Dulces Sentimientos [Izuocha]

𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙙𝙞𝙚𝙯

Capítulo 10: Mutuo

Las mariposas se dirigían a cada una de uno de las habitaciones de los aspirantes a héroes. Algunas entraban por la ventana del balcón o simplemente por debajo de la puerta. Revoloteaban en la nariz de cada uno, haciéndolos despertar de su placentero sueño.

Cuando Uraraka Ochako tallo sus ojos y parpadeando qué era lo que la había despertado tan temprano. Estiró sus brazos y bostezo, y la mariposa aún seguía revoloteando a escasos centímetros de su rostro. Sonrió y alzo su dedo donde la mariposa descanso.

—Qué raro, —se dijo observando la mariposa de colores anaranjados y cafes —aun no es temporada de mariposas. —El insecto comenzó a volar hasta la puerta y hacia círculos en su vuelo —¿Quieres que vaya? —La mariposa aún seguía repitiendo el patrón del circulo. La castaña se puso sus sandalias y siguió a la mariposa.

Miro que estaban sus compañeros de clase en la sala común.

—¿Tú también? —Se preguntó Kaminari bostezando mientras rascaba su abdomen, —está muy raro mi sueño, pero, —sonrió y se acercó a la chica y la tomo de sus manos, —ya que es un sueño. ¿Uraraka tengamos una cita?

—¿Qué? —Pregunto avergonzada intentando zafarse de las manos de su amigo.

—Tienes razón, Uraraka —embozó una sonrisa, —es mejor pasar al beso —y acto seguido el rubio se acercó a un más a la chica listo para unir sus labios con los de ella.

Ochako cada vez que veía que Kaminari se acercaba a ella daba un paso hacia atrás, pero el chico estaba muy convencido de besarla porque según estaba en sus sueños.

—Ay, no, no, no, no, ¡aléjate de mí! —Se soltó Ochako y le dio una bofetada al chico que lo hizo flotar hasta el techo. —Buah, no era mi tipo, Kaminari-kun —su rostro estaba rojo por la furia que sentía, —además que le soy fiel a mis sentimientos por Deku-kun —susurró lo último mirando con molestia al chico rubia tocándose la mejilla.

—Kaminari... —escuchó una voz gruesa y muy molesta detrás de ella. Ochako sintió escalofríos y sudo frio, lentamente se giro y vio como Jirou miraba con decepción y enojo al chico. —¡Eres un imbécil! —La punta de sus audífonos llegaron a la sien del chico que chillo al sentir la vibración sonora.

—Incluso en mi propio sueño las chicas me rechazan y Jirou me atormenta —lloriqueaba el chico, mientras hacía movimientos de natación en el aire para recobrar su postura.

—¡Coño, por qué me levantan tan putas temprano, extras! —vociferó el chico de personalidad explosiva llegando a la sala.

Iida, Yaoroyozu y Koda que seguía controlando a las mariposas miraron entre cansados y asustados al Rey de las Explosiones.

—Bakugo tienes razón. Son las cinco de mañana y tenemos clase a las siete, ¿Qué, acaso alguien se metió a robar? —Preguntó Sero mientras comenzaba a servirse un vaso de leche.