Capitulo 33💘- ULTIMO CAPITULO

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Mis ojos se estaban cerrando, las imágenes de todos empezaron a pasar por mi mente, era como una película. Mi madre, ya no la vería nuevamente, mi padre, Austin, Marian y sobre todo a Jean, mi amor. No volvería a verlo, yo llevaba su bebé, eso me había dado tantas fuerzas desde que me había dado cuenta que estaba embarazada, eso me había iluminado.

Cuando Jean había anunciado que se iba a casar con Amelia, había querido tirarme a llorar y morir, pero tenía que pensar en este bebé.

Ahora ya no podía más, mi vida se la estaba drenando este enfermo, mald*** desgraciado.

Poco a poco todo empezaba a desvanecerse me estaba deslizando dentro de un abismo oscuro, ya no podía ver con claridad, la presión en mi cuello ya no era tan mala, el dolor en mi garganta que crujía era más débil, me estaba rindiendo a la inconsciencia, me estaba hundiendo en la oscuridad, estaba cediendo a la muerte, aquí mi vida acabaría a manos de un mald*** loco.

Mis pulmones estaban a punto de estallar, sentía que mi corazón pararía en cualquier momento, esto era todo, ya no quería palpitar, sentía como la vida se me estaba acabando. Ya no podía sentir sus manos, su agarre estaba suavizando me estaba desprendiendo de este mundo.

A lo lejos pude escuchar un alboroto, un aire me dio en la cara y escuché grandes pasos golpeando alrededor de nosotros, pero no podía ver bien, el aire me seguía faltando pero la presión en mi cuello había desaparecido, mi pecho quería tomar aire pero le era tan difícil. Solo podía escuchar demasiado alboroto a mí alrededor. Solo podía ver siluetas moverse de un lado hacía el otro, se veía como si estuvieran peleando.

No podía distinguir.

Me sentía como si estuviera en el fondo de un abismo y solo podía escuchar los sonidos afuera de éste.

Empecé a sentir aire de nuevo, mis pulmones lo recibían como ráfagas quemantes, me agarre con desesperación el pecho jadeando de dolor una y otra vez estaba incontrolable. Sentía bajar el aire por mi garganta mallugada, gem* del fuerte dolor al sentir el oxigenó dándome vida de nuevo.

Empecé a toser mientras me agarraba la cabeza y el dolor en todo mi el cuerpo volvía.

Los gritos no paraban y esa voz la conocía, era como música para mis oídos.

¿Era él?

¿Acaso estaba soñando?

Se escuchaban gritos y maldiciones por toda la sala. El terrible dolor en mi muñeca volvió al igual que el de todo mi cuerpo, pero eso significaba que estaba viva, que podía sentir de nuevo.

Podía distinguir dos sombras peleando mientras me recuperaba, mejoré mi campo visual, y me froté los ojos con mi mano buena, pude ver a Walter y Jean peleando en toda la sala, golpes fuertes se escuchaban salir de los dos, eran como dos titanes. Me incliné para poder levantarme, pegué un fuerte grito, al sentir que había puesto mucha presión en mi muñeca. Jean lo golpeó en el rostro con tremenda fuerza, Walter le metió una patada en el estómago, Jean no duro en recuperarse, lo tomo de los hombros y lo aventó hacia una esquina, en lo que Walter se levantaba para otro golpe, Jean tomó un objeto, no pude identificarlo solo vi el golpe que le propino con toda sus fuerzas haciendo que Walter cayera de un solo en el piso.

Estaba inconsciente.

—¡Maldic***!— soltó en un grito desesperado. —¡Oh por dios!— lo escuche soltar en un suspiro que se quedó atorado en su garganta, con desesperación llegó a mi lado, se tumbó en el piso tomándome en sus brazos y me apretó con fuerza, tanta que grité, el dolor en mi cuerpo era demasiado fuerte. Además que mi visión no era muy buena. —No te muevas hermosa, ya llegaran los refuerzos, vienen en camino— su voz sonaba tan hermosa, desesperada pero hermosa. Acaso una parte de mi mente quería engañarme, haciéndome creer que todo esto era un sueño, tal vez lo era, tal vez ya estaba muerta, y esto era todo un cuento el cual mi mente había formado para irme de este mundo feliz. Sentí un líquido frío caer en mis mejillas. Alcé mi mirada para toparme con esas lagunas cristalinas, estaban borrosas llenas de lágrimas, sonreí pero me detuve a la mitad, sonreír era doloroso. Jean me tomó en sus brazos meciéndose con mi cuerpo, yo lo sentía adolorido y sin fuerzas, quería tocarlo pero sentía que mis brazos se desprenderían de mi cuerpo, entrecerré los ojos. —Todo estará bien amor, todo— soltó más llantos, —oh por dios, que te hicieron— pegó su frente a la mía mientras se mecía conmigo, —yo estoy aquí contigo, juro que jamás te dejare ir, jamás, te cuidaré para toda la vida, me escuchaste, te cuidare con mi vida, conejita. Por favor aguanta, Darían te amo, no me dejes, por favor amor, no me dejes— enterró su rostro en mi cuello, sus lágrimas mojaban todo alrededor de este, sus sollozos llenaban mi cabeza.

HERMANASTROS_ JEARIAN💘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora