Dichosas vacaciones •⊰Taekook⊱•

Capítulo 10: K-Drama

Jungkook sacudió sus húmedos cabellos castaños, dejando que varios cayeran de manera desordenada sobre su frente. El inicio del atardecer se mostraba cercano a sus espaldas y la brisa comenzaba a sentirse fría, haciéndole estremecer al no encontrarse del todo seco. Sentía el cuerpo entumecido por todo el tiempo que había pasado dentro del agua y nada le apetecía más en ese momento que darse una larga ducha para quitarse de encima toda esa sal de mar.

Siguió el camino que le conducía a su respectivo bloque y diferenció una silueta conocida en la zona de las piscinas; se detuvo para observarle por unos segundos, su corazón molestamente todavía latía bastante rápido cada vez que le veía.

¿Era su impresión o se había vuelto todavía más guapo en esas últimas dos semanas que llevaban sin hablar? Taehyung permanecía junto a la piscina de niños, no alcanzaba a verla desde ahí, pero estaba seguro de que estaba cuidando de su hermana pequeña, como en aquel primer día. Llevaba puestas unas gafas de sol y sus cabellos azules estaban secos y revueltos, dándole ese aire inalcanzable y despreocupado.

El mayor le miró también y su cuerpo se giró en su dirección antes de quitarse las gafas y hacer que sus ojos se encontraran a la distancia. Jungkook movió los dedos de su mano con inquietud, sus palmas amenazando con comenzar a sudar, y le dedicó una sonrisa diminuta, levantando el brazo para saludarle. Bien que llevaba varios días evitándole, pero no tenía intención de ser grosero.

Oh, pero casi salió corriendo después de eso, antes de que al contrario se le ocurriera acercarse o algo. No le había mencionado nada relacionado al Park Jimin ese, ni había contestado los mensajes que el chico peliazul le había enviado los primeros días, Taehyung tampoco siguió insistiendo, parecía haberse resignado a la distancia que el castaño había impuesto entre ambos y Jungkook no sabía si debía sentirse aliviado o todavía más desanimado.

Subió las escaleras hasta su habitación, volviendo a cerrar detrás de sí, y llamó a la puerta de conexión antes de abrirla y asomarse al dormitorio de sus padres. Encontró a Mi Suk frente a su cama, revisando un enorme montón de ropa desperdigada sobre ésta, ella le sonrió de inmediato y dejó de lado lo que estaba haciendo para acercarse.

—Jungkookie, ya volviste. —Tiró con efusividad de la mano de su hijo para arrastrarle con ella y le señaló todas las prendas dispersas—. Ven, ayúdame a elegir algo bonito para hoy. —El castaño estaba por quejarse, pero se vio interrumpido por Yon, la agradable madre de Taehyung y aparentemente la nueva mejor amiga de la suya, quien salió del baño sosteniendo dos pintalabios de diferentes colores.

—Jungkook, hola, hace rato no te veía —le saludó, con una bonita sonrisa que el menor no dudó en corresponder—. Oh, pero si sigues estando igual de pálido que siempre, ¿cómo le haces?

—Huh, ¿tú qué crees? Ya se ha acabado tres potes de protector solar él solo, cada vez que vamos al pueblo tengo que comprar más.

—Mantenerse bajo la sombra de las palmeras todo el día también funciona —añadió el muchacho, cruzándose de brazos, como si estuviera orgulloso de esa estrategia.

—La gente normalmente quiere un bronceado sutil cuando está en la playa, él no —comentó Mi Suk, mirando a su amiga—. Deberías verle corriendo para huir del sol —añadió, con un deje de gracia que dejaba en claro lo divertida que se le hacía la situación—. En fin, ¿cómo te fue con Leedo?

—Umh, estuvo bien —respondió, de repente interesado en examinar la ropa sobre la cama—. Ahora tiene que preparar unas cosas para un recorrido que hará mañana, pero insistió en que volviéramos a vernos más entrada la noche, ¿estás de acuerdo?

—Ya sabes que no tengo problema siempre que permanezcáis dentro del hotel —respondió la mujer, con un encogimiento de hombros.

—¿Leedo? —curioseó la señora Kim, quien rebuscaba en un estuche pequeño de maquillaje.