambre?-
- ¡ERES IDIOTA!- le grité-
- Oye, he pensado en castigarla un poco- dijo riendo- Pasará esta noche en un lugar diferente- miré arriba, y allí estaba ella, en los brazos de Tom- Allá va-
- ¡NO, NO LA DEJES CAER!- le gritó su madre, pero ya la tiró-
- Que paséis buena noche- rió, y cerró la trampilla-
- ¡Rowan!- puse mis brazos en el aire, y la cogí cuando estaba cayendo- Al fin, estamos de nuevo juntos-
- Hola, Billy- me abrazó, igual que yo hice- ¡Mamá!-
- ¡Hola, cariño!- se abrazaron también- Por dios, ¿y esta ropa?-
- Me obliga- dijo ella llorando, y su madre la abrazó- Me obliga a hacerlo, me fuerza-
- Tranquila, estás con nosotros- los cuatro nos abrazamos- Ya está, mi niña- mi madre era la mejor calmando a la gente- Ven. Hablemos, ¿sí? Necesitamos obtener información para nuestra venganza y para poder salir de aquí-
- Está bien. Cuando llegué aquí, me trató bien, hasta que pasó lo que pasó. Tiene una sala de torturas, es horrible. Te hace toda clase de groserías sin importarle nada ni nadie. Me convirtió en su esclava, y tengo que cumplir con lo que diga si no quiero que mi mi madre, mi cuñada, y mi marido mueran- nos miró- Y si no quiero, también me obliga de todas formas. No sé con qué leches me ata las manos, es como una cuerda invisible-
- El Lujurium- le dije a mi madre, y ella asintió-
- ¿Qué es eso?- preguntó la madre de ella-
- El hechizo que le hace para atarla así, y tiene que ver con la lujuria. De ahí su nombre. Seguro que se lo enseñó la hermana de Asmodeo- dije con enfado- Sabiendo lo perrita faldera que es-
- ¿Dices que hay una sala de tortura?- mi mujer asintió ante la pregunta de Catherine-
- La hay, y muchas más salas horrorosas. Me encerró en una que tenía todo lo que él quiere y más para poder abusar, es un maldito psicópata- se secó los ojos con la mano- Ya me quiero ir de aquí-
- Ya lo sé, pequeña. Pronto nos podremos ir, lo prometo, igual que prometí cuidarte hace veinticinco días- ella me miró- Ven, anda- saqué de una de las mochilas que nos preparamos una manta, y se la eché por encima- Dejadme un momento, por favor-
- Claro- dijeron a la vez nuestras madres, y nosotros dos fuimos un poco más alejados para poder hablar-
- Vente, cielo- se sentó en mis piernas, y me abrazó aún con la manta por encima- Te prometo, de verdad, que todo va a salir bien-
- Gracias por venir- me miró- Te quiero, Bill-
- Yo a tí también, Rowan- sonrió, y se acomodó más aún- ¿Quieres descansar un poco?- asintió-
- No me deja ni dormir, se pasa las noches enteras...-
- No, no llores- le di un beso en la frente, y la abracé- No llores, estoy contigo-
- Gracias, de verdad- tendió la manta hasta que ambos nos cubrimos, y se durmió al rato. La volví a mirar, tenía unas ojeras increíbles, y estaba fatal. Su cuerpo estaba más delgado, y su rostro más blanco. Tenía miedo que Tom le hubiera hecho demasiado daño con tanto abuso, ¿y si la desgarró? ¿Por eso tiene marcas de manos en el cuello? Se veía claramente que era maltratada-
- ¿Está mejor, Bill?- miré a Catherine-
- Está fatal, Catherine. Mira- le descubrí el cuello, y ella suspiró- Le he prometido que la vamos a sacar de aquí-
- Claro que la sacaremos- la miró- Gracias-
- ¿Cómo?- la miré, y ella ahora me miraba a mí-
- Gracias- la abracé a ella también, y después de vino mi madre. Los cuatro nos dormimos juntos, estábamos agotados de tanto trapicheo por aquí y por allí-

***
- ¡VENGA ARRIBA, ESCLAVA!-
- ¡BILL!- la agarré con fuerza-
- ¡SUELTALA, THOMAS!- le grité-
- ¡TE RECUERDO QUE ELLA AHORA TRABAJA PARA MÍ, ME OBEDECE A MÍ, Y ME CUMPLE LOS DESEOS A MÍ!-
- ¡NO TOQUES A MI HIJA!- todos nos sorprendimos cuando Catherine le dio con una sartén en la cabeza, ¿una sartén cabía en su mochila?-
- Oh, mierda. ¿Tom?- respiraba, pero estaba inconsciente en el suelo- Ahora va a ser peor-
- ¿Más todavía?- asintió a mi pregunta-
- Me va a llevar a la sala de torturas en cuanto se despierte, Bill- suspiró, y negó-
- La puerta está abierta- dijo mi madre-
- Imposible, Simone, hay guardias por todos lados- le dijo ella- ¿Crees que no he intentado huir?-
- Joder- ahora era yo el que estaba nervioso. Al rato empezó a despertar, y esta vez estaba bien furioso-
- ¡Suelta a mi esclava!-
- ¡Déjala vivir!- gritó nuestra madre-
- ¡ME TIENES HASTA EL GORRO, SIMONE! ¡NO ERES MI MADRE!- dijo gritando, y ella se puso "on fire" también-
- ¡NO ME HABLES ASÍ, TOM!-
- ¡Scandy!- gritó él apuntandonos, ya había usado otro hechizo. Es raro, pero se llama scandy, y eso te congela el cuerpo- Tú te vienes conmigo, nena-
- ¡NOO!- gritamos todos, y ella empezó a llorar cuando la cogió de las muñecas- ¡SUELTA A MI MUJER!-
- ¡YA NO ES TU MUJER, ES MI MUJER!- rió mientras la sacaba-
- ¡NO, POR FAVOR!- fue lo último que se escuchó antes de que se fueran de los calabozos, y todas las puertas se cerraron. Maldito hechizo. "Anda mira, ya ha pasado el efecto" pensé cuando me pude mover-
- ¡DÉJALA, TOM! ¡NO LE HAGAS DAÑO!- le dije asomando mi vista por la trampilla y él la abrió-
- Hasta luego, Billy- sonrió, y me disparó una flecha en cada ala haciéndome caer- ¡A VER CUÁNDO APRENDEMOS QUE EL GRANDÍSIMO BELCEBÚ GOBERNARÁ SOBRE TODO ESTO Y SOBRE LAS MUJERES!-
- ¡NOOOO!- gritamos los cuatro, y yo me puse a llorar de impotencia-

Satanás en persona (Bill Kaulitz-Tokio hotel) 2ª TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora