deep web, yungi

veinte.

❝ escúchame bien, muñequito. mientras yo siga jodiendo con mi existencia nadie se atreverá a tocarte ni un cabello, ni siquiera pondrán sus ojos en ti, primero se los arranco de las cuencas. ❞

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y Chan ahora se encontraba apuntando hacia a ellos, directo a hacia MinGi quien mantenía su dura mirada negándose a soltar a su chiquillo para ser exactos.

—¡es mentira, YuYu! ¡está mintiendo!—negó frenéticamente el castaño con la arma temblando entre sus manos, YeoSang estaba paralizado mientras observaba la escandalosa escena.

el peliceleste le miró con sus ojos cristalizados por el miedo aún en los brazos de MinGi, el tatuado notó la acción y trató de controlar el ataque de ira que probablemente vendría.

—¡y-yo no quería, YuYu! no sabía que Felix estaba en la red...y cuando lo supe yo creí que sería mejor que estuvieras con MinGi que con los otros dementes.

—referiste abandonarlo antes de decirle a la policía, no querías que te delataran. —añadió el mercenario sin importarle que estuviera apuntando a su cabeza.

—Chan...—trató de acercarse YeoSang al muchacho, éste se alteró moviéndose rápidamente para apuntarle también.

—¡quédate ahí! ¡v-voy a dispararte si te mueves! no me importa si eres mi amigo, hice que MinGi asesinara a Felix.

YunHo abrió sus ojos con impresión cuando escuchó las palabras de su compañero de clases, MinGi le miró inexpresivo.

—¡e-eres un mentiroso, Chan! confíe en ti, ¡siempre supiste todo! ¡te dije que tenía miedo de J-JongHo!—le gritó el peliceleste entre pequeños sollozos, sus brazos se aferraban al cuello del tatuado con fuerza. estaba confundido, está claro que MinGi no era muy diferente a los demás, él era un asesino pero no podía evitar sentirse protegido cerca suyo.

definitivamente podría elegir a MinGi entre todos los dementes, ¡no quería a JongHo, ni a WooYoung, ni a Chan! todos eran unos sádicos, unos enfermos que querían hacerle daño. comenzaba a creer que MinGi era su protector, el instinto de confianza que le brindaba lo hacía sentir seguro.

—¡no, no, no! ¡no sabía que JongHo era de la red oscura! ¡no lo sabía, YuYu!—gritó alterado mientras se acercaba a ambos, YunHo escondió su rostro nuevamente en el cuello de MinGi aterrado.

—no te atrevas a dar un jodido paso más. —advirtió el mercenario mirándolo con ese destello sádico en sus ojos, estaba más que furioso y YeoSang sabía que no vendría nada bueno.

—¡cállate, mierda! ¡entrégame a YunHo!

Chan le quitó el seguro al arma acercándose aún más a ambos chicos, MinGi se tenso apretando su mandíbula con demasiada fuerza.

—ven aquí, YuYu. ¡t-te llevaré con tu mamá!—balbuceó nerviosamente extendiendo su mano para que la tomara, con la otra mano libre seguía apuntando directo a su cabeza.

el chiquillo peliceleste negó soltando sollozos en el cuello de MinGi, las manos del azabache lo rodeaban con fuerza aferrándose a su cuerpo.

—¡d-déjame, Chan!

—¡Chan, ya basta!—gritó YeoSang desde su lugar, observó a todos lados en busca de algo que pudiera golpear al muchacho. Chan lo ignoró, su mirada estaba clavada en YunHo con tanta insistencia.

YeoSang tomó una de las rocas y MinGi le miró con una pequeña sonrisa en sus labios. ambos sabían que hacer y no tenían problema en hacerlo.

—¡maldición, ven aquí ahora!—le ordenó alterado tomándolo del brazo, MinGi le dedicó una mirada furiosa y hizo el amago de moverse pero Chan le apuntó directo al rostro mientras quitaba a YunHo de su cuerpo.

—¡basta, Chan! ¡Min!—el miedo se reflejaba en los ojos del peliceleste que se negaba a soltarlo pero Chan ya lo tenía, el rostro del mercenario era la misma definición de Satanás.

—¡cállate!

la gota que colmó el vaso o más bien el ángel perteneciente del diablo que Chan tocó fue el detonante para que MinGi presumiera sus más mounstruosos instintos.

en un hábil movimiento MinGi colérico le tomó del brazo, pateó con fuerza su rodilla logrando desestabilizarlo para así poder arrebatarle el arma de las manos. YeoSang se acercó corriendo con la roca en manos y lo comenzó a golpear con fuerza en la nuca, Chan en el suelo intentaba defenderse de los golpes.

—M-Min...—susurró YunHo mirando la escena con temor y retrocedió inconscientemente.

el tatuado mercenario empujó a YunHo con fuerza alejándolo de Chan, tomó la arma en el suelo y sin rechistar le disparó directo al rostro al menos cinco veces haciendo una escena totalmente llena de sangre.

—¡maldito hijo de perra! púdrete en el infierno.

—no veas, Yu. —le dijo YeoSang antes de taparle los ojos al peliceleste impidiendo la horrorosa visión de lo que hacía MinGi.

la respiración errática del mercenario y su expresión eran aterradoras, seguía acabándose las balas del arma con Chan aunque ya estuviera muerto, aunque hubiera un desastre de sangre por todo el lugar.

—todo está bien, Yu. —susurró el rubio intentando tranquilizar al menor, MinGi se limpió las manchas de sangre de su rostro y soltó el arma agotado.

sus roncas risas hicieron eco por el lugar mientas se limpiaba con fuerza cada mancha de sangre sobre su rostro y cuerpo.

—MinGi, ya basta. —expresó YeoSang aún tapando los ojos de YunHo, el mercenario le dedicó una gélida mirada antes de acercarse a ambos.

MinGi jaló el brazo de YunHo abrazándolo con ansiedad, las manos del menor se aferraron a su cintura sintiéndose protegido.

—¿estás bien? el hijo de puta te golpeó en la mejilla. —soltó con dureza tocando con sus manos ensangrentadas las mejillitas rellenitas de YunHo el chiquillo asintió con temor. —escúchame bien, muñequito. mientras yo siga jodiendo con mi existencia nadie se atreverá a tocarte ni un cabello, ni siquiera pondrán sus ojos en ti, primero se los arranco de las cuencas.

—gracias, Min. —le dijo aguantando las terribles ganas de llorar por lo que sucedía, el azabache imposible de resistirse estampó su labios con los de él en un beso desesperado. su boquita se sentía cálida, pura, virgen. MinGi quería comerle la boca de mil maneras diferentes y lo estaba haciendo, YunHo jadeó cuando la húmeda lengua del hombre exploró su boca con experiencia. el chasquido del beso se escuchaba de una manera obscena pero eso no importaba, MinGi disfrutaba de sentir cada detalle de él.

y estaba dispuesto a hacerlo por la eternidad.

૮₍ '• ˕ •' ₎ა

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