(Temporada II) Cap 26. Visita inesperada.

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- ¿Estás cómoda ya?- asintió- Vale-
- Gracias por todo, Georg- le sonrió, y él se acercó a mí-
- Hay alguien que quiere ver a su nuevo familiar- me miró- ¿Le dejo entrar?-
- Vale- le respondí, y él asintió-
- Nos vemos luego, parejita- salió de la habitación. Al rato la puerta se abrió, y yo sonreí al verla-
- Hola, mamá- la saludé, y ella me abrazó-
- Te quiero, Bill- miré a mi mujer, quién sonreía con nuestro hijo en brazos por la escena que teníamos montada mi madre y yo- Enhorabuena, hijo-
- Gracias- la abracé también, y le besé la cabeza. Mi madre era increíblemente cariñosa- Mira, alguien te espera- ella miró a mi mujer, y sonrió de nuevo-
- Hola, cariño- también la abrazó, y miró al niño- Ay, Rowan, por favor-
- Este es él- lo destapó un poquito-
- Bienvenido al mundo, cielo- dijo sonriendo aún- ¿Puedo?- mi mujer asintió, y mi madre lo cogió- ¿Cómo se llama?-
- Adivina- le dije, y ella rió-
- Bill- lo miró- Hola, Bill- sonrió de nuevo- Soy la abuela-
- No vale comérselo- le dijo Rowy, así la llamábamos nosotros, igual que yo soy Billy. Y mi madre se rió- Es el gordi de mami, ¿verdad?- lo volvió a coger, y estuvo jugando un poco con él- Me encanta, Simone-
- Ya veo que estás muy feliz- asintió-
- Lo estamos- le respondió, y me miró-
- Una nueva vida ha nacido, y además, será el futuro rey de estas tierras- dijo la abuela cariñosa mirándolo, no le quitó ojo de encima. Es que, mi niño es para comérselo, la verdad-
- ¿Se puede?- miramos hacia la puerta, y allí estaba Dylan-
- ¡Hola!- dijo mi madre sonriendo, y lo abrazó-
- Hola, Simone- él también sonrió- Georg me dijo que estabais en esta habitación, está en el descanso. Y también me dijo que por aquí hay un lindo bebé- sonrió de nuevo-
- Está con la mamá- le dije, y él se acercó a Rowan-
- Hola, Rowy- no soy el único, ya lo dije- ¿Cómo te encuentras, cariño? ¿Dolió mucho?-
- No te haces una idea, Dylan. Estoy algo mejor. Pero bueno, aquí está al fin- volvió a sonreír- Él es Bill. Billy, él es el tito Dylan-
- Hola, pequeñajo- sonrió, y lo cogió también. Todo el mundo quería tener al peque en brazos- Enhorabuena a ambos, ya deseaba veros y ver al nene. Es precioso-
- Muchas gracias, Dylan- le dije sonriendo. Estuvimos un rato hablando, también lo cogí un poquito. Lo quería tanto- Y, si le hacemos caretos, se echa a reír. Tiene una risa preciosa-
- Ojalá tuviera yo a un niño así- dijo Dylan resoplando, y nos reímos-
- Pídele adopción a Georg-
- Me da miedo. ¿Y si no quiere, chicos? ¿Y si se enfada conmigo?-
- ¿Quieres saber cómo me sentí cuando le pedí hijos a este travieso?- habló de nuevo mi mujer, y yo reí- No te rías, lo pasé mal creyendo que te habías enfadado conmigo-
- Que boba eres- miré al peque, estaba dormidito en los brazos de ella-
- Vaya, vaya- miramos a la puerta, y entró el menos indicado- Hola, chicos-
- Tom- todos lo miramos de mala manera-
- Que escenita tan tierna- rió- No me he sentido tan atragantado desde que comiendo un cóctel se me atascó una gamba- me acerqué más a mi mujer, y entre los dos cubrimos más al niño. La puerta se cerró de golpe, así que lo cubrí más aún y me puse delante- ¿Esto es una celebración o un entierro? Vaya caras más largas lleváis. ¡Ah, ahí está! Veamos ala criaturita- se acercó por el lado contrario de donde yo estaba, y miró a Rowan- Deja que lo vea, amor- lo miré de mala manera, y ella lo destapó un poco- Oooh, hola. Mira qué te ha traído el tito Tomy- sacó un sonajero con varios pinchos, ¿a caso eso era un juguete digno para un bebé?- Eh, no. ¡Suéltame!- se quejó cuando mi hijo le cogió el dedo índice y no pudo soltarse. ¡Ese es mi hijo! Jejeje- Sí que tiene fuerza el enano- se miró la mano cuando consiguió soltarse, y el pequeño rió- Que fuerte eres- soy yo, o, ¿lo dijo con rintintin? Decidí parar esto enseguida-
- Bueno, Tom, ya has visto al niño. No arruines más este día tan bonito y lárgate. O bueno, a lo mejor le cuentas lo que hacemos a nuestro padre. ¿A caso la intentas atacar?- rió-
- Tranquilo, hermanito. Estás muy nervioso, chico, no te vendría mal una tila doble con tranquilizante para elefantes-
- Tom, por favor- habló mi madre-
- Cállate, mujer- le dijo él, y nos miró de mala manera- Billy, niño, yo no planeo nada contra nadie-
- Eso no te lo crees ni tú- le respondió ella tapándolo otra vez, y lo miró-
- No hables de algo que no sabes, cariño- respondió él, y sonrió. Claro que, cada sonrisa dejaba entrever algún plan maligno- Solamente vine a ver a mi sobrino. Bueno, me marcho, mi familia me espera abajo-
- Sí, mejor- le respondí, y él me miró-
- En fin. Señores, me retiro. Señoritas- hizo una pequeña reverencia, el muy vacilón- Te esperaré, López-
- Lárgate de mi vista, ser despreciable- le dijo ella, y lo miró mal- Y no se te ocurra hacernos algo. Cómo toques a mi hijo, eres hombre muerto, Thomas- le advirtió-
- Oooh, cuidado. La muchachita sacó las garras- rió. Se volvió a acercar a ella, y lo miró- Nos vemos, pequeñajo- cuando mi niño rió, mi hermano sonrió, y se alejó- Adiós-
- Que te den- dije en bajito cuando cerró la puerta, pero, llegué a escuchar algo antes de que se fuese. Suspiré aliviado, al fin se había ido- Eh, tranquila- ella siempre se ponía mal al verlo, me parece totalmente normal. Es un cabronazo- Estará bien, cariño-
- Tengo ese miedo, Bill- me miró- No quiero que le haga daño a una criaturita inocente- lo volvió a mirar, y él rió. Eso le hizo sonreír-
- Mira cómo se ríe contigo, Rowan- dijo mi madre, y acarició su espalda- Tienes a todo el reino para defenderte, nena. Tranquila-
- Y nosotros somos tus amigos- habló Dylan-
- Nuestro hijo estará a salvo, Rowy- ella me miró sonriendo- Aunque todos tengamos ese miedo, siempre tendrá a sus padres, a sus increíbles tíos, y a su maravillosa abuela para protegerlo- la puerta se volvió a abrir-
- Buenos días, chicos- era Gustav, y sonrió- Traigo regalos-
- ¡Yo también!- saltó Dylan sonriendo- Ya echaba yo de menos a mí querido regordete-
- Que gracioso, Dylan- nos reímos- ¡Enhorabuena, chicos! ¿Puedo ver al recién nacido o nacida?-
- Claro- lo destapamos un poco más, y Gustav sonrió-
- Es un niño- asentí- Apuesto lo que sea a que se llama como mi fideo andante-
- Eh, eh. Qué he cogido músculo- le dije apretando mis brazos, y nos reímos-
- Así es, como Billy. Yo lo sabía- habló de nuevo- Esto es para vuestro nene-
- Gracias, Gus- sonreímos, y ella lo abrió con ilusión-
- Mira que cositas tan monas, Billy- sacó unos cuántos de bodys-
- Gus, es tan pequeñito todo-
- Es un bebé, Bill. No es un niño de cuatro años- reímos-
- Es todo un detalle. Gracias, Winnie Pooh- le dijo ella sonriendo, y él la abrazó-
- Yo también traje algo- habló Dylan- Para vosotros, Georg también ha participado. Lo que pasa que, como está de trabajo aún, no pudo venir. Me pidió que os diera besos de su parte de todas formas-
- Gracias, amigo- le dije sonriendo- Oh, genial. Esto vendrá de lujo-
- Tenemos veinte paquetes de pañales por lo menos- rió ella- Este bibi es genial. Muchas gracias, dáselas a Georg también-
- Está bien, cielo- le respondió él-
- Y, la abuela también ha traído algo- mi madre sonrió- Felicidades a esta hermosa familia-
- Gracias, Simone- en total, nos regalaron: bodys, pañales, biberón, juguetes, y bueno, vamos a contar el sonajero No apto para menores de Tom. En realidad fue bien, me lo esperaba peor. Aunque, estaremos alerta-

Satanás en persona (Bill Kaulitz-Tokio hotel) 2ª TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora