Esto no es un juego infantil

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—No seas idiota — murmuró Katsuki siguiendo su camino mientras Izuku permanecía sentado tomando del café que tenía en la mano, para después levantarse de inmediato y seguirle a paso rápido.

—Lo lamento, pero idiota ya soy, no puedo hacer mucho. — comentó Midoriya mientras se ponía al lado de Bakugo, acomodándose su mochila que llevaba colgada en la espalda.

—Ve con tus bromas a otra parte. — Katsuki ni siquiera lo regresaba a ver e Izuku soltó una carcajada ante esa respuesta.

La caminata era algo lenta, aunque Izuku intuía que Bakugo tenía unas ganas inmensas de salir corriendo para alejarse de él de una vez por todas. No le importó realmente.

—Eres bastante gruñón, pensaba que eras más del tipo serio y responsable que va por su café sin decir más que lo mínimo e indispensable, relativamente calmado excepto cuando lo sacan de sus casillas o se emborracha como lo he podido comprobar. 

Bakugo se sentía abrumado por el hecho de que ese chico estuviese hablando hasta por los codos cuando le estaba dando a entender que no quería tenerlo cerca.

Su momento de calma se había ido al carajo por su culpa y lo único que quería ahora era volver para hacer sus deberes de la universidad, y así mantener su mente ocupada.

—¿Por qué me sigues? — soltó Katsuki, deteniéndose de golpe y encarando a Izuku. Si no entendía con estúpidas señales, se lo diría en la puta cara. —Largo. No quiero tenerte cerca.

—No te sigo — respondió de manera despreocupada Izuku — vivo cerca de aquí pero iré al mini super que está a unas tres cuadras más allá. — dijo esto último señalando hacia el frente, en dirección hacia donde estaban caminando. 

Bakugo no dijo nada sobre el cómo Izuku ignoró completamente la manera brusca en la que se había dirigido a él, como si estuviese acostumbrado a que le trataran de esa manera.

Katsuki bufó mientras seguía con la mirada la dirección que había apuntado Izuku.

—Ese sitio es una mierda. — le contestó con una media sonrisa en el rostro mientras veía al otro chico ponerse pensativo, mirando hacia arriba con una de sus manos en su barbilla, acción que duró apenas unos segundos.

—Um, tiene unas papas fritas de un sabor que me gustan. — terminó diciendo al final, como si ese comentario cerrara el tema de manera contundente.

—Claro, una razón de todo el peso para preferirla. — dijo de manera sarcástica Katsuki.

—Dedos de queso sabor fresa. 

—Qué puto asco.

Izuku sonrió nuevamente y Katsuki simplemente se dio cuenta que nuevamente esta hablando normalmente con él y eso le molestó pero también le extrañó.

Era como si se olvidara de todo lo demás y sólo importara la mierda que estaban hablando en ese momento.

Katsuki negó con la cabeza al darse cuenta de aquello mientras se dirigía a la entrada de su departamento, sin decir ni una palabra más de despedida.




Bakugo había terminado de acomodar las cosas que usaría para preparar la cena. No era algo tan complejo, al final tenía poco tiempo para dedicarse a hacer una buena comida con todos esos proyectos de la universidad esperándole para quitarle sus pocas energías y horas de sueño.

Cortaba algunos vegetales cuando alguien llamó a la puerta.

Esto hizo que Katsuki se detuviera en su actividad, extrañado viendo hacia la puerta de entrada que la tenía a su lado izquierdo. Pensó en alguna posibilidad de que los idiotas de sus amigos hubiesen querido pasar el rato ese día, pero dada la cantidad de deberes que tenían, esperaba que no fuese así o los echaría de inmediato por ser tan estúpidos como para descuidar así sus responsabilidades.

Esto no es un cuento de hadas. [Decchan/KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora