veinticinco.

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yo sólo quería tener a YunHo, él me hizo sentir vivo desde que lo ví entrar por el salón. ❞


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y lo ayudó disparando del gatillo.

claro, lo hubiera hecho si no fuera porque terminó gritando como un cobarde.

—¡ayúdenos! ¡quieren asaltarnos!—gritó YeoSang llamando la atención, personas comenzaban a acercarse a aquella esquina solitaria en busca de ayudar.

Choi guardó rápidamente la arma en su saco, gruñó con enfado. no le convenía ser visto en un barrio pobre de mala muerte y menos con una arma, su imagen se destrozaría.

—¡ahora, Gi!—le dijo el rubio al mercenario antes de brindarle un buen puñetazo al rostro de Choi.

el azabache aprovechó la distracción para soltarse del agarre de los dos hombres, a uno lo pateó en las costillas para posteriormente acercarse con furia a Jung.

—esto no se quedará aquí, MinGi. —le dijo el castaño antes de alejarse de YunHo cuando notó a varias personas acercarse, MinGi sin perder tiempo lo cargó al estilo nupcial llevándoselo de ahí. YeoSang corrió detrás de ambos escondiendo la arma en su pantalón, las personas comenzaban a rodear a Jung y a Choi reconociendo su estatus.

—¡ahora no! ¡no doy autógrafos!

San estaba a punto de darle la señal a sus hombres para seguir a los tres chicos que habían escapado pero los brazos de una chica lo rodearon de manera fuerte, miró a Jung quien también estaba siendo elogiado por sus exóticos platillos.

—¡amo su trabajo! ¿podría enseñarme el emprendimiento?

—lo único que te va a enseñar será como chupa mi polla, largo de aquí, amor. —le respondió Jung con coquetería para después tomar del brazo al de mechón ceniza llevándoselo de la zona, los medios no tardarían en llegar.

—¿ahora comprendes porque mis hombres hacen todo? además de salir en los malditos periódicos también van a relacionarnos.

—¿y eso es malo? preocúpate porque encontremos a la manzanita, ¡estábamos a nada de tener una mordida de él!

WooYoung se perdió entre la gente siendo seguido por Choi, los dos hombres de seguridad cuidaban al empresario desde lejos.

—¿cómo vamos a encontrarlos de nuevo? esto es una mierda y es tu culpa. —reclamó el empresario con molestia, sus facciones estaban tensas que Jung creyó que explotaría.

—¿mi culpa? ¡tú eres un maldito cobarde que guardó el arma!—le gritó Jung enfadado también por los reclamos, cuando notó lo que dijo de inmediato negó horrorizado y trató de serenarse lo más posible. —lo siento, no quería usar esas palabras.

—estás jodido de la cabeza.

—¿y tú no?

Choi iba a responderle pero el teléfono de WooYoung lo interrumpió logrando que el enfado creciera aún más, el castaño tomó su móvil atendiendo la llamada.

—habla WooYoung. diga.

—oye, Jung, lo siento. —se disculpó balbuceando el contrario por la otra línea.

—¿de qué hablas? ¿qué es lo sucede?—Jung se alejó un poco de Choi para hablar tranquilamente, mientras tanto el empresario trataba de ocultarse el rostro para evitar ser reconocido.

deep web, yungiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora