(Temporada II) Cap 24. Llegó la hora

286 26 4
                                    

- Bueno. Ésta es la última ecografía y tu última cita al ginecólogo, Rowan-
- Ya lo sé- dije sonriendo, y froté mi barriguita-
- Pronto te tendremos que ingresar, has hecho doce meses. Cuéntame, Rowan: ¿Has notado algún dolor en tu zona últimamente?-
- Un poco de vez en cuando, no suele ser de diario. Pero sí, a veces, cuando da las patadas por ejemplo-
- ¿Has llegado a notar que en alguno de esos dolores salió un poco de "agua"? O, ¿todavía no has notado nada de eso?-
- El otro día casi nos da un infarto- dijo mi Billy, y los tres reímos- Cariño, es verdad. Se puso a decirme: "¡Bill, ya viene! ¡Ya viene!"- ella rió- Y casi me maté bajando la escalera de caja-
- ¿Estás contento con esta etapa de tu vida, Bill?- las dos lo miramos-
- Estoy contento, sí. Pero, más bien estoy feliz, y agradezco todos los días lo que tengo. Esta etapa es preciosa, porque ves todos los días como tú futuro hijo va creciendo dentro de la persona a la que amas- sonreí- Y es bonito, ¿sabe, señora? Es precioso. Levantarte y tener a tu gordita al lado, o ir a llevarle los antojos a media noche, o ayudarla cuando está echándolo todo. No sé, me ha gustado mucho. Me he sentido muy feliz-
- Eso es muy bonito- le dije, y nos cogimos las manos- Yo también te amo- reímos los tres que habíamos en la habitación-
- Que bonito todo, sí señor. El futuro rey del infierno se va a criar y cuidar muy bien- sonrió de nuevo- Bueno, Rowan. Sí te han dado dolores y has echado algo de "agua"- volvió a hacer las comillas- Es que tienes contracciones- la miré- Eso quiere decir que pronto tendréis al bebé con vosotros. ¿Qué día supiste de tu embarazo, cielo?-
- Pues, el veintiséis de diciembre- sonrió-
- Feliz navidad, ¿no?- sonreí- Y estamos a veintiocho de diciembre un año más tarde. Veo conveniente que te quedes, pero, como quieras- miré a Bill, y él también me miró-
- ¿Cuál sería mejor opción para mi mujer?- preguntó agarrando aún mis manos-
- La primera: quedarse. Podría caer ya mismo, joven Bill- lo volví a mirar-
- Me quedaré- le dije- Pero, debo ir a casa a por el bolso y las cosas-
- Claro, claro. Oye, una cosita- la miramos- Os reservaré una habitación calentita, pero, no digáis nada a nadie-
- Gracias- sonreímos, y salimos de la consulta-
- ¿Te das cuenta de que ya te tienes que quedar?- nos miramos- ¡Ya te tienes que quedar!-
- ¡Sí!- nos abrazamos, y yo sonreí- Ya mismo, créeme-
- Ya lo sé, nena- sonrió- Venga, no hay tiempo que perder- estaba tan ilusionado-

***
- Ya estamos aquí- le dije delante de la puerta de la habitación, y la abrí- Bien. Mira, Billy. ¡Hay tele!-
- Oh, no-
- ¡Oh, sí! ¡No podré perderme mi novela favorita!- rió. Acomodé mis cosas, y me senté en la camilla- Es blandita-
- Mira- me señaló el aparato del aire acondicionado, pero ahora era la calefacción. Se estaba tan bien-
- Que bien, voy a dormir calentita esta noche. Afuera hace un frío horrible-
- Lo sé, cariño- me tumbé, y me acaricié el vientre sonriendo- Que sepas, Rowan- lo miré- Que tu Billy no te va a soltar en ningún momento, tenlo claro, clarísimo-
- Gracias- la puerta se abrió-
- Hola, chicos. Enhorabuena- nos sonrió el chico- ¿No me habéis reconocido?- me fijé bien en él-
- ¡Georg!- me levanté corriendo, y lo abracé-
- ¡Enhorabuena, niña!- reí- Tú, chico emo- mi Billy lo miró- Vente, anda. No has cambiado tu estilo a pesar de tener tantos años. Estamos a dos mil quince, Bill-
- ¿Y qué? A mí me gusta este estilo, digo. ¿Por qué no llevarlo?- nos reímos, y también lo abracé- Estoy tan nervioso, Georg- reí-
- Ya lo sé, se te nota- sonrió- Bueno. Yo he venido a revisar que todo esté bien y, a daros una cosilla antes de irme. Esto para tí, Rowan-
- Genial, el pijama al fin- sonreí- Oye, me alegro que hayas conseguido trabajar en esto. Te pegaste horas, días, y meses estudiando sin parar-
- Sí. Aquí debo de buscarme la vida de alguna forma. Y esto es de Dylan también, que os quiere mucho- sonrió- No deja de decirme: "Georgi, dile a Rowan y a Bill que los echo de menos, niño". O, por ejemplo: "Oye, a ver cuándo vemos a Billy y a Rowy. ¿Podrán quedar!"- sonreí-
- Dale las gracias de mi parte, que ya lo veremos. Pero, que esa vez conocerá al bebé- sonreímos- Hasta pronto-
- Bye- se fue, y yo me cambié. Estaba tan cansada que me eché en la cama, y me dormí enseguida con Bill a mi lado.

- ¿Te acuerdas de mí?- el mismo ser oscuro con ojos rojos apareció, sólo que ahora dándome caricias en la mejilla y animándome- Cariño, vas bien-
- Bi....¿Billy?- asintió-
- ¡Tú puedes, venga! ¡Un último tirón!- sonrió- ¡Sí! ¡Mira, nuestro bebé!- sonreí, y envolvió su cuerpecito después de cortar el cordón umbilical-
- Es precioso, cariño-
- Lo sé. Tú monstruito no te ha abandonado, cielo-
______________________________________

- ¡Rowan, estás sangrando!- me desperté con unos dolores increíbles-
- ¡Avisa, por favor!- me llevaron corriendo al paritorio, y allí se armó todo el escándalo. Estaba tan asustada-

Satanás en persona (Bill Kaulitz-Tokio hotel) 2ª TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora