Capítulo 04

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POV Catra

Abre los ojos, molesta de ser despertada por el irritante sonido de su celular, que milagrosamente sigue con batería, se quedó dormida usándolo y quedó al lado de su almohada.

Ve el mensaje de Adora y revisa la hora, tiene poco más de una hora antes de que llegue, estuvo tentada a contestarle que no fuera a verla, si algo le dejo claro Glimmer la noche pasada es que no merece menos que toda la atención de alguien que la ame, pero Adora siempre la deja sola, siempre tiene cosas más importantes que ella, así que quiere que llegue para reclamarle el dejarla sola sin avisarle.

Pensando en el discurso que le va a dar a su novia cuando llegue, se levanta para bañarse, no le gustan los baños matutinos, pero es la única forma que sirve para quitarse el sueño y quiere estar totalmente despierta para cuando llegue Adora, si está aún adormilada, sabe que terminará abrazándola apenas abra la puerta.

Ya que llegó esa imagen a su mente, duda, lo que quiere es que su novia la acaricie, que la abrace, le diga que la quiere y se quede con ella. ¿Porqué Adora no la entiende?, ¿Es tan difícil para ella sólo quedarse?

Un maullido la saca de sus pensamientos, que cada vez se volvían más solitarios. Voltea viendo a su gato, Melog, al fin regresar.

Es un gato que se encontraron una tarde en su primera cita oficial con Adora hace casi un año, estaban dando un paseo por el parque cuando encontraron al pobre tirado, demaciado delgado, apenas podía moverse intentando uir cuando se le acercaron.

Adora sin dudar, lo tomo en sus brazos, el pobre intento arañarla, cosa que la rubia ignoró completamente pidiéndole a Catra que buscará al veterinario más cercano. Juntas lo llevaron, por suerte estaba a unas cuantas calles de distancia y Catra llevaba suficiente dinero para pagar los gastos.

Al principio no estaba segura de quedarse con él, pero Adora la convenció ya que se había encariñado y  en su dormitorio no podía tener animales, en el caso de Catra, como era un cuarto independiente, pagado por sus padres no tendría problemas para cuidarlo. Al final la convenció diciéndole que sería el primer hijo de ambas.

Sonriendo y recordando ese día, se dirige al callejero, aunque ya tenía una casa, era común que se saliera y regresara, a veces el mismo día y en otras ocasiones no lo veían hasta la semana siguiente.

Por alguna razón, Melog siempre se salía en las pocas ocasiones en que Glimmer la había visitado, aunque puede que Catra tenga la culpa de eso, ya que en más de una ocasión lo regaño por gruñirle y rasguñarla si se le acercaba. 

– Hey Melog, hasta que te apareces – se le acerca para rascar su cabeza – Deja me baño y te doy tu comida, sé que sólo regresas por eso, gato traidor – a pesar de sus palabras, no deja de sonreír, agradece tener al pequeño con ella, sus ojos azules a veces le recuerdan a Adora, aunque el tono es claramente diferente.

Con prisa toma un baño tibio, se viste y va a la cocina a sacar un sobre de comida para Melog y un vaso de leche sabor chocolate para ella.

Toma su leche mientras ve al gato negro comer animadamente, no se arrepiente de tenerlo, porque aunque a veces hace desastres en casa, suele estar cerca cuando más sola se siente. Además es divertido pelear con él por la atención de su novia, la cual muchas veces termina acariciando a Melog pegado a su lado y la cabeza de Catra en sus piernas.

– ¡Mierda, Catra! No es momento de ponerse toda dulce, tienes que reclamarle a Adora que te dejara anoche. ¡Glimmer tiene razón, si ella me quiere debe ponerme como prioridad!.

Pareciendo que pensado en ella la ha invocado, escucha como abren la puerta del lugar, poco después la cierran y pasos pesados recorriendo la casa, seguramente buscándola.

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