Recibes lo que das

Capítulo 09

Pov Alicia

Me gustaría decir que tengo una vida acomodada, donde mis padres son millonarios o algún cliché de novela romántica, pero sería mentir, tampoco soy la clásica mártir, aunque a muchas nos gustaría vivir una novela romántica, esto no es verdad, simplemente somos protagonistas de nuestra historia, aún no sé qué tipo de novela seria mi vida, pero intento que sea algo divertido al menos desde mi propia perspectiva.

Después del momento divagado regresemos a la realidad, mi vida es normal, soy hija única y vivo con mis padres ya que afortunadamente, la ciudad donde nací cuenta con muchas universidades cercanas usando transporte público, aunque me gusta practicar deportes, entre ellos el skate, no me interesa ir a la escuela en la patineta, aprecio mucho mi media hora extra durmiendo cada mañana solo por aguantar la mole de gente que usa también los camiones.

En la escuela también diría que soy un alumno común, no tengo los mejores promedios, a veces parece que reprobare alguna materia, pero hasta el momento he podido salvar todos los semestres.

Mi vida amorosa es… Prácticamente inexistente, no porque no me enamorara, si no porque no he tenido mucha suerte con mis enamoramientos, casi siempre me atrae alguien que es genial y claro, todas las chicas geniales o no están solteras o son heteros. Por ejemplo, mi amiga Adora, cuando la conocí no era ni soltera ni hetero, pero era demasiado obvio que estaba enamorada de su amiga Catra. Aun así, no pude evitar sentirme muy atraída por ella, no solo por tener un cuerpo de infarto, ojos azules tan claros que a veces se podrían ver algo grises, ser rubia es solo un gran extra en ella, pues lo mejor es su personalidad, es tan alegre, decidida, torpe e inocente que era simplemente natural gustar de ella.

Ya que hablamos de ella, les diré como la conocí, de nuevo me gustaría decir que paso algo de película romántica, diciendo que me golpeo con un balón, nos pusieron en un trabajo juntas, que chocamos y nos besamos o algo divertido de contar, pero siendo sinceros, eso nunca pasa, la conocí por algo mucho más simple, en nuestro segundo semestre coincidimos en la mayoría de las materias, pero ella a diferencia mía, no lo había notado.

Al menos hasta un día, más específicamente en el primer día de exámenes parciales, ¿Ya he dicho que es torpe? Lo digo en este momento porque la razón para comenzar a hablar fue que ese día, ella había olvidado llevar lápices, dirán que no es gran problema, hasta que les digo que el examen era de matemáticas y claro, hacerlos con pluma es básicamente un suicidio, así que de la forma más cómica que había visto hasta ese momento, se la paso preguntando a nuestros compañeros si le prestaban alguno, al final, como era de esperarse, me compadecí de ella y le presté un lápiz. Al final ella me presto la mitad de su goma porque yo no llevaba la mía, después de esa clase, de alguna forma, comenzamos a hablar y pude notar todos los detalles de su personalidad, es una persona muy transparente, por lo que rápido aprendí las cosas básicas de su rutina, vida y poco después a sus demás amigos.

Para este punto yo ya estaba totalmente interesada en ella, aún no sabía de su interés en Catra, pero pronto pude notarlo, a su lado era, si no creía que fuera posible, aún más torpe, sonreía más cada que la veía y la mirada que tenía sólo para ella lo hizo evidente muy pronto, sin embargo, antes de terminar ese semestre, me decidí a decirle la verdad.

- ¡Adora! Hola, ¿Te importaría ir a comer conmigo después del entrenamiento? – pregunte esa tarde.

- ¿Oh, una salida grupal? ¡Claro! Vamos a comer… ¿Hamburguesas? – respondió de forma rápida y alegre, Dios, en serio no sabe entender indirectas…

- Ja… no, me refería a solo nosotras, necesito hablar contigo, pero preferiría que fuera a solas y cerca de un lugar con comida – añadí al final, sabía lo que me diría después, así que quería tener comida cerca para poder ahogar mis penas en papas fritas.