Aome ahora veía con algo de tristeza el fragmento en sus manos, pues había entendido las palabras del joven mercenario, él se había enamorado de ella y sacrifico nuevamente su vida, pero esta vez fue por ella, no por demostrar su fuerza, solo por amor.
Naraku: Ese maldito bastardo, igual planeaba matarlo.
Las crueles palabras de Naraku hicieron enfurecer a la joven miko y de igual forma al general, pues le debía al joven guerrero por haber protegido a su compañera, en un rápido movimiento Toga se lanzó hacia Naraku, dispuesto a matarlo, por otro lado, Aome aún veía el fragmento cuando reacciono al escuchar a su amado peleando, al alzar su rostro vio a Toga peleando contra Naraku, pero a lo lejos logro ver a Kikyo quien se ocultaba detrás de varios demonios menores, sin pensar mucho decidió que ella misma acabaría con esto, lentamente y al parecer sin ser vista por nadie camino hacia Kikyo, una vez estuvo ante ella y los demonios, esta entro en ligero pánico.
Kikyo- Maldita copia, no creas que porque un demonio como el general perro es tu compañero podrás contra mí, sigo siendo superior a ti.
Aome sonrió tranquilamente a la exmiko.
Aome- Veo que no eres más que una estúpida, si tan solo conservaras tu poder sagrado lo habrías notado, pero ahora no eres más que una humana sin chiste.
Kikyo- Como te atreves, tú también eres una humana y una maldita inútil.
Pero en ese momento ante la mirada incrédula de Kikyo, la apariencia de Aome comenzó a cambiar, revelando una forma completamente diferente, su presencia capto la atención de todos, su poder era inmenso únicamente comparable con el del gran general.
Aome- Es hora de enviarte de regreso al otro mundo.
De la punta de los dedos de la hermosa mujer un látigo negro salía y con un simple movimiento de este todos los demonios que protegían a Kikyo cayeron hechos pedazos, Naruko en un intento por proteger a "su mujer" trato de ir a ella, pero un ataque cortesía de Sesshomaru lo detuvo.
Sesshomaru- No permitiré que interfieras en la pelea de mi madre.
Mientras Sesshomaru y su padre contenían a Naruko y al resto de demonios, Aome veía a Kikyo con una sonrisa escalofriante que la hacía temblar, pues al ya no tener poder sagrado no tenía como defenderse de ella.
Kikyo- Valla así que tú también entregaste tu ser a los demonios, una desgracia más.
Aome rio por el intento de provocación de la mujer ante ella.
Aome- Me temo que no, yo siempre fui así, soy una miko yokai, la energía sagrada y demoniaca no me afectan, creo que debo agradecerte Kikyo, gracias a ti e Inuyasha fue que mi verdadera forma pudo surgir y esta vez te demostraré de lo que soy capaz.
Los que antes eran dos hermosos ojos azules ahora eran de un rojo brillante, sedientos de sangre, sin el más mínimo remordimiento se lanzó a atacar a la que un día fue una gran miko, sus garras cortaban su carne y al mismo tiempo llenaban sus venas con un poderoso veneno, la sensación que este causaba era como si estuvieras quemándote desde adentro, un grito de dolor fue lo que se escuchó de la de la antigua Miko que altero a Naraku haciendo que luchara con más intensidad, ya que quería llegar a donde "su mujer", por otro lado Aome no mostraba compasión, por más que la antigua miko rogara piedad, ella seguía atacándola, hasta que decidió poner fin a su agónica existencia, con movimiento en la palma de su mano flamas negras ardían salvajemente, ahora la ex miko gritaba mientras su cuerpo ardía en llamas, a causa de esto Naraku no solo peleaba para llegar donde "su mujer" ahora incluso lloraba y suplicaba por la vida de ella, pero esto de nada le sirvió, las llamas siguieron ardiendo incluso cuando ella había dejado de gritar y de moverse, fue en ese momento cuando de la garganta de Naraku salió un fuerte alarido, fue tal la magnitud que toda la montaña comenzó a sacudirse.
Sesshomaru- Esto es poco en comparación con las miles de vidas que arrebataste.
Toga- Deberías agradecernos, si había traicionado a Inuyasha seguro también lo hubiera hecho contigo.
Naraku no respondió, solo veía hacia los restos que aún ardían.
Aome- Ha llegado la hora, aún debo restablecer la barrera del tiempo.
Los tres demonios blandieron sus espadas y al mismo tiempo atacaron, lo que un día un fiero enemigo hoy no era más que simples pedazos, pero Aome no estaba conforme con eso por lo que así como con Kikyo incinero los restos de Naraku, por no quería que alguien tratara de regresarlo a la vida, al mismo tiempo se encargó de purificar el lugar para darle descanso eterno a todas las almas que hay perecieron.
Sesshomaru- Parece que todo acabo o al menos con Naraku.
Aome- Es verdad, aún debo completar la perla, destruirla y evitar que nuestro mundo sea destruido.
Toga- Por ahora debemos salir de este lugar, estoy seguro de que quieres descansar un poco.
La joven no dijo palabra alguna solo se dejó hacer por su macho, ella volvió a su forma humana y él la llevo en brazos, al salir de la montaña se encontraron con el ex grupo de la miko, Sesshomaru les indico que los siguieran, ya que imaginaba que su Madre querría que se quedaran con ellos y explicarles lo que sucedía, en cuanto llegaron al palacio del Oeste, Toga no dijo palabra alguna y se retiró del lugar llevando a su hembra para qué descansará, sabía que su misión aún no estaba completa y había algo que no lo dejaba tranquilo, podía sentirlo esa perla le temía a su compañera, sabía que dentro de ella se encontraba el alma de Midoriko, pero también las de cientos de demonios no sabía como podrían actuar, su mayor temor era que esos malditos demonios trataran de encerrar a su amada en el interior de la perla, no lo soportaría, ahora que por fin sabía que ella lo aceptaba, no permitiría que nadie los separara, buscaría la forma de mantenerla a salvo.
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Debe ser mía (Editando)
FanfictionTraicionada por su gran amor Aome Higurashi escapa, una misión solo para ella, devolver al más poderoso señor demonio, pero durante su viaje muchas cosas ocurrirán quien será el poseedor del amor de la hermosa Miko?