Jungkook se quitó los zapatos y los empujó con los pies hasta acomodarlos a un costado de la puerta, avanzando a pasos pesados para dejarse caer bocabajo en la cama. Esa mujer le estaba llevando al límite y solo tenía diecisiete años.
Es que se lo dijo, le dijo que no debía dejar todas las compras para lo último y ella no le había escuchado. Él le tenía listos sus regalos a Seokjin casi que desde la primera semana que habían llegado, pero Mi Suk se había antojado de llevarle recordatorios hasta al señor que pasaba con una carretilla vendiendo aguacates. «La mujer del supermercado que es muy amable, el chico de la panadería que me sonrió una vez...», ugh, casi estaba seguro de que se habían caminado todo el pueblo.
Se arrastró en la cama hasta que sus pies volvieron a tocar el suelo y solo despegó el rostro del colchón al levantarse para cambiarse por ropa más cómoda y lavarse los dientes. Menos mal que ya habían cenado, porque sus piernas en definitiva no daban para volver a bajar las escaleras.
Aprovechó para encender el aire acondicionado y las almohadas y frazadas le dieron la bienvenida de nuevo en medio de su suspiro de satisfacción. Estaba listo para despedirse de todo por ese día y dormir hasta que amaneciera, pero un par de toques en la puerta de conexión irrumpieron en sus planes.
Abrió un ojo para ver a su padre entrando a la habitación, y la puerta abierta le permitió escuchar el tenue sonido de la regadera, lo que le hizo saber que su madre había decidido darse una ducha y Dong Yul seguro había querido aprovechar eso. Oh, no.
Cuando el adulto volvió a cerrar a sus espaldas, Jungkook apretó los párpados antes de incorporarse, ya lo veía venir.
—Hijo, me parece que es momento de que tú y yo tengamos la charla.
—Ah, papá, de verdad no es necesario —le dijo, con una mirada suplicante, observándole sentarse en una esquina de la cama con las piernas entrelazadas.
—No, no, insisto, ahora que tienes novio hay varias cosas que debes tener en cuenta. —El menor casi se desinfló en resignación y se acomodó de la misma forma que él justo enfrente.
—¿Qué me vas a decir? ¿Que tenga cuidado con terminar embarazado? ¡Quiero decir! ¡Con dejarlo embarazado a él! ¡E-es decir! Ya, me callo. —El mayor enarcó una ceja y el castaño solo pudo rezar por desaparecer en ese mismo momento.
—Vale, ya que me aclaraste... eso, con mayor razón debo pedirte que tengas mucho cuidado. Tienen que utilizar protección para evitar contraer enfermedades y-
—Entiendo a lo que quieres llegar, pero de igual forma Taehyung tampoco ha estado con alguien de esa manera. Papá, somos novios desde hace días, ese tema es intocable todavía —añadió para salir del paso, no estaba diciendo mentiras, pero se negaba a extender más esa conversación porque estaba corriendo el riesgo de que se le cayera la cara de la vergüenza.
—Ya, sin embargo, estás en una edad en la que quieres experimentar, conocer, descubrir; es bueno que seas consciente de eso ahora que tienes la mente... y los órganos bien fríos, porque en el momento en el que abunde el calor se te nubla el cerebro. Oh, y tienes que mantener preservativos y lubricante cerca, porque esa mierda a de doler como un-
—¡Ya está bien, papá! Me ha quedado claro, te lo prometo —aseguró, asintiendo con efusividad, su acompañante ladeó la cabeza con un aire pensativo.
—No lo entiendo, en esa página de Internet decía que los hijos agradecerían que los padres tuvieran estas charlas con ellos... —Jungkook apretó los labios y levantó la mirada al ver que su madre se asomaba por la puerta, ya vestida con su pijama y con el cabello húmedo.
—¿Umh? ¿De qué habláis?
—Cariño, ¿crees que wikiHow es confiable? —preguntó Dong Yul, girando la mitad de su cuerpo para observarla.
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Dichosas vacaciones •⊰Taekook⊱•
FanficJungkook se ha graduado con honores de bachillerato y sus padres le premian con unas merecidas vacaciones en un hotel de lujo con vistas espectaculares al mar, donde una sonrisa cuadrada perteneciente a un joven de cabellos azules consigue sacarle v...