Capitulo 5💘

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Mi Alarma empezó a sonar despertándome para enfrentar otro días más. Necesitaba levantarme si quería acompañar a Jean a visitar la tumba de su madre. Me metí a la ducha y me puse a pensar un poco en lo que había ocurrido ayer. Esos sentimientos que Jean y yo empezábamos a mostrar. Tenía miedo, temor a que al final el fuego que ambos sentíamos nos quemara.

Salí de la ducha para cambiarme en un vestido negro, con una fina capa de encaje que lo cubría, peine mi cabello en una trenza. Puse algo de brillo en mis labios y estaba lista.

Al bajar las escaleras escuché a Jean platicando con Phillip y preguntándole cómo estaba su familia. Ambos estaban en una plática acogedora cuando entre por el umbral.

Jean vestía con unos pantalones de tela negros con un cinturón Armani plateado, y una camisa gris, sin corbata, los primeros botones abiertos, sus bellos ojos resaltaban con ese color.

—Buenos días— dije pasando hasta la mesa para tomar el desayuno.

—Buenos días, señorita— dijo Phillip, lo mire negando algo enfadada. Era verdad que él jamás me dejaría de decir señorita.

—Al fin te despiertas, pensé que se te habían pegado las sábanas— dijo Jean mientras elevaba su mirada para verme. Sus ojos sonrieron complacidos, dando un suspiro largo me guiño el ojo. —Es verdad que la belleza natural si existe, cierto Phillip, no crees que mi hermana es una mujer que irradia belleza natural— sonrió y a mí la cara se me empezó a calentar.

—La señorita Darían siempre ha sido muy hermosa— dijo el hombre quien bajo su cabeza dando a entender que se retiraba de dónde tomábamos el desayunó.

Lo seguí con la mirada hasta que salió, mire a Jean con esos ojos que querían regañarlo.

—De qué hablas. Empezarás de nuevo con esos comentarios-

—Ya veo, decirte que te ves hermosa es un pecado, si lo es, dejare de hacerlo-

Bien, tal vez yo estaba siendo una exagerada y realmente no me molestaban, ya no, más bien me hacían sentir drogada.

—No, no es pecado, es más, creo que el problema es que lo digas precisamente tú-

Sus ojos brillaron al decirle eso. Se inclinó en la mesa poniendo su total atención en mi rostro. Esto era un deleité para esas insinuaciones que él me bombardeaba.

—Enserio, y puedo saber por qué-

Tome la taza de café y bebí un poco para tener fuerzas y contestarle como se debía. La puse de nuevo en la mesa y de igual forma lo encaré.

—Creo que a estas alturas es inútil que nos hagamos los tontos— de igual forma me incliné en la mesa, mi movimiento lo sorprendió un poco. —Jean, cuando me dices esas cosas me cuesta verte como el chiquillo con el que crecí-

Sus ojos se abrieron sorprendido, la comisura de sus labios se movió en una media y muy, pero muy peligrosa sonrisa.

—Entonces Darían, como es qué me ves-

Sentía el fuego de nuestras miradas derritiendo mis retinas, los pálpitos de mi corazón sonaban en mis oídos tan fuerte, que la garganta la sentía un nudo. Tragué en seco para contestarle.

—Cómo el hombre que eres, tan consiente de sus encantos que asusta— alzó una ceja y lo vi correr sus ojos en admiración sobre mis labios. —Eres tan atractivo y tú lo tienes muy claro-

—Vaya, eso fue un golpe fatal. Has cambiado, Darían, y creo que eso me encanta-

Su dedo se movió a mi labio inferior, lo delineó y yo solamente pude cerrar los ojos. ¿Qué esperaba? Acaso quería que en vez de su dedo fueran sus labios.

HERMANASTROS_ JEARIAN💘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora