Sin Tocarte |CINCO HARGREEVES|

Siete

Número ocho y número Cinco se encontraban mirando la noche estrellada, ambos se debatián entre el bien y el mal, pero ¿Quién quería perder todo cuando se podía ganar?

- ¡Oh pero que pareja más mona! - la voz de una mujer se hizo presente en el lugar haciendo que ambos se levantarán de un salto alertas - Lástima que el destino sea una perra que no los quiere juntos, ¿No? - los miró con burla y Cinco juro mentalmente que si número ocho y el poder tocarla no estuvieran en riesgo, habría matado ya a esa horrible mujer - ¡Pero llegó su mesías chicos! ¡Quiten esas caras largas que pronto serán libres de amarse como quieran! - su sonrisa era tan aterradora que el cuerpo del número ocho temblaba al verla.

- Hagamos esto rápido - hablo Cinco frustrado y no queriendo que número ocho pasara por toda esa estupidez - Danos los nombres de una vez y terminemos con esto, tu voz es frustrante y me da náuseas - la mujer arqueo su ceja fingiendo estar ofendida y después sonrió con malicia.

- Tienes agallas shortsitos, me gusta, pero eres un poco menor para alguien como yo, aunque claro, ¿Eso que podría importar? - _____ estaba a nada de vomitar, un extraño sentimiento se extendía por sus manos que picaban y comenzaban a tener pequeñas chispas en ellas - Está es la lista, con sus respectivas direcciones, el último es el más especial, pero recuerden sacarle la sopa antes de mandarlo tres metros bajo tierra; Si necesitan algo vayan a esta dirección y pregunten por La Encargada - se acercó a número ocho y acaricio su cabello - Tan linda con tu cara de zorra al igual que tú madre, consiguiendo siempre la mejor carne del mercado - miró a número Cinco y se acercó a él para después depositar un beso sobre la comisura de sus labios - Nos vemos.

Ambos chicos quedaron estáticos, ¿Que mierda había hecho esa mujer?; ___ miró a Cinco quien estaba claramente molesto y tenía una mueca de asco en sus lindas facciones.

- Una mujer a pocos pasos de ser una momia me beso, ¡Que puto asco! - gruñó molesto y sin querer, pero suponiendo que eran los nervios del momento número ocho comenzó a reír ante el comentario, causando que la mirada de Cinco se posará en ella y una sonrisa ladina albergará en sus labios.

- Puedo... Hmmm, ¿Puedo arreglarlo? - paro su risa en seco y lo miró tímida, el pareció captar la ideal al instante pues asintió.

- Por favor - apenas si murmuró cuando ____ se apoyo sobre sus puntas y pego sus labios a los de Cinco, solo en un beso que apenas era un roce, pero que ambos sentían que se convertía en su elixir de vida.

Se separó a los pocos instantes y sonrió bajando la mirada, no podía esperar por sentir sus manos en sus hombros o mejillas.

- Hagámoslo, busquemos a esa gente y terminemos con este martirio - tomo el brazo de Cinco y espero a que esté los teletransportará.

- Escucha número ocho, no es necesario que hagas esto, puedes ir y descansar, yo me encargaré - Cinco no alejo su mano de ella, pero si permanecía quieto.

- Lo haremos juntos, seré tu apoyo número Cinco, estaré ahí siempre - ____ sonrió y número Cinco bufo negando, pero los teletransporto a ambos a esos extraños lugares de muerte.

- Bien, hora de hacerlo, quédate aquí, te haré una señal si necesito ayuda, ¿Bien? - _____ asintió y no lo dejo ir sin antes besar su mejilla; ella permanecía ahí, en esa oscura esquina, mirando el espectáculo que número Cinco estaba dando acabado con la vida de todos los que se encontraban en la mesa.

Ambos sabían que ese solo era el comienzo, pero se convencían que era el comienzo de su felicidad.