veintiocho.

886 102 12
                                    


❝ nunca debí ceder a tus estúpidas palabras. ❞

⚠︎


—¡abreme la maldita puerta ahora mismo, JongHo!

ambos chicos se giran para mirar la puerta que era golpeada bruscamente, JongHo no le tenía miedo, claro que no. pero YunHo sí y las palabras anteriormente dichas por su compañero no son una gran ayuda.

—no abras, no lo hagas. —le susurra YunHo tapándose los oídos con las dos manos a medida que los golpes seguían incrementándose en la puerta, JongHo sonríe en grande, tan grande que incluso Judas sintió orgullo de él.

—YunHo, conozco esta casa como la palma de mi mano. —responde el muchacho bajando de su regazo, se arrodilla ante él para mirarlo directo a los ojos. —en esta habitación hay un pasadizo secreto, solía esconderme cuando era niño. puedes venir conmigo ahora, te llevaré con tu madre y todo será como antes.

el peliceleste le mira esperanzado.

—¿de verdad, JongHo?

—de verdad, ¿vienes conmigo?

los golpes en la puerta seguían sin parar, la voz angustiada de YeoSang también suena del otro lado.

—yo...sólo quiero regresar a casa con SeongHwa.

—y lo harás, Yunnie. —se apresura a contestar parándose de inmediato del suelo, le tiende la mano al menor en espera de que accediera. —confía en mí.

cuando los golpes cesaron, YunHo pudo suspirar aliviado y aceptar la mano de JongHo confiando ciegamente en él.

—¿se ha ido?

JongHo se encoge de hombros y se lleva el dedo índice a los labios pidiéndole que guarde silencio pero sin atreverse a deshacer el agarre de su mano restante con YunHo.—creo que se ha...—antes de que pudiera terminar la frase fue separado bruscamente del peliceleste, detrás de él se encuentra MinGi mirándole tan fijamente como un depredador analizando a su presa, había visto sus manos entrelazadas.

JongHo mira de reojo a YunHo, se encuentra en los brazos de YeoSang. al parecer el muchacho rubio le hacía un montón de preguntas sobre su estado, pero YunHo tiene la mirada perdida, ni siquiera lo estaba escuchando.

—¿qué mierda te pasa, imbécil?—reclama MinGi aún detrás de él, su voz era tan serena que eso sólo lo hacía lucir más terrible aún. —¿no vas a voltear, pedazo de escoria cobarde?

el estudiante azabache niega con la cabeza aún en la misma posición de antes, no quiere ver directamente al mercenario.

—te dije que tan sólo un mínimo error y te jodía la cabeza, ¿lo recuerdas, cierto? la serena voz de MinGi se convierte en una áspera y amarga, cada palabra que dice era arrastrada como si se le dificultara hablar por la gran cólera que sentía.—te hice una maldita pregunta. —le grita empujándolo fuertemente al suelo, JongHo intenta meter las manos ,pero le es inevitable debido a la rapidez. —responde.

el estudiante se limpia la poca sangre de la boca y retrocede lo más que puede del hombre furioso.

—Gi, creo que debo sacar a YunHo de aquí, él no está...

MinGi interrumpe bruscamente a YeoSang dándole una mirada de advertencia.

—no.

YunHo sigue mirando al suelo en silencio, quita las manos de YeoSang de su alrededor y se aparta un poco. no mentiría si dijera que no le dolió la mirada herida del rubio, pero no era momento de sentirse así, no cuando te ponen los pies en la tierra y por fin te das cuenta de lo que haces es totalmente bizarro. ni MinGi ni nadie evitaría que él pusiera a SeongHwa y a su familia primero que cualquiera, no dejaría que se atreviera a lastimarlos.

—...quiero que veas bien como le saco los jodidos sesos en frente de ti, Jeong YunHo, te dije claramente que no confiaba en ese imbécil. —expresa con repudio sacando su navaja favorita del bolsillo, YeoSang traga saliva aterrorizado. —nunca debí ceder a tus estúpidas palabras.

YunHo levanta su mirada en cuanto MinGi se acerca peligrosamente a su compañero de clases.

—no lo olvides, Yunnie. —habla JongHo con una pequeña sonrisa en sus labios, no se mostraba débil ante MinGi y su próxima muerte. —SeongHwa espera por ti.

—también dile que no llore por tu sucia muerte, me harías un favor. —escupe MinGi con veneno, estaba tan cegado por la ira que sentía, imposible de controlarse. ni siquiera por YunHo.

sin perder más tiempo, el mercenario le toma con fuerza de la quijada, JongHo lo mira fijamente pero MinGi sólo se limita a devolverle la misma gélida mirada. la filosa navaja se pasea lentamente por la piel de su cuello, el estudiante tiene que ahogar un grito cuando siente el filo incrustarse de poco a poco en su piel generándole dolor.

lo que ocurrió a continuación sorprendió a todos.

YunHo empuja a MinGi con fuerza y sin arrepentimiento, la navaja cae al suelo al igual que el mercenario.

—n-no vas a volver a herir a alguien más, MinGi. no más. —suelta con enojo colocándose delante de JongHo en un intento por protegerlo, el tatuado azabache lo miraba aún desde el suelo entre una mezcla de ira, traición y dolor en sus ojos.

YeoSang niega frenéticamente desde su lugar deseando no estar en ese momento, si algo sucedía no sabía a quien realmente ayudaría.

MinGi y YunHo seguían mirándose fijamente, los dos con tanta furia acumulada y la traición a flote.

oh, podía faltar la histérica risa de JongHo como el fondo perfecto.


⚠︎


—¿por qué mierda tienes un maldito teléfono si no vas a responderlo, Jung?

—eh, jefe Choi. ¿qué haces aquí?—suelta el castaño con evidente nerviosismo cerrando la puerta hasta sólo dejar un espacio en donde su rostro pudiera verse.—¿de qué hablas? ¡tenemos que buscar al idiota de MinGi y a mi mocoso!

San intenta pasar a la casa pero la mano de WooYoung se lo impide.

—¿por qué diablos no me dejas entrar?—la paciencia del empresario comenzaba a terminarse.

—estoy algo indispuesto, jefe. —se apresura a responder con coquetería, el del mechón ceniza niega asqueado ante sus intentos por tenerlo en su cama.—no me importa.

antes de que el joven pudiera objetar, San abre paso a su casa con rapidez ignorando su excusa.

—oye, Wo. ¿entonces que vas a decirle al estúpido empresario? no creo que vaya a gustarle que el loquito escapara porque...

Jimin calla sus palabras abruptamente cuando nota la presencia en la casa, intenta tapar su desnudez con el cojín del sofá aunque eso debía ser lo menos importante para él ahora que tiene la seria mirada del empresario observándolo.

—HAHA, muy buen chiste, primito. —habla WooYoung entre falsas risas, se pasó con ansias la mano por sus hebras castañas.

San no sabía si estaba furioso por el escape de JongHo o por el descubrimiento del incesto entre Jung y su primo, optó por lo primero. sí, claro.


 ૮₍ '• ˕ •' ₎ა

{ 5/7 }  

deep web, yungiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora