SMARAGD [JINNAM]✓✓ EN PROCESO

ZWEI

El desayuno estaba siendo muy natural para el pelinegro más bajo, pero no mucho para el moreno, quien solo podía quedarse en el suelo mientras el delicioso aroma a comida le inundaba las fosas nasales; deba igual no poder comer, dudaba que pudiera hacerlo con todos los golpes nuevos sobre su piel.

Sonrió un poco cuando uno de los perros de aquel hombre de apellido Jung, se le acercó para olisquear su cara ensangrentada, al menos ellos sí eran lindos con él, su adre solía decirle que debía mantener total paz con la naturaleza.

-Adolph, deja la basura en paz- ordenó el alemán desde su lugar mientras leía el periódico.

SeokJin examinó el rostro ajeno con detenimiento, el gitano parecía seguir estoico ante la situación, ¿Qué más necesitaba para domarlo? Sus amigos habían muerto, su familia seguramente también, lo golpeó hasta le cansancio y aún así el moreno seguía con esa dura mirada esmeralda que tanto le juzgaba. De inmediato quiso comenzar a molestarlo.

-Velo por el lado bueno, gitano, te daré la bazofia- se burló sonriendo de manera irritante para el chico.

-No me llamo gitano, mi nombre es NamJoon, y de tí no aceptaré una mierda- repeló mientras se intentaba levantar del suelo para sentarse.

NamJoon, ese nombre era uno que nunca había escuchado antes, Joon...SeokJin pensó que era parecido a la luna en inglés, Moon...una luna. Volvió a llevar su mirada hasta el chico de mirada afilada, esta vez estudiando sus reacciones nuevamente. El azabache creyó que la expresión en el rostro de Jin era muy cipotuda, demasiado varonil.

-Así que NamJoon, no sabía que los pecadores tuvieran nombres así...da igual, te seguiré llamando gitano, ya sabes, para recordarte la cosa tan insignificante que eres a mi lado- se puso de pie siendo interceptado pro ambos pastores que ladeaban la cola con entusiasmo.

-¿Insignificante? Deja de reflejarte, lilipendo- escupió molestando notablemente al pelinegro que le soltó una patada de gran fuerza en el estómago, sacándole el aire por unos minutos.

-Ya deberías aprender a callar cua...- iba a tomarlo del cabello, pero la puerta de entrada se abrió dejando ver a su hermano menor con su amigo el pálido ese que tanto molestaba a Jung mayor.

-Jin, ya hemos llegado...¿Qué es esto?- por la mirada que se implantó en su cara, supo de inmediato que iba a ser sermoneado por horas, no era como si fuera a hacer caso a lo que dijera su hermano, pero, igual le era disgustaste.

-Yoon...- susurró el moreno antes de ser callado por el alemán.

-Silencio- gruñó- pues ¿Qué parece? Aparte de blando eres idiota...es mi nuevo esclavo- lo "presentó" logrando una reacción en ambos recién llegados.

-¿Esclavo? SeokJin, en esta casa no esclavizamos a nadie- le dijo el menor mientras buscaba ver el rostro mallugado de aquel chico que yacía ensangrentado sobre el suelo.

-¿Desde cuando eres el hombre de la casa, Jung HoSeok? Deja de querer pasar por sobre mí y ya lárgate, aquí nadie necesita ni tu presencia ni la de tu gran amigo el cara de harina- aquello sacó un gruñido gutural de HoSeok, sin embargo, se vio en la obligación de tirar del saco de Min y pedirle que le acompañara a la segunda planta de la casa.

La mirada gatuna del pálido y la mirada reptil del moreno se cruzaron y se mantuvieron conectadas durante su subida al segundo piso, NamJoon creyó que era una mala jugarreta de su mente, porque, por lo que había entendido, YoonGi no estaba siendo esclavizado. Suspiró medio aliviado, aún le faltaba saber que había ocurrido con TaeHyung, su querido Tae, ese que tantas sonrisas le había sacado en el campo, aún seguía lamentándose acerca de no haberlo buscado más el día que desapareció.