XIV El perdón |✓|

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KIRK H

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KIRK H.

La oí llorar en su habitación, escuchaba como intentaba que sus sollozos fueran silenciados. Algo en mi me pinchó, sabía que era mi culpa, sabía a la perfección que la estaba destruyendo con cada palabra, acto y pelea que teníamos, pero mi lado egoísta no me permitía dejarla ir. No dejaría que se fuera de mi lado nunca. Desde esa vez que la vi ella se había convertido en mi obsesión. No pararía hasta que me amara y fuera mía en todos los sentidos posibles.

Me alejé lentamente de la puerta y me marché al jardín, necesitaba disfrutar un poco del aire y quizás este se llevaría mis culpas.

Al llegar allí me senté en el césped y saqué un cigarrillo, el cual fumé pausadamente.

Lo necesitaba.

Observé el atardecer. Otro día terminaba; otro día en el cual mis demonios no paraban de atormentarme; otro día que luchaba contra mí mismo.

〜 〜 〜

ANDRA F.

—Vamos, Fisher —dijo Kirk acercándose a la mesada en donde me encontraba desayunando en soledad.

¿Qué querrá ahora?

—¿A dónde? —pregunté tomando un sorbo de café.

—¿No querías hablar con tus padres? ¿O te olvidaste? —sonrío de forma burlona.

Empecé a toser como loca.

—¿Estás bien? —preguntó, acercándose a mí con una mueca de preocupación.

—Espera. —Carraspeé un poco y aspiré fuertemente el aroma del café —Ahora sí; quiero ir cuanto antes. Solo que me sorprendiste.

—Entonces vamos. —Se dio la media vuelta y salió de la cocina.

Le di un último mordisco a mi tostada y un sorbo al café, para luego salir tras él.

—No corras mientras comes, luego no te haré reanimación —dijo en cuanto aparecí a su lado en la cochera.

—Que caballeroso —contesté sarcásticamente. —¿Qué hacemos en la cochera? —pregunté confundida.

—Ni loco permitiré que hagas la llamada desde aquí; sería fácil de rastrear, por eso iremos a un pueblo que está a unos cuantos kilómetros de aquí. Por cierto, iras vendada —dijo como si aquello no fuera para nada extraño.

Casual.

—¿Vendada? ¿Acaso aspiraste tisner o gas? —hablé haciendo que mi voz saliera chistosa.

No te rías.

—No empecemos, Fisher. Iras vendada, porque sería prácticamente un suicidio dejar que veas la forma de salir —informó mirándome a los ojos.

Destructivos © [Serie CD #1] |✓| PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora