2. Ramen

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—Jungkook? — preguntó Jimin, su voz ligeramente rasposa al acabar de despertar de su sueño.

—Hola Jimin— le sonrió nervioso Jungkook.

—¿En dónde...? — los ojos de su compañero se abrieron como platos — ¿Qué te pasó?


Y Jungkook recordó su ojo, ligeramente inflamado, adornado por la mancha violeta.

—Ah, esto — dijo despreocupadamente, tapándose con una mano su ojo —. No es nada. El entrenamiento de esta noche estuvo un poco más intenso que de costumbre, competí con un nuevo chico en el equipo, tenemos el mismo nivel. Fue divertido. 


Jimin se incorporó lentamente y estiró su mano para quitar la mano del menor de su ojo, permitiéndole ver con más claridad aquel ojo morado.

—¿Cómo que no es nada Jungkook? — lo reprendió — se está inflamando.


El mayor se levantó rápidamente de la cama, y fue directo a la cocina. Jungkook sabía perfectamente que su mayor iba a prepararle una bolsa de hielo, como hacía regularmente cuando Jungkook llegaba a casa con un ojo morado.

Desde que fue asignado como compañero de cuarto de Jimin fueron así las cosas. Jungkook llegaba a casa con heridas la mayoría de las noches y Jimin se preocupaba al verlo e intentaba sanarlo. 

Lo curaba, le preparaba un delicioso ramen o uno de sus chocolates calientes únicos en el mundo. Lo cuidaba a veces cómo a un niño pequeño.

Y Jungkook, desde el principio, nunca se quejó. Apreciaba mucho la genuina preocupación que sentía su Hyun hacia él, le causaba ternura ver el lindo puchero que Jimin hacía cada cada vez que lo veía llegar con un hematoma, o con un par de rasguños, o con cualquier herida que trajera consigo. 


—Jungkook — la voz de su compañero llamándolo interrumpió el curso de sus pensamientos.

Se dirigió a la cocina, en donde se encontraba Jimin, preparando un muy probablemente delicioso ramen. El olor ya empezaba a sentirse en el aire, y Jungkook se regocijaba al imaginarse el sabor en su boca.

—Te preparé una bolsa de hielo, está encima de la mesa. Siéntate, ya casi voy a servir.

Pero Jungkook fue a agarrar los platos y cubiertos que utilizarían para comer. Escuchó a Jimin suspirar a sus espaldas.

—Jeon Jungkook, dije que te sentarás. Yo me encargo.


Y Jungkook podía imaginarse el lindo puchero que adornaba la boca de su Hyung a sus espaldas.

—No estoy moribundo o discapacitado Jimin— dijo con un tono burlesco.

—Igual. ¿Quién es el paciente aquí?

Y Jungkook siempre sentiría un cálido sentimiento instalarse en su pecho al ver que su Hyung se preocupaba por él.

Roommates →  '🧺٫ 𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇 !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora