The only hope for me is you (Frerard)

Capítulo 1: Cuando llegaste

Hacía frío, las hojas caían de los árboles, parecía un día como cualquier otro, interminables aburridas horas de clases, tenía la suerte de que ya sólo me restaba un año más de aquello, pues cuando terminara la preparatoria me dedicaría de lleno a lo que siempre he amado: la música. Llegué al salón de clases, me senté junto a Ray como todos los días y comenzamos a platicar de banalidades, de nuestro aburrido fin de semana, fue en ese momento que entró él, Gerard, llevaba gafas oscuras, su negra y larga cabellera que contrastaba con su pálida piel. Vestía una sudadera azul y unos jeans, me quedé unos momentos anonadado ante aquella belleza que acababa de entrar, de repente vi la mano de Ray frente a mí.

-Frank, despierta, qué te pasa – Volví de mi ensimismamiento cuando la directora entró tras aquel joven y nos dijo – Él es Gerard Way, a partir de hoy se integrará a su grupo, él viene de una escuela en Summit, espero que le den un buen recibimiento y lo traten bien – en seguida se retiró, en tanto Ray me dijo -Ya viste a ese tipo, su aspecto, parece que lo hubiesen corrido de su otra escuela, nadie entra a medio ciclo escolar a menos que seas una fichita – Ni siquiera le respondí a Ray, sólo quería ignorar con todas mis fuerzas aquella sensación tan extraña que me embargaba después de haber visto a ese chico.

Gerard entró, se sentó en el asiento de atrás y sin quitarse sus gafas tomó un libro y cubrió su rostro, entonces entró el profesor de matemáticas y la clase comenzó. Ni siquiera pude concentrarme, me preguntaba de dónde había salido aquel chico, por qué había llegado así, por qué su cabello era tan lindo.

No podía quitarle la mirada de encima, cuando de pronto se quitó los lentes y ahí me perdí para siempre en sus ojos verdes, esos hermosos ojos que se convertirían en mi razón de vivir, él me miró, yo me sonrojé y desvíe nervioso la mirada, Ray se dio cuenta.

- Qué te pasa amigo, andas muy distraído

- Oh nada, es que nos ha dejado mucha tarea el profesor de matemáticas

- Uff, ¿por eso estás tan abrumado?

- Sí Ray, ya déjame

Cuando la hora del receso llegó, Gerard fue el primero en salir sin voltear a ver a nadie. Ray y yo nos dirigimos rumbo al comedor de la prepa, estábamos almorzando cuando vi a Gerard a lo lejos, parecía que ya había hecho un nuevo amigo, pero era nada más y nada menos que Bert McCracken, y ahí estaba yo, Frank Iero, sintiendo una especie de celos de ese malandro que seguramente no llevaría a Gerard a nada bueno, pues por todos era conocido por ser quien suministraba de alcohol, drogas y demás a los estudiantes de la prepa.

- Ya viste con quien está ese tal Gerard, con Bert McCracken, seguramente ha de ser un sujeto de su misma calaña -dijo Ray, quien no paraba de mencionar que seguramente Gerard algo habría hecho en su antigua escuela para que empezado el ciclo escolar lo echaran y terminara estudiando con nosotros.

No quise poner más atención a Gerard y al nefasto de Bert, prefería regresar a mi monótona vida y olvidarme de lo que hiciera aquel chico que acababa de conocer y que me provocaba un extraño cosquilleo en mi interior.