𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙨𝙞𝙚𝙩𝙚

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Capítulo 7: Un catastrófico error

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Capítulo 7: Un catastrófico error


Había ocasiones en la que la chica de mejillas coloradas y sonrisa deslumbrante dejaba embeselado al joven de pecas y ojos esmeralda. Se volvió una nueva rutina para él mirar con ternura a su amiga –sin que ella lo notará– mientras estaba concentrada haciendo la parte de su proyecto.

En una ocasión ella lo notó y sus miradas se cruzaron, sintieron un gran choque electrizante recorrer toda su espalda y apartaron su mirada al lado contrario del otro con un gran colorete en sus mejillas.

Y así continuaron hasta terminar el proyecto que Midnight-sensei les había encargado. Entre sonrisas, risas, titubeos y sonrojos; notaron que en esos tres días necesitaban la compañía del otro para sentirse completos. Ninguno lo quería admitir. Midoriya se sentía muy feliz cuando su amiga estaba junto a él, era una emoción similar a cuando compra una figurita de algún héroe profesional.

—¿Deku-kun? —Le llamó su amiga preocupada ya que había estado un corto tiempo sumido en sus pensamientos. Él reaccionó y le regaló una sonrisa. —¿Todo bien?

—Mejor que nunca porque estás a mi lado —dijo sin borrar la sonrisa y la castaña no pudo evitar que sus mejillas se enrojecieran. —¡A-ah! —Él movió sus manos sintiendo nervios y su cara se torno de color carmín.

Ochako aún con sus mejillas coloridas lo miraba sorprendida y después sonrió al ver cómo él hacía tantos ademanes y rió en un tono bajo y cubrió su boca con su mano. No debía hacer mucho ruido porque aún seguían en la biblioteca.

«Otra vez mi corazón —se dijo Midoriya tocando su pecho mirando aún como reía su amiga, —no deja de latir tan rápido cuando Uraraka-san se ríe»

—Tambien me gusta que estés a mi lado, Deku-kun —habló una vez que dejó de reír. Su tono suave y su mirada perdida a los libros fue la única forma de decirlo sin que ella tartamudeara.

Midoriya arrugó las cejas, el puente de su nariz y frunció los labios. Ochako lo miró y parpadeo.

—Ah, otra vez esa cara fea del festival deportivo.

—Perdón, es que Uraraka-san brilla tanto que no me deja ver con claridad —mencionó mientras tallaba sus mejillas y volvió su habitual gesto. Uno gentil.

Ochako sonrió como respuesta, sentía nervios, y miró las hojas dónde habían hecho su investigación.

—B-bueno hemos concluido el proyecto. Ahora solo falta poner el nombre de equipo —tomó el lapicero y al tocar la punta del grafito con el papel se detuvo. Y Midoriya al notar que no se movía desvió su mirada hasta ver su cara.

—¿Sucede algo, Uraraka-san? ¿No recuerdas el nombre de equipo?

—O-oh, no es eso, es solo... —giró el lapicero usando sus dedos y miró los ojos de su amigo, —es raro.

Dulces Sentimientos [Izuocha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora