1._El bar

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Kakashi Hatake, un hombre de 30 añotes, bien sabros... Digo, voy a hacer esto de la manera más seria que me es posible.

Kakashi vagaba por las calles de Japón mientras fumaba un cigarro que ya casi estaba por terminar.

Su vida era un completo desastre.

¿De que servía estar bien sabroso si tu novia te engaña con su mejor amigo?

Em bezes kheria aser la moricion.

Dió una última calada al cigarro y tiro la colilla al bote de basura que estaba frente a un bar llamado 'el noa noa', ahre.

Miró el local unos segundos.

El bar era digno para ponerse una peda bien chidori, así que entró.

Chales... Orita que recordaba... Ahí fue donde conoció a su ex-novia, donde le propuso ser novios y donde fue a encontrarsela poniéndole los cuernos.

—Seguro que aquí puedo tener un nuevo comienzo.

Dijo para si mismo con pesadez.

Caminó entre la gente que bailaba en la pista hasta poder llegar a la barra.

—Deme un tequila doble, por favor.

Pidió mientras tomaba asiento frente a la barra.

Miro hacia la izquierda por el rabillo del ojos, se encontró con un chico realmente guapo.

Cabello rubio, facciones delicadas, tres marquitas en cada mejilla que le daba un aspecto adorable... Sus ojos... Sus ojos azules como el cielo o el mismo mar.

Giro la cabeza para centrar mejor la mirada en el rubio.

—Oe, es incómoda tu mirada. —Banda, Kakashi se acaba de enamorar de la voz del rubiecito kawaii.

—Disculpa es que tanta belleza no puede ser ignorada —El rubio se mostró sorprendido para después soltar una risilla.

—Supongo que gracias. —Naruto suspiro y extendió su mano— Naruto Namikase Uzumaki.

—Kakashi Hatake.— apretó ligeramente la mano del rubio. —Enserio eres hermoso. Tu sonrisa es hermosa.

Amikos, hoy Kashi no dormía solo.
—Uhm —El rubio soltó la mano del peliplomo con el ceño ligeramente fruncido— ¡Yo no puedo alagarte ttebayo!

Kakashi ahora fue el que soltó una corta risa.

—Esa máscara es muy estorbosa.

Comentó el chico con enojo.

El ni siquiera podía respirar con un cubrebocas puesto después de dar cinco pasos y este man seguro la portaba de a diario.

Le deberían de dar algún premio por aguantar tanto con esa máscara.

—¿Sabes? Podrías ver mi rostro si vamos a un privado.

—¡Oye no soy teibolero!

Exclamó el rubio, no es que le moleste la propuesta indecente pero él se catalogaba como algo mejor que teibolero... Prostituto personal era algo mejor.

—Perdón, era una broma.

Después de hablar y tomar unos tragos por un largo rato, tomaron rumbo a la casa del peliplata.

Al llegar a la humilde morada del peliplata (mansión) subieron rápidamente a la habitación del Hatake tratando de no hacer ruido- aunque eso pronto sería inevitable- ya que el padre de Kakashi podía oírlos.

One-shot's ※KAKANARU※Donde viven las historias. Descúbrelo ahora