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Soojin bebió otra lata de cola de cereza, la cuarta de esa mañana, mientras esperaba que Shuhua se despertara. Sabía que la niña tenía el sueño profundo y todo eso, pero ¿tenía que dormir tan tarde? Soojin sintió que el aburrimiento volvía a entrar.
Aplastó la lata ahora vacía en su mano, molesta con su mente por hacerla sentir de esa manera. Ahora sintió otro sentimiento arrastrándose dentro de ella, ira. Soojin, siendo un demonio, era propensa a ataques de ira de vez en cuando, pero en comparación con los demonios, sabía que los suyos ocurrían con más frecuencia y la consumían. Ni siquiera era ira, por así decirlo, era solo frustración por la espiral sin fin en la que se encontraba. Un efecto secundario del hecho de que en realidad nunca sentía emociones fuertes, excepto cuando cumplía una meta que otros consideraban horrible.
Pero para ella era la única forma de sentir de verdad, así que lo colocó en su categoría de bueno, a pesar de que era la causa principal de la espiral en la que había caído. Era mejor que el aburrimiento. ¿verdad?
lo era.
Todavía era malo, pero era mejor. ¿Pero es lo suficientemente bueno? Soojin se preguntó a sí misma.
solía pensar que lo era, pero ahora no estaba segura. miró fijamente la lata aplastada que aún estaba en su mano y su mente se quedó en blanco. Solo quería acostarse e irse a dormir, y estaba a punto de hacerlo cuando Shuhua irrumpió. El rostro feliz de la niña sacó a Soojin de su estado de ánimo, lo que habría sorprendido si no lo hubiera ignorado. Observó cómo el ángel entraba de un salto en la pequeña habitación donde comían.
ー¡hey!ー Shuhua soltó una risita, el sonido hizo sonreír a Soojin, lo que también ignoró.
ーhey.ー Soojin dijo, casual, tranquila. Y estaba tranquila, ¿no? Su corazón latía un poco más rápido, pero estaba segura de que eran las 4 latas de refresco de cola o el cambio de humor. Si era algo emocional que Soojin no podía decir, nunca había sido la mejor leyendo sus propias emociones. Sin embargo, era excelente para leer a las demás y podía decir que Shuhua estaba feliz de verla. Muy feliz.
ー¿Quieres ver la televisión?ー preguntó Shuhua, moviendo el control remoto hacia arriba y hacia abajo.
ーSi seguro.ー Dijo Soojin, sorprendida, y no muchas cosas la sorprendieron más en la última parte de su vida inmortal. Sin embargo, esto sí, no estaba acostumbrada a que la gente quisiera hacer algo con ella, aparte de lo obvio. Pero el ángel claramente quería hacerlo cuando se zambulló en el sofá tirando de Soojin a su lado.
1 hora después, Shuhua estaba dormida en el regazo de Soojin y roncaba levemente. Seo acarició el cabello largo del ángel, perezosamente, preguntándose si debería moverse. Pero cada vez que ella decidía que debía levantarse, Shuhua se acurrucaba contra ella haciendo que se quedara quieta, sin querer despertarla. Finalmente, se dio por vencida y decidió volver a ver el programa.
