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Soojin yacía en la cama, sus ojos miraban al techo, brillando en la oscuridad. No podía dormir, no es que lo necesitara, era más algo que hacer que una necesidad. Prácticamente podía sentir las palabras flotando en su cerebro mientras suspiraba y se daba la vuelta. Trazando un dedo, perezosamente sobre sus sábanas de satén, entró en su mente.
A veces, Soojin se consideraba una asesina en serie. No de personas, sino de amor. Dondequiera que iba, la angustia la seguía. Se habría sentido arrepentida, si le importara. Soojin nunca había sentido amor, nunca lo había sentido ella misma, lo cual era irónico considerando su propósito. Ni siquiera podía extrañarlo, ¿cómo extrañas algo que nunca tuviste?
Tampoco podía desearlo, no sabía qué desearía. A veces, aunque nunca se lo admitía a sí misma, envidiaba a Yuqi y Soyeon. Le enfurecía haber nacido así, sin amor, anoréxica emocional. Soojin cerró lentamente los ojos, volviendo al pasado. A su primera visita a la tierra.
…
Soojin pisó la hierba mojada, sorprendida por el frío que hacía contra sus pies descalzos. Así que esto es la tierra, pensó para sí misma. Miró a su alrededor viendo pájaros revolotear por el aire, ignorando el aburrimiento que se filtraba en su mente, incluso en un lugar tan interesante.
no sabía por qué estaba en la tierra, pero algo al respecto la hizo llegar a eso. Tal vez terminaría con su interminable vacío. Ansiaba algo que la hiciera sentir con fuerza, estaba cansada de emociones amortiguadas. Cualquier cosa serviría.
Recordó que Soyeon le había dicho una vez que un demonio sin propósito era como un humano con depresión. Soojin se burló, no estaba segura de que se comparara. Seguro que era terrible tener depresión, pero los demonios sentían todo amplificado, casi tan amplificado como lo sentían los ángeles. Ese vacío la consumió por completo. Sin mencionar que ella era inmortal.
Su propósito.
Soojin se preguntó si alguna vez lo encontraría, decidió que si lo hacía haría cualquier cosa para llenarlo, incluso si se decía que te hacía querer más y más. No podría ser tan malo como esto. Miles de años de esto. Soojin negó con la cabeza, siempre podría hacerlo retroceder complaciéndose a sí misma.
¿Pero en qué?
De repente, Soojin vio a una chica pasar junto a ella, sorprendida al ver un brillo rojo sobre su piel. sabía qué era esto, la llamada que había estado esperando. Así que ella respondió a la llamada sin dudarlo.
…
Shuhua observó cómo Soojin se quedaba dormida. La mayor había estado profundamente dormida, se preguntó en qué había estado pensando. Aunque sabía que no era probable, esperaba que Soojin hubiera pensado en ella. Shuhua la miró hasta que se sintió profundamente dormida, soñando con su hogar.
