Esto no es un cuento de hadas. [Decchan/KatsuDeku]

Esta no es una noche tranquila y hermosa.

Bakugo se dejó caer de espaldas en su cama mientras se llevaba el antebrazo derecho a su rostro para tapar el área de sus ojos.

Bien. 

Otra vez había sucedido, pero ahora sí que había actuado como un completo imbécil.

La desesperación, la frustración, la ansiedad, todo se juntó y explotó otra vez dentro de él que simplemente había buscado una manera de quitarse todo eso de encima. De buscar al menos algo que le hiciera sentir bien por un instante.

Sin embargo... lo que había decidido hacer simplemente lo había hecho sentir aún peor.

Se quitó aquello que le molestaba tanto, sentándose por un momento en la cama, para después volver a dejarse caer, aún así, sintiendo todavía ese dolor.

Sabía que necesitaba calmarse. Maldita sea, que lo sabía.

Ya había pasado miles de veces por algo así, ya sabía que intentar huir del problema como lo había intentado hace unas horas no era la solución. 

Pero ahí estaba, medio ebrio y recordando el hecho de que casi tiene sexo con aquél chico sólo para sentirse mejor con él mismo.

Vaya asco de persona que era.

No sabía qué hora de la madrugada era. 

En aquella zona a dónde se había dirigido era bastante popular en esas horas de la noche, había tanta luz y bastantes personas buscando diversión y placer que... simplemente perdías la noción del tiempo.

No sabía si había sido buena idea al final buscar la independencia en tan poco tiempo—según absolutamente todos— después de ese suceso, pues lo había hecho con el único propósito de no ser más una carga y mostrarse a sí mismo su fortaleza.

Sin embargo, estar lejos de sus padres, también propiciaba que esas situaciones como la de esa noche tan oscura se hicieran presentes. Eso sí, cada dos semanas tenía obligatoriamente una visita de ambos, pues les preocupaba mucho su estado y los entendía, por lo que no se quejaba en absoluto.

Katsuki se acomodó mejor en su cama mientras intentaba enfocar su atención en cualquier otra. Lo que sea, lo que fuera para poder tranquilizar su mente y considerar siquiera dormir un poco.

¿Qué proyectos tengo pendientes?

¿Podré adelantar un poco de los deberes de esta materia?

Duele.

Debería comer algo. Sólo bebí y nada más.

Creo que en esta semana es el juego del idiota de Kirishima. Los otros idiotas no dejan de molestarme para que vaya con ellos a animarlo.

Duele.

Probablemente me levante bastante tarde.

Debí haber ordenado todo hoy, mañana no voy a querer moverme por la maldita resaca.

Duele.

Duele mucho.

Maldita sea, no. 

Era bastante complicado dejar de pensar en algo que... simplemente está ahí. O bueno, más bien, no está.

Se sentía mareado por el alcohol, de cierta manera cansado pues había trabajado ese día también, pero no sólo era cansancio físico lo que estaba experimentando.

Parecía que estaba llegando al límite nuevamente del cansancio mental.

Era fuerte, sí. No se dejaba vencer por cualquier situación, sí. Era capaz de seguir adelante, paso a paso, firme, sin perderse del camino...sí.

Sí.

Era la respuesta que tenía antes de que todo aquello sucediera.

Había ocasiones en las que estaba seguro de quién era  y de lo que era capaz.

Otras...

—No debí haber ido. — susurró mientras tenía fija su mirada en el techo. 

No había luz en la habitación, más que el pequeño reflejo de la que había en la calle y lograba pasar por su ventana a su lado derecho.

Sin embargo, sus ojos se habían acostumbrado a tal oscuridad y no le era difícil ver sus cosas a su alrededor.

Un cuarto bastante pequeño, un escritorio y una silla con su mochila de la universidad sobre ella. Un objeto que había dejado atrás deliberadamente antes de salir a su "noche de diversión" hace unas horas, recargado en la pared a un lado de su cama.

Bakugo se negaba a cerrar sus ojos. 

Aquella sensación de oscuridad y silencio le hacía recordar lo que marcó un antes y un después en su ahora, miserable vida.

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¿Qué le pasa a nuestro Katsuki? :'c

Bueno, para los que ya me conozcan, estarán pensando: "se viene"

Y pues sí, gente bonita, se viene lo que me gusta tanto escribir uwu.

Los amo.