Esta no es una ocasión para disfrutar.

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Bakugo salió de la habitación pensando en mil y una forma de asesinar a esos idiotas.

Había aceptado acompañarlos a ese sitio pero nunca les había dicho que quería hacer algo como eso. Era su culpa, lo sabía, pero... tenía que intentar...

—¡Bakugo! ¿Sabes lo que nos costó? Es de los que más cobran...

—¡Me importa una mierda!— dijo Bakugo al salir de la habitación hecho una furia.

—¡Ya veo, entonces quizá querías a una chica! ¡Habérnoslo dicho...! ¡Auch!

—Me largo. 

Bakugo, después de darle un buen golpe en la cabeza a Sero se dirigió a las escaleras lo más rápido que pudo, apoyándose de la barandilla.

—¡No, no te vayas nosotros aún no hemos disfrutado de la noche!

—Además, nos falta Kirishima, ese tipo se nos perdió desde hace rato.

—Pues quédense ustedes a buscarlo, yo me voy. — Katsuki se sentía asqueado con él mismo. No del todo por haber ido a ese sitio, si no por el hecho de haber pensado siquiera por un momento que asistir con esos idiotas podría...

—Sólo un poco más. Prometemos no meterte más. Pero al menos intenta divertirte con lo que ves.

Al llegar abajo miró a sus idiotas amigos y suspiró dirigiéndose a un sitio vacío, pues en el que estaban antes ya estaba ocupado.

Sí, era idiota. Bakugo se sentó nuevamente mientras los demás hablaban animados y comenzaban a pedir bebidas y algunas chicas para que estuvieran con ellos.

Intentó entretenerse con el espectáculo. Con las chicas de buen cuerpo que paseaban de un lado a otro provocando a todo a quien se topara. Los chicos por su parte, iban en parte vestidos aún con esos atuendos como el de ese tal Izuku.

No es que él fuera super correcto y todo. Ya había tenidos sus momentos en esos sitios, muchas veces, pero simplemente ahora, no era la ocasión. Bueno, él sentía que no lo era.

No es como si estuviese guardando el luto a alguien o no tuviese dinero o se iba a casar, simplemente...no era un buen momento.

Sabía que detrás de que sus amigos querían ir a "pasarla bien", estaban pensando en de cierta forma, ayudarle. Pero, al parecer no había sido la mejor manera.

Bakugo paseó su mirada por el lugar que era bastante amplio y semi oscuro aunque las luces que parpadeaban daban un poco de vista lo que había ahí. No estaba lleno pero si había varios grupos de personas. Hombres y mujeres deleitándose con el amplio "catálogo" del lugar.

Se les distinguía por un lazo que llevaban en el cuello.

Verde para los hombres que sólo tenían sexo con chicos.

Naranja para los hombres que tenían sexo sólo con chicas.

Morado para los hombres que tenían sexo con ambos.

Rosa para las mujeres que tenían sólo sexo con mujeres.

Rojo para las mujeres que tenían sexo sólo con hombres.

Azul para las mujeres que tenían sexo con ambos.

Era curioso ahora que lo pensaba, que el único listón que había visto que colocaban en la puerta era el de ese tal Izuku, y que era de un tono más oscuro que el de los demás ¿sería como un tipo rango entre las categorías?

Y como si lo acabara de invocar, ese chico apareció. Estaba a unas mesas más a la izquierda, sentado en las piernas de un tipo que parecía bastante mayor. Sonreía y bebía sin parar lo que le invitaban. Las manos del tipo estaban en los muslos de Izuku, masajeándolos. Había otro más a un costado, también aprovechando para tocar lo que podía.

Bakugo se levantó de inmediato, aprovechando que todos estaban embobados con dos chicas que se habían ido a sentar con ellos y pedían que les invitaran de beber.

En su camino volvió a ver a ese tal Izuku, que se perdía en las escaleras con los dos tipos con los que estaba antes. Seguro iban a una habitación.

Al salir notó el aire bastante fresco. 

Suspiró y se dirigió a un sitio un poco más apartado para esperar a un taxi y así dirigirse a la casa de sus padres.

Seguramente los idiotas le reclamarían pero por ahora, seguramente no les importaría. No irían detrás de él dejando lo que tenían en su mesa.

Nadie iría detrás de alguien como él.

Esto no es un cuento de hadas. [Decchan/KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora